Candidatura manchega que desde 1996 ha estado encabezada por Clementina Díez de Baldeón, esposa del ex presidente castellano-manchego, José María Barreda, que todo parece indicar abandonará su condición de senador autonómico y diputado regional del PSOE para abrir la lista del PSOE por Ciudad Real, donde el actual número dos, el exsecretario de Estado de Comunicación, Fernando Moraleda, tendría que ceder su lugar a una mujer por la confección cremallera (hombre-mujer-hombre-mujer…) que los socialistas manchegos aplican en todas sus listas electorales.

¿Podrá convencer Rubalcaba a Bono?
Otro castellano-manchego que durante el último mes ha estado dudando sobre su presencia en el Congreso de los Diputados, ha sido su presidente, José Bono, que si bien en principio dijo que no le apetecía pero que si se lo pedían formaría parte de las listas electorales, ha decidido finalmente abandonar la política y no concurrir en candidatura alguna. Lo ha dicho El Mundo, lo ha dicho él en Al Rojo Vivo, pero todavía nadie ha escuchado a Rubalcaba lamentar la marcha de Bono. De ahí que en el PSOE muchos todavía crean que Bono sigue formando parte de la partida.

¿Por Madrid, o por Albacete?
Tanta era (o es) la implicación de Bono con el proyecto de Rubalcaba, que fuentes socialistas apuntaban al presidente del Congreso como número dos por Madrid, acompañando al candidato para reforzar su imagen entre el electorado católico de centro. Del mismo modo, se habló como posible cabeza de cartel de Albacete, para dejar vacante la plaza de Toledo a su protegido y discípulo Emiliano García-Page, actual alcalde toledano.

O alcalde, o diputado
Sin embargo, esta última posibilidad ha perdido fuerza al anunciar Alfredo Pérez Rubalcaba su deseo de que ningún alcalde acumule sueldos y cargos políticos para impedir ofrecer una imagen como la proyectada por María Dolores Cospedal, que durante cuatro años ostentó varios cargos que le permitieron cobrar tres veces más que el mismísimo presidente del Gobierno. Rubalcaba frustra de esta forma los deseos de García-Page, a quien le ha salido un aliado obvio que pide la compatibilidad de cargos. El defensor de la bicefalia y dualidad de responsabilidades no es otro que el líder madrileño, Tomás Gómez.