Las consecuencias del Caso Mediador ya han llegado, también, al edificio del Congreso. Mientras el grupo parlamentario socialista defiende con contundencia y reiteradamente la celeridad con la que han desterrado tanto del partido como de su asiento de la Cámara Baja a Juan Bernardo Fuentes Curbelo, conocido como Tito Berni, las instalaciones han endurecido sus controles para obstaculizar que se haga un uso corrupto de la institución, como todo parece apuntar ha ocurrido en este escándalo. Los diputados, que ya tenían que comunicar sus visitas, tendrán ahora que someterse a un procedimiento mucho más exhaustivo para registrar a todas aquellas personas que entren como sus invitados.

Se trata de una medida de prevención, en tanto en cuanto se demuestra el uso enviciado de las instituciones democráticas, y que se suma a las posiciones de las distintas formaciones. El principal partido afectado, véase el PSOE, reitera su apuesta por la transparencia al tiempo que insiste en la necesidad de regular los lobbies con el objetivo de dificultar las influencias de los grupos de presión en las agrupaciones políticas y departamentos del Gobierno. Por su parte, el Partido Popular descarta la prioridad de esta propuesta esgrimiendo en la esfera privada que ya hay controles suficientes a nivel institucional para ello y apuestan por seguir adelante con su comisión de investigación.

Un terremoto llamado 'Tito Berni'

El escándalo que ha sacudido las filas del PSOE ha llevado al Congreso a dar un paso adelante para dificultar que se produzcan nuevas actividades corruptas en el seno de la institución, presunta base de actuaciones de un expulsado Juan Bernardo Fuentes Curbelo a raíz de la trama del cobro de mordidas por beneficiar a empresarios a través de contratos en la que estaría implicado el socialista y otros cargos públicos del Gobierno de Canarias. Tal y como apuntan algunas de las informaciones que han salido a la luz, el ya exdiputado habría utilizado las dependencias de la Cámara Baja para citar y mantener reuniones en las que establecía los contactos y los términos de sus corruptelas.

Hasta el momento los miembros del Hemiciclo tenían que comunicar sus visitas a través de un simple correo electrónico a la administración, proceso que se ha pasado a perfeccionar a raíz del Caso Mediador. De esta forma, ahora los representantes políticos tendrán registrar todos sus invitados en una página de Excel especificando su nombre y apellidos, número de DNI y otras observaciones, como de qué compañía procede o cuál es la responsabilidad que ocupa. Así lo recoge una circular que ha hecho llegar la Comisaría Especial del Congreso a todos los grupos parlamentarios y en la que se recoge el "nuevo procedimiento de comunicación de datos de personas ajenas a la Cámara".

"Se ruega que cuando se realicen solicitudes en este sentido [para las visitas] se incorporen en el documento Excel que se adjunta, respetando las celdas en el modo establecido, y que se comunique a la Comisaría Especial a través del correo electrónico por parte de los diputados, grupos parlamentarios o personal del Congreso de los Diputados que corresponda", figura en la nota, que especifica que el nuevo método de actuación entra en vigor a partir del 1 de marzo. El Excel que ha puesto a disposición la seguridad del edificio está dividido en cinco columnas, "nombre, apellido 1, apellido 2, documento y observaciones", y es de obligado cumplimiento desde este miércoles.

Regular los lobbies

Nada más conocer la presunta implicación de Fuentes Curbelo en el mediático Caso Mediador, el PSOE se dispuso a exigir su acta y su cese inmediato del partido y del grupo parlamentario. Este es el argumentario que desde todas las escenas socialistas esgrimen para demostrar su transparencia y lucha contra la corrupción, también interna. "En solo 16 horas expulsamos a alguien que, con este comportamiento, no era socialista. Queremos saber toda la información. Actuaremos igual con cualquier otro que tenga un comportamiento similar, es decir, que se haya corrompido", ha explicado en la rueda de prensa de este martes su portavoz, Patxi López, quien ha reivindicado su contundencia y compromiso a la vez que calma. "Una cosa es ir a cenar y otra corromperse", ha sostenido en varias ocasiones a lo largo de esta semana.

El partido insiste en que, por el momento, no ha salido a la luz ningún otro nombre que "se haya deslizado por la pendiente" de la corrupción y defienden una actuación firme en el seno de Ferraz y en la justicia. Para ello, la formación insiste en la necesidad de reglar los lobbies con los que están relacionados las fuerzas políticas parlamentarias para poder llevar un control y evitar que se repitan esas "lamentables" situaciones. "Hemos presentado una propuesta para regular los grupos de presión en el Congreso. Esperemos que eso esté más controlado por parte de todos", ha defendido López en respuesta a la solicitud del PP del registro de entrada a las instalaciones para conocer todas las visitas y detectar nuevos implicados en este caso.

El PP insiste en la comisión de investigación

Por su parte, en los pasillos el Partido Popular evita pronunciarse a favor de esta iniciativa bajo el argumento de que ya hay controles suficientes en la Cámara, como los anteriores registros que hasta ahora se solicitaban en la entrada, al tiempo que reiteran su propuesta de comisión de investigación. Un asunto por el que la derecha también está pugnando ya que, cabe recordar, también Ciudadanos está intentando recabar apoyos al otro lado de la bancada para sacar adelante su propia iniciativa contra el PSOE. En conversaciones con ElPlural.com, fuentes del grupo parlamentario popular aseguran que su texto es el "preferente" ya que son los únicos que han conseguido registrarlo. Para ello se necesitan dos grupos parlamentarios o al menos un quinto del hemiciclo.