Trece meses después de zambullirse en su proyecto más personal, Roy Borland lo cierra con el lanzamiento de Cena, un EP con cinco canciones que tienen bastante de autobiográfico, mucho de artesanía y abundancia de sofisticación. Como regalo y broche también se presentan dos nuevas versiones acústicas y vídeo del tema Sal, el que abrió la lata de esta Cena que ha transformado al propio Borland.

En aras de conocer su nuevo proyecto, ElPlural.com ha mantenido una charla con Ray Borland.

P: Viniendo hacia aquí, estaba viendo tus stories. ¡Y has perdido la guitarra!

R: Ya tenemos noticias y está localizada. Me la he dejado en el maletero del taxi.

P: ¿Eres muy despistado?

R: A otro nivel. Pero no me preocupa nada. Sé que soy despistado y lo tengo dentro. Y no se puede trabajar en eso.

P: Se mejora, eh.

R: Es muy difícil

P: Pues yo he mejorado en ese aspecto muchísimo. He perdido de todo. Pero se mejora.

R: ¿Cómo?

P: Un poco el paso del tiempo te va educando en ello.

R: Ya. Simplemente vas mejorando con el tiempo. ¿Qué he aprendido hoy? Mirar siempre en el maletero. También he perdido móviles en los taxis. Y siempre que salgo de uno, me fijo a ver. Y aunque no haya metido nada previamente, ahora miraré siempre el maletero.

P: Yo también tengo una técnica. Y es imaginarme la reacción de mi padre. En plan, he perdido algo, le he defraudado. Tengo un trauma yo creo.

R: (Ríe) Mis padres también son un poco así. ¿Pero qué queréis que le haga? La de aviones que he perdido también… Estoy en otro nivel.

P: También me ayudó dejar de fumar ciertas cosas.

R: Claro

Roy Borland (1)

P: Bueno, vamos al lío. Espesso es un álbum prácticamente en inglés y ahora has optado en Cena por el español. ¿Hay una decisión detrás?

R: No. Simplemente, en aquel momento hablaba en inglés y en este en español. Mi círculo ha ido cambiando y ya está. Ha sido algo natural.

P: Es curioso el efecto que tiene en la musicalidad el uso de un idioma u otro.

R: Da para una conversación muy larga ese tema. Pero se puede definir con que cada idioma tiene su propia forma de representar las cosas. Hay palabras que existen en español que dicen mucho de la personalidad de aquel que lo habla. Me encanta por ejemplo cómo define esto Serrat en Mediterráneo. Ese sentimiento se puede experimentar en todas las lenguas mediterráneas. Hay términos y expresiones que los sajones no tienen. Hay cosas a las que nosotros necesitamos darle diferentes palabras y ellos tienen solo una. Y viceversa. Hay una cosa muy curiosa. Yo tocaba en la calle con José Domingo. Él hablaba en español y yo traducía al inglés. En un momento, dijo: ‘Ahora vamos a guardar los instrumentos, muchas gracias”. Entonces yo traduje: “We are leaving and… y me puse a pensar” ¿Guardar? ¿En inglés? Me di cuenta de que no existe. Guardar el instrumento dentro es put the instument in, pero ese put in, no suena bien. No es como el sentimiento de guardar, de proteger. Y tampoco puedes usar protect.

P: ¿Y eso crees que es por ese concepto tan ligado al mediterráneo, al latino, de los cuidados, el afecto, la atención?

R: Exacto. A través de las lenguas se demuestra el interés de cada sociedad. El inglés va más de la fónica. De cómo suena. Tú te puedes permitir ser muy cursi en inglés y te lo pasan. Aquí no. Somos mucho más familiares. No te van a pasar el te quiero o te amo. Es muy intenso, muy fuerte. Allí, por ejemplo, lo tienen normalizado.

P: Es que tiene un significado tan profundo que no se puede utilizar a la ligera.

R: El inglés está hecho para el small talk, que son las típicas conversaciones cuando no conoces a alguien. Es algo fácil. Y puedes decir i love you, man o i love your music. En español si dices te amo a un desconocido, suenas demasiado intenso. Del lenguaje, yo exploro lo que más me representa.

P: Espesso lo estructuraste como una relación. De la euforia a la melancolía de la ruptura. En Cena, tienes Sal, Limón, Tequila, Chin Chin, entre otras. ¿Este culto a la ebriedad es consecuencia de dicha ruptura? ¿O es una chorrada que me he montado yo?

R: Es una buena chorrada (Ríe). Es un concepto muy sencillo y estoy tratando de salirme de los líos en los que me meto a raíz de los conceptos. Es un despertar. De, simplemente, hacer canciones. Algo bueno, bonito, simple. Ya está. 

P: No tan simple.

R: Siempre tiene sus detalles. Pero en general son canciones que tienen nombre de una comida. Y se reúnen bajo el nombre de Cena porque me parecía vibrante.

P: Pero falta un plato gordo a esa cena.

R: Es que nunca llega.

P: Con lo de simple me refería a Tequila. “Cuando te mire y me miraste yo pensé seguro que me va a joder pero da igual”. Qué masoquistas somos los seres humanos por amor. Es dura esta canción, porque hay bastante sufrimiento cuando uno está en dicha posición. “Me acostumbre a pasarlo mal ya me da igual”. Esto esconde más dureza y tristeza de la que aparentemente parece.

