A su llegada a Bruselas Aznar no quiso dar detalles a los periodistas sobre los motivos de su visita y se limitó a desearles "feliz Navidad". Según Europa Press, el encuentro con el comisario Barnier respondía a una cita de carácter privado porque ambos se conocen del Partido Popular Europeo, mientras que en la reunión con Barroso iban con "agenda abierta". Eso significa que no descartaban abordar las reformas que prepara Mariano Rajoy cuando asuma la Presidencia del Gobierno.

¿Malos entendidos?
Las fuentes comunitarias que difundieron la información insistieron también en resaltar que Aznar actuaba en calidad de presidente de FAES. Tras la victoria electoral el 20-N, Aznar se presentó al día siguiente en el Comité Ejecutivo del partido por primera vez en tres años, asegurando que no volvería porque no quiere entorpecer los planes del PP de Rajoy ni que su presencia se pueda prestar a malos entendidos. En una reciente entrevista también aseguró que por fin se sentía expresidente tras su salida del poder en 2004. Pero se resiste a dejar la primera línea política, y desde un think tank muy próximo a FAES apuntan sin tapujos a Rajoy lo que tiene que hacer durante su mandato.