Benedicto XVI será enterrado sin vestir el palio papal al igual que el protocolo establecido para el funeral de un obispo emérito. El Vaticano no vestirá el cuerpo difunto del papa emérito con la prenda de la indumentaria vinculada a la figura principal de la Iglesia católica y únicamente la colocará en su ataúd, según medios de comunicación italianos.

Este protocolo es nuevo, ya que la última vez que un papa renunció al pontificado fue hace más de 600 años, en 1415. Desde fuentes de la propia institución teocrática, se ha confirmado el carácter “solemne pero sobrio” del funeral de Benedicto XVI, al que únicamente asistirán de manera oficial las delegaciones de Gobierno y Presidencia de otros dos países: Italia y Alemania.

Por su parte, los responsables diplomáticos internacionales sí que están invitados a la misa del acto fúnebre, por lo que previsiblemente acudirá la exministra de Educación Isabel Celáa en representación de España al ser la actual embajadora en el Vaticano. En caso de que cargos dirigentes del Estado o el Gobierno de otros países tengan la voluntad de asistir al funeral de Benedicto XVI, podrán hacerlo, pero a título personal.

Benedicto XVI, enterrado sin vestir el palio papal

Los restos mortales del papa emérito se encuentran por el momento en el monasterio Mater Ecclesiae, donde falleció este sábado, 31 de diciembre, a los 95 años y su lugar de residencia desde que dimitió como máximo dirigente de la Iglesia católica en 2013. El cuerpo de Benedicto XVI se trasladará en la madrugada de este lunes, 2 de enero, a la basílica de San Pedro del Vaticano para su exposición pública.

Los rituales de la ceremonia para el funeral del ex sumo pontífice se asemejan más a los de un obispo emérito y no tanto a los que se llevan a cabo tras la muerte de un papa. Tal y como se muestra en las imágenes del difunto papa emérito difundidas por la oficina de prensa del Vaticano, será enterrado con los ornamentos rojos de un papa, pero, aun así, será enterrado sin vestir el palio, que se colocará en el ataúd al igual que el protocolo establecido para los obispos eméritos.

En dichas fotografías, se puede observar un yacente Benedicto XVI en una sala del monasterio, acostado sobre dos cojines, vistiendo los paramentos pontificales: la sotana blanca y la casulla roja, en sus manos tiene un rosario y sobre su cabeza, la mitra.