R: Yo nunca he sentido eso pero sí un amigo mío. Y estuve muy dentro de su historia. Espero nunca vivirlo en carne propia. Y no tengo por qué hacerlo. Cuando tú conoces a alguien y reconoces sus actitudes manipuladoras y negativas, puedes llegar a evitar esas situaciones. Un manipulador no suele ser buen manipulador. Le puedes ver. Oler. Hay que ser tajante. Esta canción la compuse con Lola Índigo y ella estaba pasando una cosa parecida. La frase de "sé que me va a joder" es suya.

P: ¿Te gusta el tequila?

R: Mucho. 

P: ¿Alguna marca especial?

R: No he especificado mucho. Simplemente me gusta. Solo el tequila, el alcohol no. Es una experiencia.

P: ¿Y el mezcal?

R: Incluso más. 

P: Pues es aún más peligroso.

R: (Ríe) Lo primero de todo: no me gusta el alcohol. Nunca lo bebo. No tiene un efecto positivo en mí. Pero el tequila... Solo chupitos en momentos de celebración. He bebido pocos pero me los he gozado. 

P: ¿Qué tal trabajar con El Kanka?

R: Es el mejor de la historia. Y siempre le he admirado. Recuerdo que hice una cover  suya y un me resubió a su Instagram, estando yo en 1º de Bachillerato. Y me quitaron el móvil por la que monté en clase cuando recibí la notificación. Y con este tema, Limón, pregunté a la discográfica si podrían preguntárselo a El Kanka. Y aceptó. Me escribió personalmente para decirme que le había parecido un tema muy bonito. Y que le encantaría cantar en él. 

P: ¿Es algo habitual esa generosidad en la industria?

R: Al final hay gente de puta madre en todos lados. Y malísima. No depende del círculo sino de los individuos. Hay gente que es increíble y uno de ellos es El Kanka. 

P: Me han gustado mucho las animaciones de los videoclips.

R: Son obra de Oli Reis. Me escribió por Instagram. Vi sus movidas y me encantaron. Hablamos y me creó un personaje. Me enseñó la animación, hablé con Sony y le trajimos desde Costa Rica. Ahora vive en Alemania. Y estuve presente en la dirección y la animación. De Sal, solamente. Luego me fue preguntado ideas y se ocupó del resto.

P: Hiciste un poco como El Kanka contigo.

R: Básicamente. Pero bueno, soy mega fan de la animación. 

P: ¿Anime?

R: No me gusta. No conecto con el anime. A mí lo que me gusta es Pixar.

P: Me imagino que con Soul flipaste.

R: Es una locura. Mucho más profunda de lo que la gente cree. Hasta el nombre. Es una película preciosa. Y El Libro de la Selva. Es una película que no sé cómo podía existir en su época. 

P: Bueno, y habéis colado un desnudo en YouTube. Enhorabuena.

R: Es lo primero que le dije. Al ser animación teníamos opciones infinitas. Y YouTube no va a poder decir nada. Y cuando estás con una chica no es nada guarro mostrar que está desnuda.

P: El clip del acústico de Sal. ¿Está grabado con un fondo de Windows?

R: Es simplemente un día que estaba paseando por el Parque Juan Carlos II... o I.

P: Primero, primero. Esperemos que no haya otro segundo.

R: (Ríe). Pues en el parque de ese cabrón, vi una pradera y dije: 'Es un puto fondo de Windows". Lo hicimos todo improvisado. 

P: ¿Estar en una gran discográfica te permite una total libertad creativa?

R: Obviamente. Hago lo que me da la gana y a Sony le encanta. Y menos mal. Porque así es cómo me gusta que funcionen las cosas. 

P: ¿Qué tienes en mente para el futuro?

R: El año que viene va a haber un gran cambio. Que ha surgido dentro de mí. He cambiado muchos puntos de vista y he eliminado mucha toxicidad de mucha gente. Y eso se refleja en la música ya que no tengo miedo a explorar sitios nuevos. Y lo que voy a sacar no va a ser nada de lo que se espera nadie que me haya escuchado anteriormente. Y si lo hace, enhorabuena por visionario. Ahora mismo me estoy centrando en otros puntos de creación musical. No me gusta estancarme y mi único miedo en la vida es que se pare la creatividad. 

P: El temor de todo artista

R: Estoy haciendo música que la escucho y noto que está lejos del concepto de música que tenía antes. ¿Hasta cuándo estará cambiando? ¿Es bueno que siga cambiando? ¿Es malo que pare? Mi mentor máximo, aunque no le conozca, es Kendrick Lamar. Es un pensamiento. Una persona máximamente creativa. Mil veces más que yo. Y cómo sigue empujando. Habla del miedo a perder la creatividad. De forma abierta. Y yo quiero pillar su confianza. Y no caer en lo que el público quiere. Aprecio que me escuchen pero alguien creativo no puede permitir que sea el público quien decida. 

P: Para terminar voy a pedirte unas recomendaciones. Lo primero, un álbum. 

R: Mi disco favorito es To Pimp a Butterfly, de Kendrick Lamar.

P: Libro.

R: Leo bastantes movidas de ciencia. Me encanta una obra muy sencilla que se llama La Ley de Zipf que es un concepto que todo el mundo debería conocer. Es una ley sobre el 20% y el 80%. Se demuestra con este ejemplo. En mi Spotify, la primera canción es probable que tenga el doble que la siguiente. O muy cerca. Cuando algo está arriba, sigue arriba. Y lo alimentamos más. Cuando un árbol es alto, sigue creciendo. Si es pequeño, nunca será alto. 20% es difícil, 80% es fácil. Lo he explicado fatal pero es un gran concepto.

P: Y película.

R: Me encanta Boogie Nights, de Paul Thomas Anderson.