Desde el inicio de su andadura como anteproyecto de ley hace dos años y medio, la popularmente conocida como Ley Trans logró el pasado jueves el apoyo de una amplia mayoría en el Congreso de los Diputados pese a la oposición de PP, Vox y Ciudadanos. El Ministerio de Igualdad, dirigido por Unidas Podemos con Irene Montero al frente, ha sido el organismo público encargado de impulsar esta norma que ha reunido a representantes de organizaciones LGTBI+ para su redacción y, como resultado de su colaboración, les ha sentado en la tribuna de invitados de la Cámara Baja para presenciar en primera persona uno de los últimos procedimientos en la tramitación parlamentaria que, tras el éxito refrendado por los 188 votos a favor, arrancó su fervorosa ovación.

Tan solo con la ratificación pendiente del Senado para su aprobación definitiva y posterior entrada en vigor, la oficialmente denominada Ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBI ha contado con el respaldo de su sujeto político: la comunidad que conforma diversos tipos de identidades sexuales y el movimiento social que las reivindica, dentro del cual se encuentran activistas históricas como Carla Antonelli y Mar Cambrollé. De hecho, esta última es la presidenta de la Federación Plataforma por los Derechos Trans y, en conversación con ElPlural.com, define este hito en la adquisición de derechos para el colectivo como un “salto cualitativo en lo que se refiere a avances sociales y civiles”: “Creo que no solamente es el avance más importante en 43 años para las personas trans, sino que va a suponer que España pase a ser un país a la vanguardia de Europa”.

Por su parte, también en declaraciones a este periódico, la exdiputada del PSOE en la Asamblea de Madrid, quien abandonó dicha formación hace dos meses por unas luchas internas que provocaron el bloqueo de la Ley Trans en su trámite parlamentario, ahora manifiesta su “alegría” y “celebración” por “el triunfo y la victoria de la razón y lo que es justo”, es decir, el reconocimiento legal de la autodeterminación de género y la despatologización de su acto administrativo, dos piezas centrales de las demandas del colectivo: “Cualquier batalla contra los derechos humanos está destinada a ser perdida, como en este caso. El odio, la sinrazón y la transfobia no pueden vencer lo que es una cuestión de ampliación de derechos de una parte de la ciudadanía”.

Una Ley Trans recomendada por Europa desde hace varios años

Todas estas mejoras en derechos trans, “cumpliendo con aquellas recomendaciones tanto de la Unión Europea como del Consejo de Europa, ya que lo que Europa viene recomendando desde 2015 es que la rectificación del nombre y género para las personas trans ha de realizarse a través de un trámite sencillo, administrativo, sin límites de edad y sin informes médicos”, según recuerda Cambrollé como aspectos positivos a implantar en la legislación española por petición de las instituciones europeas desde hace varios años y que esta Ley Trans contempla casi en su totalidad, a excepción del mínimo de 12 años de edad establecido para que una persona pueda ejercer su derecho a la autodeterminación de género.

Pese a ello, la misma activista considera que “la ley va a suponer un referente en Europa porque la autodeterminación ha quedado garantizada a partir de los 14 años, lo cual va a tener un efecto inmediato en las vidas de muchísima juventud que en esas etapas está en los institutos, en colegios, en universidades”: “Les va a brindar la posibilidad de ser quienes son legalmente sin tener que pasar por situaciones embarazosas, de exponerse públicamente, cuestiones que tienen que ver con la intimidad, con el honor y con la dignidad de la persona”.

Además, Cambrollé evoca la opresión histórica sufrida por la población LGTBI+ para lamentar que, aún hoy y tras más de 40 años de este cambio de sistema político en el país, “la democracia tiene una deuda con las personas trans” en especial: “Fuimos las más maltratadas por la dictadura y el posfranquismo y no podíamos seguir siendo las grandes olvidadas de la democracia”. “España tiene que estar a la altura de otros países europeos porque hay algo muy importante: ampliar derechos a quien no los tiene no se los quita a quien ya los tiene. Eso nos lo ha demostrado la ley del divorcio, la del aborto, la del matrimonio igualitario y todas las leyes que vienen a dotar de garantías y derechos a quien no los tiene”, asegura la presidenta de la Federación Plataforma por los Derechos Trans.

Mejoras inmediatas gracias a la Ley Trans y futuros pasos

Sobre las mejoras que la Ley Trans supondrá para muchas personas jóvenes cuyas vidas serán “no solamente más dignas” sino “también más felices”, Cambrollé ha incidido en que “ese es su efecto inmediato”, mencionándolo como una de las transformaciones más positivas en la calidad de vida específicamente para las personas trans, pero no las únicas, sino que también significará otras para el colectivo LGTBI+ en toda su amplitud: “Igual que va a ser inmediata la no discriminación de mujeres lesbianas a la hora de alquilar una vivienda, la reproducción asistida para ellas o incluso la de personas trans con capacidad de gestar”.

