La extrema derecha española ha retrotraído al Ayuntamiento de Madrid a 2004. Fue ese el año en el que se aprobó la Ley contra la Violencia de Género y, desde entonces, cada 25 de noviembre, se lee un comunicado oficial aprovechando que se celebra el día para la erradicación de este problema.

Por ello, una periodista de HuffPost, Yolanda Domínguez ha abierto una convocatoria para no dejar impune que Vox, en solitario, haya provocado que no se realiza este acto en el Consistorio. Para ello, la columnista especializada en comunicación y género ha organizado a través de su Twitter personal una manifestación masiva.

Tuits de Yolanda Rodríguez

“Propongo que nos presentemos el día 25 a las doce 1.027 mujeres con los nombres de las 1.027 mujeres asesinadas en la puerta del ayuntamiento de Madrid. Sólo necesitamos una imprenta que nos imprima los 1.027 nombres (tengo la lista) ¿Os apuntáis?", preguntaba en primera instancia.

Después de que la petición se volviera viral, Domínguez confirmó la convocatoria: “Para participar sólo hay que presentarse allí a las 12, yo llevaré los carteles impresos con los nombres y los repartiré. Mujeres y hombres bienvenidos también”.

La extrema derecha y el negacionismo

El Grupo Parlamentario de Vox en la Asamblea de Madrid ha vuelto a impedir de nuevo este jueves que se lea una declaración institucional con la que se pretendía rechazar la violencia de género, como ya hizo el mes pasado con el Día de la Niña al no condenar los "vientres de alquiler"

Vox también impidió el pasado 3 de octubre que saliese adelante una, en ese caso relativa a las víctimas de violencia de género. Los de Rocío Monasterio querían incluir "a todas las víctimas" en el texto propuesto, también a "niños y mayores, que en situación de vulnerabilidad pueden sufrir violencia".

En declaraciones a los periodistas en los pasillos de la Cámara regional, la portavoz de Vox, Rocío Monasterio, ha explicado que esta vez hicieron su propia declaración y que si los demás se quieren sumar a ella "serán bienvenidos".

La declaración institucional en el Parlamento tiene que ser por unanimidad y ha indicado que discrepan de algunos puntos de vista de la que el resto de grupos habían presentado.