El Gobierno de Pedro Sánchez afronta dos negociaciones muy complicadas, pero vitales para el devenir del país. Por un lado, los Presupuestos Generales del Estado 2023; y por otro, la renovación del CGPJ. Cada flanco atesora diferentes actores y grado de dificultad, pero ambos exigirán el máximo a Moncloa y llevarán al Ejecutivo al límite. La coincidencia en el tiempo de ambas cuestiones ha provocado que el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, cambiara de rol, pues ha pasado de ser uno de los titulares para negociar las cuentas junto a María Jesús Montero y Patxi López a centrarse en exclusiva en las conversaciones con el vicesecretario Institucional del PP, Esteban González Pons, para renovar el caducado órgano de los jueces.

Los PGE siempre son complicados, pero el Gobierno de coalición ya suma tres aprobados en tiempo y forma. Se espera un final feliz, pero el camino estará plagado de obstáculos. El deadline está fijado en el calendario. El 24 de noviembre es el día en que se vota el proyecto definitivo en el Congreso, toda vez que se superen las enmiendas a la totalidad, la ponencia en Comisión y se debata el dictamen en pleno. Los esfuerzos de los socialistas están centrados en los contactos con Génova por el CGPJ y, como no podía ser de otra manera, en la comparecencia de Pedro Sánchez ante el Congreso que tuvo lugar este jueves y en el cara a cara con Alberto Núñez Feijóo agendado para el próximo martes en el Senado.

El tiempo apremia y es por ello por lo que los socios habituales del Gobierno le urgen a negociar desde ya. La ley de Vivienda, las causas pendientes del procés, salud mental, inversiones en transporte… Varios son los reclamos de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), EH Bildu, Más País y PNV, entre otros. Así, portavoces parlamentarios como Gabriel Rufián y Aitor Esteban advirtieron durante la sesión de este jueves. El primero adelantó que no habría cuentas que negociar si no se atajaba la “represión” y las causas judiciales derivadas del procés; mientras, el segundo instó a articular espacios para negociar a la mayor celeridad posible y evitar una contrarreloj que derive en pactos in extremis de madrugada.

Bolaños, un hombre con una misión

La ministra de Hacienda pilota las negociaciones, como es habitual, apoyada en Patxi López, portavoz parlamentario del Grupo Socialista en el Congreso, ya que algunas de las solicitudes se empacan al marco presupuestario, como los avances en la bloqueada ley de Vivienda. El tridente lo iba a completar Bolaños, tal y como adelantó ElPlural.com, pero estos días otro asunto le ronda.

El pasado lunes Sánchez citó a Feijóo en Moncloa para abordar la crisis institucional derivada de la dimisión de Carlos Lesmes, presidente del CGPJ y del Tribunal Supremo. La reunión duró más de tres horas, pero no estuvieron solos. En el ecuador se sumaron el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, y el vicesecretario Institucional del PP, Esteban González Pons, fontaneros de confianza del presidente y del líder de la oposición respectivamente. A ellos les han encargado la ardua tarea de hilvanar una “solución rápida” que no ha sido posible tras casi cuatro años con el CGPJ caducado.

No han trascendido detalles sobre el estado de las negociaciones, pues ambos se han comprometido a cubrirlas con el manto de la discreción. Solo ha habido una escueta referencia, realizada por el líder de la oposición, Feijóo, que insistió en que debe rubricarse un compromiso “por escrito” que obligue a los socialistas a reformar el sistema de elección de vocales tras renovar el actual con el modelo vigente. Preguntado al respecto, Bolaños ha optado por “no dar demasiado detalles”, limitándose a confirmar que el acuerdo será “por escrito” y exigiendo “prudencia” en una negociación tan compleja.

La situación es “grave” y requiere de una “solución rápida”, pero no se dan plazos. Fuentes socialistas aseguran que se está avanzando, pero harán público ningún fleco hasta que no se haya cerrado todo: “Cuando haya un acuerdo definitivo y global, lo sabréis”.

Plan B: Unidas Podemos

En caso de que las conversaciones no prosperen hay un plan B. Unidas Podemos ha animado al PSOE a desempolvar la ley que en su día acordaron para rebajar la mayoría necesaria para nombrar vocales del CGPJ. El portavoz parlamentario del espacio confederal de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha instado al líder del Ejecutivo a retomar aquel acuerdo que rubricaron con el objetivo de superar el bloqueo del PP modificando la mayoría requerida para designar vocales del CGPJ, que actualmente se sitúa en tres quintos y los morados abogan por una mayoría absoluta. “Si el PP insiste en mantener el bloqueo que ejerce durante toda la legislatura, que no sería menos que un golpe blando a la democracia, no nos queda otra cosa que hacer que acabar con el bloqueo con los votos y de forma democrática", ha exhortado durante la sesión plenaria de este jueves.

Echenique mostró su “escepticismo” sobre las intenciones del PP en este último intento que PSOE y Génova se han dado. Criticó que Feijóo “bloquea de forma sediciosa”, "antidemocrática" y "anticonstitucional" la renovación del órgano de gobierno de los jueces, mientras en el hemiciclo se queja del "deterioro institucional" del CGPJ. A su juicio, las maniobras responden a una estrategia encaminada a mantener la mayoría conservadora para "proteger a los suyos ante juicios por corrupción" y utilizar de "forma espuria" la justicia para sus propios fines políticos. Por ello, ha tendido la mano a sus socios de Gobierno para volver al acuerdo que UP impulsó hace dos años.