Como futuros pasos hacia una próxima Ley Trans, Antonelli enumera algunos no sin antes reivindicar el continuo compromiso con la conquista de derechos para las personas trans: “Al día siguiente de que sea ley completamente, vamos a seguir luchando por todo aquello que se quedó atrás”. No obstante, debido a una influencia por parte del PSOE que su propia exdiputada achaca a la que fuera su compañera de partido Carmen Calvo, presidenta de la Comisión de Igualdad en el Congreso de los Diputados y exvicepresidenta del Gobierno con las competencias en Igualdad, “una de las cuestiones que se quedó fuera” es el reconocimiento a las personas no binarias, que “no están dentro de esta ley”, así como tampoco el derecho a la autodeterminación de género para las personas menores de 12 años “a pesar de que el Tribunal Constitucional en el 2019 dijo que la ley del 2007 era inconstitucional en la parte que no contemplaba a los menores” y que efectivamente les “reconocía el derecho al cambio de nombre y sexo registral” como corrección a dicha norma legal: “Y, ojo, muy importante: no marcaba ninguna franja ni a partir de qué edad”.

“Sufrimos unas altas cotas de exclusión social”

En línea con estos argumentos, Cambrollé alude a la misma sentencia de la corte de garantías acerca del derecho a la autodeterminación de género en menores de edad para concretar lo que todavía queda atrás con esta norma, la cual ha producido tensiones entre un PSOE que intentó bloquearla y un Unidas Podemos con su voluntad declarada para una mayor ampliación en materia de derechos LGTBI+: “En el tema de los menores de edad, tenemos que acatar la jurisprudencia del Tribunal Constitucional de 2019 que deja de una manera muy clara y contundente que no se puede excluir a los menores de este derecho porque es inconstitucional”. Por su lado y ahondando en lo manifestado por Antonelli, Cambrollé también aclara que “las personas trans no binarias no borran a nadie”: “El Estado nunca puede hacer la política del avestruz, de no reconocer una existencia y no regularla. Es necesario garantizar que existen, blindarles y reconocerles”.

“Son cosas que van a caer por su propio peso”, pronostica la presidenta de Federación Plataforma por los Derechos Trans, quien añade como meta en un horizonte de avances legales en este ámbito que “también habría que concretar algo más el tema de las políticas de empleo para las personas trans para que no quede solamente en un brindis al sol, ya que esto es una situación sangrante”: “No porque suframos paro, que es una manera tibia de decirlo, sino porque sufrimos unas altas cotas de exclusión social, que no es lo mismo que el paro. Por lo tanto, los Estados están obligados a garantizar que cualquiera que se quede atrás esté también a la altura y en la línea de la igualdad”.

Incluso, se han tomado medidas en este sentido “con personas con diversidad funcional, mujeres que tienen cierta edad y tienen más dificultades para el empleo, gente joven que termina sus carreras y se ve en el paro”, tal y como afirma Cambrollé en su reclamación para equiparar a las personas trans con otros colectivos también discriminados con barreras en el mundo laboral, así que hacer frente a este problema lo considera algo “necesario”: “No de una manera permanente, pero sí hasta derribar los prejuicios que las empresas tienen con las personas trans”. “Hasta que las empresas no lleguen a normalizar y vivir en lo cotidiano que son tan válidas como cualquiera y que lo único que tenemos que ser es enjuiciadas y valoradas por nuestras habilidades humanas, sociales, profesionales e intelectuales, hasta que no llegue ese momento, el Estado debe favorecer con políticas públicas el acceso al mercado laboral de las personas trans”, ha evidenciado la histórica activista por los derechos de este colectivo.

Críticas contra la abstención de Carmen Calvo y los últimos movimientos del PSOE

Ambas figuras destacadas del movimiento LGTBI+ han vertido críticas contra los últimos movimientos del PSOE y uno de sus rostros más visibles en el ámbito de la igualdad y el feminismo, Carmen Calvo, sobre todo ante la abstención de esta última en la votación de la Ley Trans del pasado jueves en el Congreso de los Diputados y también para denunciar el bloqueo que la formación llevó a cabo durante los meses previos contra la tramitación de la norma impulsada por el departamento de Igualdad. “Han sido inconcebibles las voces que han nacido del PSOE y que han ejercido una violencia innecesaria pero también feroz y brutal contra las personas trans”, expresa Cambrollé con indignación por el daño que está provocando para muchas personas el retraso causado por el PSOE en la aprobación de la Ley Trans, aunque se muestra optimista con respecto a un futuro giro en su postura: “Pero, como yo siempre digo, detrás de la tormenta siempre, siempre aparece el arcoíris”.

