Ricardo Costa ha apuntado contra su compañero de banquillo Enrique Ortiz como uno de los finciadores del PP valenciano. Según ha relatado en su confesión ante el tribunal de la Gürtel valenciana, aportó 350.000 euros en B al partido. El constructor alicantino y presidente del Hércules se ha visto ya implicado en otros casos de corrupción en la Comunidad Valenciana. Sus conversaciones con la exalcaldesa de Alicante Sonia Castedo en el marco del caso Brugal reflejan la 'intimidad' de sus negocios con la política. Para él, hacer regalos a políticos era algo habitual en sus negocios. Entre otras cosas, regaló tres bungalows a los hijos de exalcalde Luis Díaz Aperi. Los tres han acabado procesados por el caso Brugal.

En su escrito de defensa para el macrojuicio Gürtel, ya visto para sentencia, reconoció haber participado en la financiación ilegal del PP. 

El antiguo dirigente popular también ha citado a la constructora Secopsa, que habría aportado 15.000 euros. No es la única vez que esta empresa aparece vinculada a la financiación irregular del PP. En el sumario del caso Taula, un asesor de Alfonso Grau reconoció ante la Guardia Civil cuantiosas donaciones de Secopsa al PP valenciano para las campañas de Rita Barberá. Esta empresa fue una de las más beneficiadas por el Ayuntamiento de Valencia: consiguió adjudicaciónes por más de 170 millones de euros por tres contratos relacionados con la limpieza viaria y edificios públicos de la ciudad.

Costa ha implicado asimismo en la financiación irregular a Rover Alcisa, otra empresa que se ha vinculado también con la Operación Taula.