La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, presentó el libro de la abogada del juez Juan Carlos Peinado, Guadalupe Sánchez, a su vez parte defensora de su novio, Alberto González Amador, y del rey Juan Carlos I en su querella contra el expresidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, por calumnias.

Fue en 2023 cuando la lideresa regional acudió al acto de presentación del manual Crónica de la degradación española, donde la responsable de Sol, entonces en funciones, señaló que “vivimos una degradación institucional sin precedentes que compromete la democracia, la libertad y el Estado de Derecho” y aseveró que “la legitimidad del sistema democrático no radica solo en que gobierne la mayoría”.

Aquel día, además de Ayuso acudió también su predecesora Esperanza Aguirre, pero no es el único libro que la actual presidenta del PP de Madrid ha presentado a la abogada, sino que tres años antes, en 2020, también hizo de madrina de Populismo punitivo, sacado al mercado asimismo bajo el sello de la editorial Deusto, del Grupo Planeta.

La propia abogada lo confirmaba en su portal web, donde aporta un breve recorrido de su trayectoria y se presenta como una “prestigiosa abogada española que, además de ejercer ante los tribunales de justicia, colabora regularmente en las tertulias del programa radiofónico Herrera en Cope y como articulista en el periódico digital The Objective”. Más allá de los que ella menciona, Sánchez también es una habitual de Libertad Digital, El Cascabel (Trece TV), El Toro TV o Vózpópuli.

Defensa del magistrado que investiga a Begoña Gómez

El pasado martes se conocía que Guadalupe Sánchez Baena, quien ya se sabía que era abogada de la pareja de Ayuso, Alberto González Amador, y del anterior Jefe de Estado, ejercía también la defensa de Juan Carlos Peinado.

En las últimas semanas, el juez se ha situado en el centro del debate después de anunciar querellas contra políticos y periodistas como el ministro de Transportes, Óscar Puente, o colaboradores como Antón Losada, Ernesto Ekaizer o Pablo Iglesias, y por su último movimiento entorno a la mujer del presidente del Gobierno.

Respecto de esto, la semana pasada Peinado la citaba a ella, a su asesora en Moncloa, Cristina Álvarez, y al delegado del Gobierno en Madrid, Francisco Martín, a una vista en los juzgados de Plaza de Castilla con el objetivo de concretar la imputación que pesa sobre cada uno de ellos, algo necesarios en los que van a juzgarse ante un tribunal del jurado. Igualmente, el magistrado comunicaba que enviaría a la esposa de Pedro Sánchez ante un jurado popular acusada de malversación de fondos públicos en el supuesto de que fuera finalmente juzgada.

Fue llamativa la respuesta de la abogada a todo esto, cuando aún no se conocía que ejercía la defensa de Peinado. Sánchez -abogada- exponía una serie de mensajes con los que justificaba la decisión del juez e incluso cargaba contra el Gobierno.  “Así es como desde un gobierno, sus medios afines y los que sin serlo dan altavoz a voceros que repiten argumentarios, se intenta destruir machaconamente la reputación profesional y personal de una persona (…) Y sin contar la cloaca”, era uno de los más destacados que daba buena cuenta de su postura.

Conservadora y antifeminista

Colaboradora habitual de espacios de la derecha mediática, Sánchez tiene un perfil claramente conservador el cual nunca ha ocultado, de hecho, lo muestra abiertamente en sus redes sociales, especialmente en su perfil de X, antiguo Twitter.

Entre los casos en los que ha trabajado, se encuentra que actuó como representante del director de cine de cine Carlos Vermut después de las denuncias que se presentaron por violencia sexual y quien emprendió asimismo acciones legales contra El País, medio que había publicado la información principal y contra Pepa Bueno, ahora presentadora de los informativos de TVE, pero en ese momento directora del periódico. También cargó contra los periodistas que habían firmado el artículo.

La abogada es también reconocida por su postura en contra del movimiento feminista. De hecho, uno de los artículos que llevan su firma se titula Me against #MeToo: a favor de la presunción de inocencia y contra el ajusticiamiento social, en el que carga contra el movimiento #MeToo en el que numerosas actrices alzaron la voz contra los abusos sexuales de sus directores. Para Sánchez, sin embargo, este movimiento mundial responde a un “auténtico ariete contra el Estado de Derecho” y un “linchamiento social”.

Manteniendo esta senda, en uno de sus libros -La mujer libre frente al feminismo del pensamiento colmena- construye un discurso en el que niega que exista violencia institucional sobre la mujer, además de autoproclamarse “disidente”.

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