El Gobierno de coalición espera que el Congreso de los Diputados apruebe los Presupuestos Generales del Estado 2023 a finales de noviembre, en concreto el 24 de noviembre. Así se desprende del calendario de tramitación de las cuentas públicas que ha aprobado este jueves la Mesa de la Cámara Alta, que ha modificado la agenda de las sesiones plenarias para adaptarla al proceso.

Los PGE fueron aprobador en Consejo de Ministros el pasado martes tras suscribir PSOE y Unidas Podemos un acuerdo al alba, que comunicado a las 06:55 horas. Este jueves 6 de octubre, la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha protagonizado la solemne entrega del conocido libro amarillo con el proyecto de Presupuestos a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet. La escena, como es habitual, ha tenido lugar en el Salón de los Pasos Perdidos. Unas horas después, Montero ha comparecido ante los medios para explicar en detalles todas y cada una de las partidas.

Las comparecencias de los diferentes ministros ante sus respectivas comisiones parlamentarios tendrán lugar entre los días 17 y 21 de octubre, día en que finalizará el registro de la presentación de enmiendas a la totalidad a las 14:00 horas. Cinco días después, se celebrará el Debate a la totalidad en sendos plenos los días 26 y 27 de ocurre; y se podrán presentar enmiendas al articulado hasta el 28 a las 14:00.

El informe de la Ponencia no será hasta el 11 de noviembre y el dictamen de la comisión está previsto el 19 del mismo mes. Así, la aprobación por el Pleno del Dictamen de la Comisión será del 21 al 24 de noviembre.

La votación del contenido del dictamen y de las enmiendas se realiza por artículos y secciones, sin que se requiera una votación final de conjunto sobre el grueso del articulado. Sin embargo, si uno de sus capítulos decae, los Presupuestos quedan rechazados en su totalidad. En caso de que el texto coseche el respaldo del Congreso, para lo que se requiere mayoría simple (más síes que noes), será remitido con las pertinentes enmiendas al Senado.

Una vez allí, deberá superar un proceso semejante. Pueden darse tres supuestos. El primero es que la Cámara Alta apruebe tal cual el proyecto del Congreso sin modificarlo, por lo que los PGE ya estarían listos para su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE) para su entrada en vigor a partir del 1 de enero. Si el Senado introduce alguna enmienda, las cuentas serán devueltas al Congreso, que votaría dichas enmiendas. Las que ratifique, por mayoría simple, permanecen en los PGE. Las que rechace quedan eliminadas, y el texto vuelve a la redacción anterior a su modificación por el Senado. Si los PGE son vetados, retornarían al Congreso con la particularidad de que se pueden presentar propuestas de veto tanto a las secciones como al texto en su conjunto. Si se presentan, se debaten ante el Pleno del Senado y si alguna queda aprobada, por mayoría absoluta, entonces finaliza la tramitación en el Senado y los PGE se devuelven al Congreso tal y como partieron de la Cámara Baja. El Congreso puede ratificar el texto y levantar el veto del Senado por mayoría absoluta, en primera votación, o por mayoría simple dos meses más tarde.