Actúa, el partido que promovieran Baltasar Garzón y Gaspar Llamazares se quedó lejos de conseguir presencia en Congreso y Senado en las últimas elecciones generales, sin embargo la formacion afirma haber llegado para quedarse, por lo que presenta candidatos y candidatas en algunas de las principales ciudades que eligen alcalde este 26-M. Entre ellos a Nuria González López (1981), una abogada laboralista, con una larga carrera de protección de los derechos de las mujeres y también de lo menores, autora del libro "Vientres de Alquiler". ElPlural.com ha entrevistado a González, que se presenta dispuesta a querer sacar a la alcaldía de Barcelona de la disputa entre nacionalistas y no nacionalista y a representar "a la izquierda real". 

¿Cómo de optimista hay que ser para presentarse a la alcaldía por un nuevo partido en Barcelona?

Visto así, es cierto que cabe la posibilidad de que yo no sea la alcaldesa de Barcelona, pero nuestras pretensiones son muy claras: representar a la izquierda real, la izquierda que no es populista, la izquierda que es responsable. Nosotros aspiramos a condicionar un Gobierno que verdaderamente sea de izquierdas y que de verdad se ocupe de las preocupaciones de la gente. Porque ahora a nadie de los que se presenta por Barcelona les preocupa verdaderamente eso. Nosotros sufrimos un boicot informativo que está montado para que todo siga exactamente igual que ahora. Así que además de un punto de optimismo, tenemos un punto de osadía para querer, más allá optimismo, realismo. 

¿Qué le parece que se quieran plantear estas elecciones como una extensión del conflicto entre independentistas y no independendistas?

En Cataluña y en Barcelona está todo intoxicado con el tema del "procés" y a la mayoría de los políticos les va bien no saliendo de ese eje. Hablar todo el día del independentismo (sí, no, a favor, en contra...) hace que no se hable de políticas. Es mucho más fácil el discurso emocional de la bandera y de los símbolos, que hablar de la nefasta gestión del Ayuntamiento o, en el caso del PSC, de su apoyo a este Gobierno y que parece querer aspirar sólo a volver a entrar para sobrevivir estructuralmente. O ERC que sólo quiere meter a Barcelona en el circuito de ciudades independentistas, sin hablar de ningún tipo de política, sólo queriendo convertir a Barcelona en la capital del independentismo. Nosotros ahí lo tenemos clarísimo: Barcelona es la ciudad de la gente y hay que trabajar para la gente, evitando debates de este tipo, porque aquí cabemos todos y no cabe excluir a nadie. 

Ada Colau ha visto en las generales cómo su formación pasaba de primera a cuarta fuerza, ¿cree que hay miedo en "En Comú"?

Más que miedo, lo que creo es que hay un desánimo total. No encuentras a nadie que esté contento en Barcelona con las políticas del Gobierno de Ada Colau. El Gobierno de Colau, al que el PSC apoyó en su momento, ha sido nefasto para la ciudad de Barcelona y la gente con la que hablas te comenta que está sorprendida de que se hayan destruido tantas cosas en tan poco tiempo. Tres meses después de que Colau fuera alcaldesa, unos 500 activistas pasaron del activismo al Ayuntamiento, con lo cual perdieron por igual el activismo y el Ayuntamiento. Porque han gestionado la instituciones como si fueran una plataforma y eso no es así.. Colau no ha sabido ver que ella ya no era una activista, que era una política. Ha hecho política para sólo una parte de la población y además no lo ha hecho bien. Pero nosotros no estamos haciendo una campaña contra Colau, estamos haciendo una campaña pro-Barcelona, por lo tanto, que Colau esté animada o no, nos importa bastante poco. 

La alcaldesa de Barcelona se envuelve a menudo en la bandera de los derechos de las mujeres, usted, que tiene una larga trayectoria en el activismo feminista, ¿cómo lo percibe?

