La responsable de Hacienda, el fontanero de Moncloa y el brazo del Congreso. María Jesús Montero, Félix Bolaños y Patxi López. Esta será la alineación elegida por Pedro Sánchez con la que pretende cosechar los apoyos de sus socios parlamentarios para los Presupuestos Generales del Estado 2023. PSOE y Unidas Podemos ultiman los flecos de las nuevas cuentas y, en los próximos días, la negociación se abrirá al arco parlamentario. A lo largo de esta semana ya se han producido los primeros contactos, pero el intercambio de impresiones no ha pasado de conversaciones de pasillo.

La pasada semana el Ejecutivo comenzó a sondear a sus socios habituales para, una vez hilvanado el proyecto de Presupuestos con Unidas Podemos, comenzar a negociar. Según ha podido confirmar ElPlural.com, ya se han producido los primeros contactos con Esquerra. Su diputado y portavoz, Gabriel Rufián, lamentó el martes 13 que el Ejecutivo aún no habían siquiera comentado los PGE: “Nos dejan para el final porque se lo ponemos difícil. Como cuando tienes un menú y dejas para el final el peor plato”, dijo. Una semana después el cariz es bien distinto. Moncloa ya ha intercambiado impresiones con el Grupo Republicano y en los próximos días se esperan más reuniones para profundizar en los contenidos. “Nos han contactado”, apuntan, precisando que “el Gobierno ya sabe lo que queremos”.

Esas conversaciones no serán entre grupos parlamentarios. Según ha confirmado ElPlural.com, los encargados de pilotar el proceso serán la ministra de Hacienda, María Jesús Montero; el ministro de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática; y el portavoz parlamentario, Patxi López. No hay sorpresa alguna en la alineación. Según fuentes socialistas, la negociación la encabezará Hacienda, como es habitual pues es quien atesora todos los detalles de las cuentas. Montero centraliza todos los reclamos y se apoyará en Bolaños, curtido en mil y una negociaciones, para cosechar el apoyo del bloque de investidura. “Ya hemos recibido propuestas de Esquerra, las está valorando Hacienda”, admiten fuentes.

Por su parte, López, pese a que es un recién aterrizado en el cargo, mantiene una relación fluida con los grupos parlamentarios y será el encargado de limar algunas asperezas que escapen al marco presupuestario. Cabe recordar que Esquerra supeditó el apoyo a los PGE 2022 a la ley Audiovisual y a la ley de Memoria Democrática. De igual forma, será vital el rol de Unidas Podemos, que permite que sea el PSOE el que comande las negociaciones, pero estará al quite por si es necesaria su intervención.

Primer trámite superado

El Congreso de los Diputados ha debatido este jueves el límite de gasto no financiero, conocido coloquialmente como techo de gasto, la antesala de los Presupuestos Generales del Estado 2023. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha defendido un techo de gasto récord que contará con 198.221 millones de euros, un 1,1% más que las cuentas de 2022. Se incluyen 25.156 millones de los fondos europeos y una transferencia a la Seguridad Social de 19.888 millones, un 8,1% más que en 2022. Los socios del Ejecutivo ven con buenos ojos las cifras, pero ha urgido a diseñar unos PGE valientes, dedicando todos los recursos disponibles a medidas sociales y no así a Defensa.

Montero ha defendido la necesidad de mantener suspendidas las reglas fiscales por cuarto año consecutivo. La Comisión Europea y el Consejo Europeo decidieron en el año 2020 establecer una cláusula de salvaguarda con motivo de la crisis derivada del Covid-19. Así, decretaron suprimir los objetivos de estabilidad, que fueron sustituidos por tasas de referencia de déficit. Desde hace tres años, esta excepción se ha aplicado con motivo de la pandemia, mientras que en 2023, se prevé repetir aunque por una causa bien distinta: la guerra en Ucrania y la crisis energética.

El déficit conjunto de las administraciones públicas para el 2023 se situará en el 3,9% del PIB, frente al 5% del 2022. Las comunidades autónomas atesorarán un mayor margen de gasto, pasado del 0,1% al 0,3%; dos décimas que serán asumidas por la Administración central (del 3,4% al 3,2%). Para las entidades locales esta tasa será un superávit del 0,1% del PIB, mientras que para la Seguridad Social será del 0,5%.

Argucias en Defensa

El incremento del gasto en Defensa al que Pedro Sánchez se comprometió ante la OTAN tendrá su primer reflejo en estos Presupuestos. El objetivo es llegar al 2% del PIB en 2029, pero el aumento será paulatino. Sin embargo, pese a la progresividad, Unidas Podemos no aprueba el gesto ya que creen que todos los recursos debieran destinarse a medidas sociales. Para evitar el choque, Hacienda ha diseñado un plan para encajar la inversión militar al margen del techo de gasto. El grueso del incremento quedará plasmado en los Programas Especiales de Armamento, proyectos independientes con partidas especiales.

Según el Programa de Estabilidad enviado a la Unión Europea, la previsión de Moncloa es subir un 0,2% del PIB la inversión en Defensa. La cifra aún no es definitiva, puesto que corresponde al Programa 2022-2025 enviado por España a Bruselas. De confirmarse, se pasaría de un 1% a un 1,2%, dos décimas extra.