Cuando dos voces que vienen de rutas diferentes se encuentran, suele pasar algo interesante; a veces, incluso incendiario. Ese es el caso de Pero Yo Sí, la nueva colaboración entre la argentina Yami Safdie y el mexicano Carín León, un tema que se despliega con la fuerza de un desahogo colectivo y que llega hoy con la promesa de convertirse en uno de esos himnos que se cantan con el alma en la mano. La canción, dentro del marco del nuevo álbum de Safdie, Querida Yo, emerge desde la intimidad del dolor ajeno pero con un filo que traspasa fronteras emocionales y geográficas.

Porque no es solo un single más: Pero Yo Sí es una pieza que nace desde una premisa sencilla pero universal: la historia de ese ex que es mejor dejar atrás, sobre todo cuando el daño no fue propio sino ajeno. Safdie lo dedica al ex tóxico de una amiga, una narrativa que cualquiera podría haber escuchado en una sobremesa con amigas, en un chat grupal o en un audio de madrugada. Y en ese espejo colectivo radica parte del magnetismo del tema: estamos ante una canción que habla de lo que no se barrió bajo la alfombra, de lo que queda vibrando cuando el vínculo se detiene pero los estragos continúan.

En su composición y puesta en escena musical, el single encuentra un equilibrio cuidado y potente entre dos ADN sonoros: el pop emocional, confesional, casi diario íntimo que caracteriza a Yami, y la fuerza de arraigo, tradición y desgarro interpretativo que define a Carín León, referente absoluto de la música mexicana contemporánea. La unión, lejos de sentirse forzada o estratégica, fluye con la naturalidad de un encuentro necesario, como si ambos artistas hubieran encontrado un punto medio donde la sensibilidad no solo convive con la potencia, sino que se amplifica.

Pero más allá del cruce estético, el fenómeno viene gestándose desde antes del lanzamiento oficial. Apenas días después de que Safdie compartiera un adelanto del tema en TikTok, el fragmento superó las 10.000 creaciones, anticipando lo que podría ser un nuevo hit orgánico alumbrado desde la comunidad digital. 

La colaboración no solo suma para el single, sino que se posiciona como uno de los momentos más intensos del tercer disco de la artista, Querida Yo. El álbum, cuentan desde el entorno de la cantante, profundiza en escenarios de autoestima, vínculos y maduración personal. Allí, Pero Yo Sí se convierte en un estallido, una ruptura lumínica dentro de un mapa emocional más amplio, una pieza que no solo expone la herida sino también la fuerza necesaria para ponerle nombre.

Del lado de Carín León, el proyecto encuentra una figura consolidada e imprescindible dentro del paisaje latino actual. Desde el inicio de su carrera solista en 2018, León ha derribado géneros y fronteras con una naturalidad casi inquietante: ha fusionado sonidos regionales con pop, rock y texturas globales; ha ganado múltiples Latin Grammy, un Grammy internacional y certificaciones que avalan la potencia comercial y artística de su trabajo. Su presencia en escenarios como Coachella, Viña del Mar o el Grand Ole Opry lo posiciona como un embajador global de la música mexicana, un artista capaz de dialogar con Bon Jovi, Carlos Santana o C. Tangana sin perder identidad. Y en 2026, su carrera alcanzará otro hito histórico al convertirse en el primer latino en presentarse en la Sphere de Las Vegas.

Safdie y León no solo estrenaron una canción. Estrenaron un espejo, un puñal y una caricia. Un himno que, desde el desamor prestado, invita a crecer.

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