El alcalde de Ruidoms (Tarragona), Sergi Pedret (JxCat), de 37 años, y otro concejal de la misma localidad se vacunaron contra el coronavirus en una residencia de ancianos del municipio con dosis destinadas a los mayores y al personal sanitario. 

Según ha explicado el propio alcalde en las redes sociales, donde su acción ha provocado polémica, todas las personas del centro fueron vacunadas y recibió "una llamada de la persona que coordina el proceso de vacunación en la residencia y me explicó que algunas dosis se tirarían porque no podían ser suministradas".

En un texto difundido en Facebook, y que adelanta Nius, el alcalde justifica que él no pidió ser vacunado. "No soy quién para decidir a quién se vacuna o no y aún menos para negarme al ofrecimiento de una vacuna, ante la posibilidad de que se termine tirando".

"Me lo pidieron"

Según añadió, se inyectó porque "me lo pidieron" y porque tiene una buena relación con la residencia, donde "ayudan y coordinan", El alcalde justificó así que hiciera uso de las dosis, a pesar de no haber una razón para ello, dada su corta edad, 37 años, y a que el sector al que pertenece -tiene una empresa de componentes hidráulicos- no lo requiera.

Afirma que él y su compañero acudieron a la solicitud de la residencia en cuestión de minutos, "dado que la vacuna se podía dañar en poco tiempo", y siguieron en todo momento las indicaciones y los "protocolos establecidos".