Apuntando a la aparición de un sector transexcluyente en el partido de Pedro Sánchez, Antonelli subraya que “lo que se queda atrás” en esta Ley Trans “ya estaba contemplado en el año 2019 con una iniciativa propuesta” por la misma formación hasta que se produjo una “pelea con Carmen Calvo, que ha sido quien ha emponzoñado” el avance en derechos LGTBI+ “desde que el Ministerio de Igualdad lo lleva Unidas Podemos”, en referencia a lo que considera un “ataque de celos” de la política del PSOE contra su propia sucesora en dicha cartera, Irene Montero. La exparlamentaria de la Asamblea de Madrid puntualiza que fue escrita por Lola Galovart y ella misma para enfatizar que en su formación política de entonces “todo el mundo estaba de acuerdo” con la redacción de dicho texto, más avanzado en algunos aspectos que el articulado de la actual Ley Trans y este, a su vez, confeccionado a través de un pacto entre las dos partes del Gobierno de coalición: Unidas Podemos, con más apertura y ambición para el avance en las reivindicaciones del movimiento LGTBI+, y el PSOE, cuyas últimas pretensiones han pasado por eliminar algunos de los derechos del propio colectivo que defendían hasta hace tres años.

De forma directa, Antonelli cuestiona así que en el PSOE “cada cual sabrá dónde estuvo y por los intereses que estuvo, incluso algunas personas por intereses completamente espurios y nada que ver con algo ideológico que realmente creyeran o pensasen”: “La muestra está en que antes del 2019, el 99,9%, por no decir todas ellas, no tienen ninguna declaración en contra de las leyes sobre autodeterminación y despatologización, por lo cual todo es una gran mentira”. Como señal del viraje de una parte de la formación dirigida por Pedro Sánchez hacia posiciones contra los derechos de las personas trans, el Congreso de los Diputados vio cómo el pasado jueves Calvo no se posicionó a favor de la Ley Trans en su votación, un hecho que la histórica activista LGTBI+ califica como “la abstención de la vergüenza, desde la sinvergonzonería y la más absoluta cobardía”.

“Calvo ha sido quien más daño ha hecho al PSOE en muchísimo tiempo”

Con la intención de demostrar su hipocresía, Antonelli se expresa con rotundidad sobre los movimientos de la presidenta de la Comisión de Igualdad que se desarrolla en la Cámara Baja: “En esta vida hay que ser valiente. Si tú realmente dices y crees lo que estás diciendo a lo largo de todo este tiempo, que es contradictorio por otro lado con lo que decías en el 2019 y que ahora es un ataque de celos porque está otro en el Ministerio de Igualdad [en referencia a Unidas Podemos]”. La que fuera política del PSOE reprocha a Calvo que para poder presumir de una posición “coherente” debería “haber votado que no” a la Ley Trans y se muestra crítica con la decisión que tomó porque, según Antonelli, no coincide con su pensamiento: “Considero que es un voto desde la más absoluta cobardía”.

Para ello, la histórica activista LGTBI+ también hace mención de su caso particular: “En esta vida se tiene que ser valiente y si se piensa algo, llevarlo hasta sus últimas consecuencias, véase yo misma. Yo pensé algo y tomé una decisión. Di un paso hacia adelante y me di de baja de militancia porque a mí no me representaba lo que estaba haciendo el PSOE en contra de mi colectivo. Por lo tanto, es una abstención cobarde por no votar lo que realmente se piensa”. “Me hago la pregunta de si para este viaje hacían falta tantas alforjas”, lanza Antonelli como reflexión acerca del recorte de derechos LGTBI+ que pretendió realizar su antiguo partido contra la nueva Ley Trans y que finalmente no obtuvo el éxito esperado al decaer sus enmiendas en la Comisión de Igualdad que preside la propia Calvo.

La imagen del PSOE ha quedado completamente mancillada de algo que llevábamos absolutamente por bandera. No ha habido ninguna necesidad de esto para luego, al final, renunciar a esas enmiendas impuestas. Ha sido absolutamente gratuito”, sentencia la exdiputada autonómica de la misma formación tras el rechazo del resto de grupos parlamentarios a las propuestas del PSOE en comisión y su posterior negativa a trasladarlas a la votación definitiva en el Pleno del Congreso de los Diputados, las últimas acciones de un periplo contra los derechos trans sobre el que Antonelli pronuncia un contundente discurso: “Desde luego, lo repetiré, que la señora Carmen Calvo ha sido la persona que más daño le ha hecho al PSOE en muchísimo tiempo. La interna del partido tendrá que preguntarse cómo fue posible que les llevara hasta ahí y que haya manchado y mancillado la imagen del legado de Pedro Zerolo y de José Luis Rodríguez Zapatero en tan corto espacio de tiempo por intereses absolutamente personalistas”.