Hasta ahora, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, se mantiene en el poder con el apoyo de Ciudadanos. Lo hace en base a un acuerdo de investidura que ha sufrido algún que otro embate, sobre todo por la cantidad de imputados y ranas que le han salido a la dirigente del PP. Pero la revelación de que Cifuentes se sacó un máster en la Universidad con notas falsicadas puede dar al traste con el pacto, porque en su punto 3 se dice claramente que deberá marcharse cualquier cargo pública que “haya falsificado o engañado en relación a su currículum o su cualificación profesional o académica”.

De momento, Cifuentes ha ido capeando el temporal como buenamente ha podido, a veces con carambolas para alejar a sospechosos, como a Jaime González Taboada, su número tres en el Gobierno -aún lo es en el Partido Popular de Madrid- al que mandó al Senado cuando arreciaban sobre él las sospechas.

Pero ahora la directamente afectada es ella, con la revelación de que su máster “en Derecho Autonómico por la Universidad Rey Juan Carlos" de Madrid se lo sacó con dos notas falsas. Pasó de tener a dos “no presentados” a sendos notables después de que una funcionaria entrara en el sistema y cambiara sus calificaciones y le pusiera dos 7,5.

El acuerdo con Ciudadanos que mantiene a Cifuentes en el poder es cristalino. El punto 1 está dedicado a la retirada de imputados, el punto 2 exige una proposición de ley para que los partidos paguen por la corrupción y el punto 3 dice, textualmente, “Separación de cualquier cargo público que haya falsificado o engañado en relación a su currículum o su cualificación profesional o académica”.

De momento, el líder de Ciudadanos en Madrid, Ignacio Aguado, no se ha pronunciado al respecto. La cuenta de Twitter del partido en la Comunidad de Madrid ha retuiteado la noticia de las notas falsas de Cifuentes. Hasta ahí ha llegado, de momento, la exigencia de responsabilidades.