Con una copa de vino, rodeado de cargos policiales e institucionales y celebrando que era el día de los Santos Ángeles Custodio. Así se pudo ver el pasado 2 de octubre 'Billy el Niño', el que fuera uno de los mayores torturadores de la época del Franquismo.
En la comisaría de Ciudad Líneal han celebrado este año el día del patrón de la Policía con un rasgo diferente al resto de comisarías del país: entre sus invitados había una persona señalada por “incontables delitos contra las libertades como miembro de la Policía Política de Franco” y por ser “una máquina de torturar, perseguir, y vejar a personas que luchaban por el regreso de las libertades", según recuerda la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica. De hecho, aunque en nuestro país no se le ha juzgado, fue reclamado por la justicia argentina en el seno de la investigación sobre los crímenes del franquismo.
Las cámaras de laSexta pudieron captar como Antonio González Pacheco, más conocido como ‘Billy el Niño’, volvía a una comisaría, en esta ocasión para celebrar junto a otros policías. Ahora, la clave está en saber quién le abrió las puertas de la comisaría, pues a la copa de celebración sólo se podía asistir con invitación previa.
Por el momento, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha ordenado al director general de la Policía Nacional, Francisco Pardo, que abra una investigación sobre la invitación.
Una pensión vitalicia y cuatro medallas policiales
No es la primera vez que se le da a este personaje del Franquismo un reconocimiento público que, como mínimo, indigna a las víctimas de la dictadura.
Desde mayo de este año, José Antonio González Pacheco disfruta de una pensión incrementada en un 15% de manera vitalicia gracias a una condecoración del Gobierno franquista otorgada dos días antes de las primeras elecciones democráticas en España (1977).
Hablamos de la Medalla de Plata “en atención a sus méritos”, que pasan por torturar a cientos de personas detenidas durante la dictadura.
Medallas elevan su pensión
Pero hay más, porque ‘Billy el Niño’ no tiene una, sino cuatro medallas policiales. Quizás por eso, algún que otro miembro de la Policía considera que el torturador es una persona que debe ser recibida, invitada y agasajada en las comisarías.
Si sumamos las cuatro medallas, su pensión no se incrementa en un 15%, sino en un 50%, según un informe encargado por el Ministerio del Interior. La primera condecoración es de 1972 y la última de 1982, aunque no empezó a cobrarla hasta que la reclamó por vía judicial en 2010.
A su llegada al Gobierno, Marlaska, encargó un informe sobre la medalla concedida en 1977 al policía franquista para estudiar su posible retirada como demanda la Asociación de Recuperación de la Memoria Histórica.