Querer representar al feminismo, siendo una de las personas que más ha hecho por los puteros en Barcelona, me parece una hipocresía y no querer saber qué clases de políticas está haciendo y qué consecuencias sufrimos. En Barcelona, la violencia contra las mujeres ha aumentado exponencialmente porque se han hecho un tipo de políticas que promocionan que las mujeres seamos objetos de compraventa, que seamos objetos del mobiliario urbano y que además formemos parte del tipo de ocio que quieren ofrecer al sector turístico. Esto quiere decir que Barcelona es un reclamo para los puteros de toda Europa, porque las mujeres que se prostituyen son un elemento más del ocio que ofrece Barcelona ahora mismo y esto está instigado y amparado por el Ayuntamiento, que se ha dedicado a subvencionar a asociaciones claramente pro-prostitución. Anoche mismo pasaba por la Rambla y vi la puerta del Doll House, un local de strip-tease que está donde debiera haber un restaurante de lujo. El club de strip-tease más grande de Europa, puesto ahí por directa decisión del Ayuntamiento, que negó la licencia al restaurante y sin embargo se la concedió a la gente que ha montado este mercado de carne.

Barcelona es un reclamo para los puteros de toda Europa

Entonces una mujer, que es la principal protectora de los derechos de los consumidores de mujeres en España -que son los puteros-, en ningún caso puede considerarse feminista, ni siquiera defensora de los derechos humanos de las mujeres. Por mucho que lo quiera disfrazar poniendo en su lista a contertulias famosillas que hasta ahora eran abolicionistas con respecto a la prostitución y que ahora no parecen saber que se han metido en una lista claramente a favor de los derechos de los explotadores de mujeres, y que parece que le estén haciendo la campaña a Colau por desconocimiento. Ella no tiene nada que ver con el feminismo y sus políticas tampoco. 

¿Cree que Colau se parapeta tras lo simbólico para no hablar de sus políticas? 

El problema con Ada Colau es que ya ni sabemos cuáles son sus símbolos. Ella se envolvió en la bandera del municipalismo y de los servicios públicos y luego resulta que los servicios para las personas [servicios sociales del Ayuntamiento barcelonés] están en manos de empresas privadas. Entonces, ¿Cuáles son los símbolos de Colau, si lo más importante de Barcelona, que son sus personas, está en manos de empresas ultramillonarias que sólo buscan sus beneficios? Y además mienten, porque cuando los trabajadores sociales les piden que se modifique la situación dicen que no es posible porque las concesionarias presentan alegaciones, cuando eso es mentira. Y lo que pasa con eso, pasa con los temas de Sanidad. Todo lo que es servicio a las personas, que se supone que era un símbolo de este Gobierno, está en manos privadas. Eso sí, luego lo arregla todo haciendo un numerito no saludando al Rey en el Mobile World Congress, como si esto fuera a ayudar a alguien a algo, ¿no? Es tratar a la ciudadanía como si fuéramos un poco idiotas y nos conformásemos sólo con "gestitos". 

Colau lo quiere arreglar todo con el numerito de no saludar al rey

Y tampoco nos olvidemos de otra cosa simbólica en este Ayuntamiento, que era el tema de la seguridad. La propia alcaldesa es la regidora [concejala] responsable de la seguridad pública. Y la seguridad ciudadana es, con diferencia, el peor aspecto de Barcelona y lo que más ha empeorado. La seguridad es un derecho de la ciudadanía, poder circular libremente por la calle y de manera segura es un derecho de todos los ciudadanos y ciudadanas y ahora mismo, en Barcelona, esto no se puede. Hemos visto los últimos casos de violaciones y agresiones y esta mujer no hace más que rebajar a los efectivos de la Guardia Urbana porque entiende mal la seguridad, como entiende mal todo. Eso sí que es un símbolo del Gobierno de Colau: una inseguridad que hay que arreglar con más efectivos, con más presupuesto y con mucha pedagogía, porque eso que dicen de que, si ves policía por la calle es molesto y símbolo de un ambiente represivo, es una tontería. Yo si veo policía por la calle no me resulta represivo, me resulta seguro. Me resulta mucho más represivo que me pongan cámaras, que además no me van a ayudar si tengo algún problema, que el que haya un par de policía que me ayuden. Esta gente lo entiende todo al revés.