Esta semana ha salido al mercado 'A Higher Loyalty' (Una lealtad superior), el libro del que fue director del FBI, James Comey, despedido cuando investigaba la presunta interferencia rusa en las elecciones de 2016.

Su publicación ha despertado la ira del presidente estadounidense que no ha dejado de descalificar en Twitter a quien describe su presidencia como “un incendio forestal que está causando graves daños a las normas y las tradiciones de Estados Unidos”. En varias entrevistas para promocionar su libro, Comey ha insistido en que Donald Trump no está capacitado para ser presidente, pero no mental o políticamente, sino moralmente.

'A Higher Loyalty' repasa “las consecuencias tóxicas de la mentira y los efectos corrosivos de preferir la lealtad a un indivíduo a la verdad y el Estado de derecho”. La deshonestidad, dice Comey, “era central para toda la delincuencia organizada en ambos lados del Atlántico, lo mismo que el acoso, la presión de los pares y el pensamiento grupal, que son características repugnantes que comparten Trump y compañía y que ahora infectan la cultura estadounidense”.

El antiguo jefe de la Agencia Federal insiste en que “estamos experimentando una época peligrosa en nuestro país, con un entorno político en el que los hechos básicos se debaten, la verdad fundamental es puesta en entredicho, mentir se ha normalizado y el comportamiento poco ético se ignora, disculpa o recompensa”. Trump “tiene poca ética y no se apega a la verdad ni a los valores institucionales”, mantiene, a lo que añade que su liderazgo "está motivado por el ego y la lealtad personal".

Llama la atención que Comey asegura que nunca vio a Trump reírse, un indicio, sospecha el escritor, “de su profunda inseguridad, su incapacidad para ser vulnerable o arriesgarse a apreciar el humor de los demás, lo cual, pensándolo mejor, es realmente triste en un líder y un poco alarmante en un presidente”.

El presidente estadounidense ha hecho uso de las redes sociales para arremeter contra Comey  Además de desmentir su narración de los hechos, le acusa de filtrar información clasificada y de mentir en el Congreso, le tacha de "débil, mentiroso y bola de baba desleal" y llega a decir que "debería ser procesado" y que "fue un gran honor despedirle"


La repuesta de Comey ha sido un único tuit en el que sostiene que su libro "es sobre liderazgo ético y se basa en historias de mi vida y lecciones que aprendí de otros. Tres presidentes están en mi libro: dos ayudan a ilustrar los valores en el corazón del liderazgo ético; uno sirve como un contrapunto. Espero que la gente lea todo y lo encuentre útil".

Comey, que ya era conocido por su independencia extrema y unilateral, fue fiscal general adjunto con George Bush y Obama le nombró director del FBI en 2013. La opinión que mantiene sobre Trump nada tiene que ver con la que tiene de Obama, pero tampoco de Bush.

El actual presidente estadounidense va camino de convertirse en el peor presidente de la historia. Lo es ya para muchos y para la Encuesta sobre Grandeza Presidencial 2018: presidentes y políticas ejecutivas , que lo sitúa en último lugar. Solo en un aspecto queda el primero, es el que más ha polarizado el país.