En la mítica Marinaleda, feudo de la particular sociedad comunista de su alcalde, Juan Manuel Sánchez Gordillo, también hay empresarios que crean empleo y quieren desarrollar su actividad dentro de las normas de la economía libre.

Este es el caso de José Antonio Capitán y su fábrica conservera 'Agroalimentaria Los Lugares'. En esta factoría se producen y se envasan productos como alcachofas, espárragos, cardo, guindilla y aceitunas, entre otros productos. Esta labor que Capitán realiza junto a otros dos socios, reporta ochenta empleos en los seis mesas de campaña y siete fijos todo el año, un dato importante para esta pequeña población rural sevillana. La firma que emplea a mujeres del municipio, factura 750.000 euros anualmente.

Marinaleda, el “islote y paraíso de la revolución”


Gordillo, afiliado a IU, que gobierna Marinaleda desde las primeras elecciones democráticas, no es precisamente un amante de la economía de mercado. De hecho no le gusta que haya competencia contra la cooperativa municipal que de este mismo sector se creó desde el propio ayuntamiento. Su pueblo es un “islote paraíso de la revolución”, donde el empleo debe de partir de la iniciativa municipal o usando fondos públicos y cualquier acción empresarial de cierto nivel se percibe como un intento de corroer los cimientos de su feudo idílico.

Se esfuma una inversión de 5 millones de euros


Pero las disputas del alcalde con esta empresa privada vienen de lejos y han llegado a tal límite, que se ha espantado una inversión de más de 5 millones que otros empresarios navarros del sector habían acordado con Agroalimentaria Los Lugares. Capitán, militante de IU también, cree que el alcalde teme el efecto contagio y acusa a Gordillo de hacerle la vida imposible. Primero fue un desahucio a su empresa -que ya lleva seis años de actividad- justificándose éste en que había incumplido el compromiso de pago del alquiler de la nave donde se ubica la fábrica, que es de propiedad municipal, y que cuesta poco más de cincuenta euros al mes. La empresa desmiente este hecho y demuestra con documentación que intentaron pagar y desde el ayuntamiento de Marinaleda no se quiso aceptar el pago. Incluso afirman que un notario lo intentó y el recibo no era aceptado de manera intencionada, según el empresario. Ahora desde el Consistorio se obstaculiza la posibilidad de renovar el alquiler de la nave.

La última disputa ha sido la de provocar que unos potentes empresarios riojanos y navarros, especializados en este tipo de negocio como son Baigorri y Celorrio, hayan abortado la operación en marcha y acordada para invertir en Agroalimentaria Los Lugares una importantísima inyección de capital en una nueva fábrica que los empresarios de Marinaleda iban a abrir en la zona, concretamente en la localidad de El Rubio, municipio limítrofe con Marinaleda y que cuenta con una población de 3.500 habitantes. Una inversión que hubiera venido muy bien para captar empleo en esta comarca de la Sierra Sur de Sevilla, pues es una zona eminentemente rural.

En el fondo de la cuestión, además del posible temor de Gordillo al “efecto contagio” y que puedan venir otras empresas privadas que alteren su “sistema” económico, podría hallarse el intento de no generar competencia a la Cooperativa Marinaleda S.C.A., impulsada por el Ayuntamiento y que nutre de peonadas a los habitantes de esta localidad. 



Acoso de Gordillo a los inversores


Ante lo que denomina Capitán “acoso” de Gordillo, los inversores han reculado y han ido dejando atrás sus intenciones de inyectar capital, diversificar la producción, aumentar el tamaño de las empresas y generar empleo creando una nueva factoría. Ya se sabe que el capital es cobarde y quiere seguridad jurídica y ante ello han decidido no  tener problemas e irse con la inversión “a otra parte”. 

Una lástima pues este grupo empresarial tenía muy avanzado el proyecto y habían mantenido contactos y reuniones con distintos representantes institucionales como son el presidente de la Diputación de Sevilla y con el alcalde de El Rubio.

Ataques en Facebook


Según Capitán, un elemento decisorio en la decisión de irse de los inversores han sido los ataques por ellos recibidos en redes sociales del propio alcalde de Marinaleda, Juan Manuel Sánchez Gordillo. Pone como ejemplo inserciones en Facebook como “parar a las grandes empresas alimentarias, ocupar las empresas de la multinacional Celorrio, que paga hambre y roba a los hambrientos”.

A pesar de esta “espantá” inversora, Capitán piensa seguir adelante con el nuevo proyecto en El Rubio al haber encontrado otros inversores nativos de la comarca y seguir con el respaldo institucional. El deseo es abrir la fábrica a finales de 2019. Este importante tropezón desinversor no le desalienta. Asegura que, a pesar de todo, sus intenciones son las de mantener la fábrica de Marinaleda, que emplea a mucha gente de la localidad.