José Luis Ábalos consuma su desafío a las siglas socialistas. El exministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que ha mantenido una conversación telefónica con Santos Cerdán en la mañana de este miércoles, no renuncia a su acta de diputado y, por lo tanto, abandona por la puerta de atrás el Grupo Parlamentario Socialista, para integrarse en el Mixto, según adelanta la Cadena SER, donde coincidirá con los cuatro de Podemos que se independizaron de Sumar.

Arrinconados por el estallido del caso Delorme, la Ejecutiva federal del PSOE tomó una determinación: centralizar el debate en la figura de José Luis Ábalos. El exministro mantenía estrechos vínculos con Koldo García Izaguirre, uno de los cabecillas de la trama, por lo que podría dañar seriamente a las siglas. Desde el cuartel general de Ferraz se le concedieron 24 horas para renunciar a su acta de diputado, pero el que fuera secretario de Organización de los socialistas alimenta el desafío con la cúpula y ha anunciado que bajo ningún concepto dejará de ser parlamentario.

Ábalos ha tensado la cuerda hasta las últimas consecuencias. Absolutamente nadie en la organización conocía las intenciones del exministro, que ha ocultado sus movimientos con conciencia. Ni tan siquiera Santos Cerdán, su sucesor en la Secretaría de Organización del PSOE, fue informado. Al menos así lo detallaba el número tres del aparato, que informaba a los periodistas de que Ábalos emitiría un comunicado que despejaría las dudas sobre su futuro. Hasta entonces, recelo absoluto. De hecho, ha reservado incluso la sala de prensa del Hemiciclo, lo cual alimenta aún más la incertidumbre entre sus excompañeros.

El exministro despejó la incógnita y no precisamente para calmar las aguas en su relación con Ferraz. Ábalos tensa la cuerda con la cúpula de su partido, negándose a acatar la orden de renunciar a su acta de diputado. Desde el PSOE advertían que, de desafiar a la “unanimidad” de la Ejecutiva federal, sería expulsado del Grupo Socialista. Así será. El que en tiempos fuera número tres de Sánchez consuma su exilio al Grupo Parlamentario Mixto, donde se encontrará con sus antiguos aliados: los cuatro parlamentarios de Podemos y el diputado del BNG, Néster Rego, que se tomaba con cierto humor este asunto. “No vamos a caber”, ironizaba el nacionalista ante los periodistas en los pasillos de la Carrera de San Jerónimo.

Incertidumbre en el PSOE

Nadie en el Partido Socialista conoce el próximo paso del que fuera exministro de Transportes. “Estamos a la espera. Vamos a ver el comunicado”, comentaban diferentes altos cargos de la formación a su llegada este martes al Congreso de los Diputados. En declaraciones a los medios de comunicación, el actual número tres del PSOE, Santos Cerdán, insistía en no tener constancia de la decisión de Ábalos, a pesar de admitir que ambos han mantenido una conversación vía telefónica a primera hora de esta jornada.

El exministro, por el momento, tan sólo ha dejado su puesto de presidente de la Comisión de Interior, pero la duda sobre su continuidad como diputado se acrecienta. A lo largo de la mañana, desde el PSOE asumen que Ábalos seguirá en el Congreso, lo que podría comportar no sólo su expulsión del Grupo Parlamentario Socialista y su integración en el mixto, sino que también podría ser suspendido de militancia en la formación.

Máxima presión

Desde la pasada semana, pocas horas después de que el caso de cobro de comisiones de mascarillas trascendiera a la escena pública, pesos pesados del organigrama socialista enseñaban a Ábalos la puerta de salida. Apelando a su “responsabilidad política”, altos cargos como María Jesús Montero sugerían en público que lo mejor para todos era que se apartase de la vida pública y no dañara a las siglas de la que ha sido su casa durante toda su vida política.

Incluso el propio Pedro Sánchez verbalizó ante las cámaras su postura hacia el que fuera uno de sus principales aliados dentro de Ferraz desde sus inicios. El jefe del Ejecutivo bajó el pulgar este sábado, reafirmando el compromiso del PSOE con la lucha contra la corrupción y marcando distancias con un PP más laxo en estas cuestiones. “Venga de donde venga y caiga quien caiga. Frente a quienes obstaculizaban la acción de la justicia para dificultar investigaciones que les afectaban, hoy hay colaboración absoluta”, destacó.

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