La renovación del PP no llega. O no resulta creíble. Y es que cada vez que nombran a alguien, llega con una historia detrás de errores que les delatan. En Madrid el lío que tienen montado los ‘populares’ ha llevado a que monten una gestora que presentó este lunes Cristina Cifuentes, la nueva lideresa. El problema, más allá de los problemas que tiene ella misma  es el equipo del que se está rodeando.

Renovando con los de siempre

Venimos días hablándoles de quien le han puesto de dos, Juan Carlos Vera Pró, tan próximo a los líderes de la Gürtel, que aparece en muchas fotos chamuscado. Después, ya ella sola, ha elegido para su gestora… a la buena parte de quienes ya forman parte de su Gobierno. Es decir, se rodea de quienes ya forman su ‘guardia pretoriana’.  

Pero más allá de ese incumplimiento de ‘un hombre, un cargo’, y de una muestra de falta de fe en la renovación de su partido, es que da la impresión de cerrar los ojos al pasado. Vera Pró, por un lado. Por otro… Pablo Rodríguez Sardinero, el ‘popular’ que pasó a la historia como amordazador de un estudiante que, en un mitin del PP protagonizado por José María Aznar, tuvo la osadía de gritar ‘no a la guerra’. Eran tiempos de la guerra de Irak.

Alcalde, gestor... amordazador

La mordaza le fue recompensada después a Pablo Rodríguez con la candidatura para ser alcalde de la madrileña población de Arganda del Rey. Con Cifuentes, la entrega a la causa ha sido premiada primero en forma del nombramiento de Director General de Transportes de la Comunidad de Madrid. Ahora abriéndole hueco en la gestora que ‘limpiará’ el partido… Cuidado para los que vayan a pensar en levantar la voz si algo no les gusta…