Piezas entra por la puerta de la redacción de ElPlural.com. Gigante calmado, barba perfectamente perfilada, trae bajo el brazo un doble álbum. No sé si a alguien más menudo le cabrían 20 canciones en sus manos. A él sí. Dual es un doble disco en el que vemos sus dos versiones. La sosegada y la macarra. La pureza y la chulería. La introspección y la rabia. Con un marcado acento murciano, la leyenda del freestyle reflexiona sobre su nuevo trabajo, la creación de contenido, la paternidad y el Real Madrid.
Pregunta: Seis años después de Panorámica, sacas Dual. ¿Cómo te sientes?
Respuesta: Liberado. Nada de lo que pueda pasar con este álbum puede ser peor que todo el proceso vivido hasta su salida.
P: ¿Y eso?
R: Escuchábamos el álbum y había cosas que no nos encajaban. He tenido que reescribir cosas y cambiar conceptos de canciones que ya estaban hechas, instrumentales… ha sido un proceso muy pesado. Un disco de 10 temas te permite algo más de liberación, pero ¿20 temas? O eres muy selectivo o puede convertirse todo en un sin sentido. Creo que lo hemos evitado.
P: ¿Te imaginabas tanto tiempo?
R: Qué va. Ni que iba a hacer 20 temas. De hecho, Dual son dos álbumes en uno.
¿Qué pasa con los que somos independientes y tenemos un público que nos quiere ver?
P: ¿Te identificas en cosas que sentías hace un lustro?
R: Sí. Cuando escribo, soy capaz de estimar qué tiempo de vida tiene determinado tema. Además, no juego lo suficiente con la actualidad como que algo que dilato en el tiempo acabe siendo errático. Trato aspectos más trascendentales y profundos y, quizás, al final meto algunas pinceladas de actualidad.
P: En Dual nos encontramos con dos Piezas bien diferenciados.
R: En la cara A soy Jose y en la B, Piezas.
P: ¿Cuesta pasar de uno a otro?
R: No me cuesta porque soy la misma persona. Sin embargo, Piezas es más irreverente, anárquico, déspota, bocazas y ególatra. Jose es con quien convivo en mi día a día. Una persona familiar, tranquila y a veces con sus fantasmas y quiebros.
P: ¿Cómo aparece Piezas en la vida de Jose?
R: El apodo me lo pusieron en el barrio. Me robaron la bici delante de mis narices y acabé construyendo otra con piezas que fui pillando por ahí. La gente siempre ha pensado que es por el grafiti, pero es por una bicicleta.
P: ¿Ser padre ha cambiado tu forma de ver el arte?
R: Lo fui en 2011 y tanto en Melancolía como en Panorámica se notó. Los álbumes más reflexivos y maduros vienen acompañados de la paternidad. No sé si te cambia de forma permanente, pero sí te desordena la vida. Aparece una persona más importante que cualquier otra cosa y empiezas a crear desde ese ángulo. Te sensibiliza en el plano artístico, te cambia como ser humano y todo eso se nota en la música.
P: ¿Y qué tal llevas el ser padre de una adolescente?
R: Fatal, es terrible. Entiendo tanto a mis padres ahora…
La derecha me genera mucho rechazo
P: Y eso que su padre es rapero.
R: La llevo a conciertos por ahí y eso le gusta. Sin embargo, en el día a día no tiene un padre rapero. Para ella es una figura autoritaria contra la que un adolescente siempre se va a rebelar.
P: Hay mucho Twitter en el disco. Y mucho Twitter Real Madrid. Por ejemplo, la lista de la compra de Sanchís.
R: (Ríe) Eres el primero en entender esa barra. Formo parte de Twitter fútbol, pero no reúno las suficientes taritas que tienen algunos por ahí, especialmente las que se relacionan con el racismo y el machismo, comportamientos que no me identifican. Sin embargo, me divierte mucho Twitter.
P: Hablas del profesor Villarroya. Madridista de izquierdas, como tú.
R: Existimos y es verdad que somos pocos. Me sorprendí mucho cuando Nega de Los Chikos del Maíz dijo que era del Madrid. No creo que pueda haber alguien en España que pueda odiar más a Florentino y todo lo que tenga que ver con el Madrid... Sin embargo, es madridista.
P: También tocas aspectos de la derecha rancia como Alvise Pérez, Desokupa o Pablo Motos.
R: Me generan mucho rechazo. Tienen proclamas y principios muy alejados de la realidad que vivimos. Pienso en personas de 30 años que viven con sus padres y apoyan a todos estos agitadores. Su realidad no se parece a nada de lo que proyectan estos. Se preocupan por la ocupación, pero no saben poner un lavavajillas. Encima sobre una problemática que es una farsa. Por desgracia, conozco a mucha gente así.
Me conformo con que genero lo suficiente para vivir
P: En el disco también te quejas del cartel del Viñarock al destacar que son los mismos de siempre.
R: Es que cogen 15 grupos base y todos los años lo mismo. Entiendo que hay que llenar el recinto, pero dale la oportunidad a otros artistas. Además, es por las agencias de management y eso me toca los huevos. No te venden artistas, te venden packs. Si te llevas a estos dos que te llenan todo, te meto otros diez por el mismo precio. ¿Qué pasa con los que somos independientes y tenemos un público que nos quiere ver? ¿Por qué tengo que ceder ante una agencia de Madrid o Barcelona y no puedo hacerlo igual de profesional con mis amigos de siempre?
P: Has sido valiente con la crítica porque es muy fácil meterse con los festivales con todo lo referente al fondo pro israelí.
R: Bueno, yo ya tenía la puerta cerrada. En el Viña toqué una vez y fue por Red Bull. Esta letra igual es de 2020 y sigue siendo actual. Uno no puede ponerse en los zapatos de otros ya que hay situaciones de extrema necesidad que te llevan a aceptar cosas que ideológicamente no te representan. Sin embargo, si estás proyectando ciertas cosas en tus canciones, tienes que ser consecuente con ellas. Es un absurdo defender a Palestina y luego acudir a un festival en el que participa un fondo pro israelí. Y eso que puedes defender tus principios hasta cierto punto porque el sistema te acaba comiendo.
P: ¿Cómo gestionas tu público al ser rapero, freestyler y creador de contenido?
R: En algunos momentos se hace difícil ya que el ego artístico te hace difícil disfrutar de las ventajas que tiene el mundo de la creación de contenido. Si estoy en un stream hablando de mi disco y mi comunidad empieza a hacerme preguntas, estoy encantado. Pero si se cuela un outsider y te exige que reacciones a no sé qué batalla, te pones de mala hostia. A veces se hace difícil, pero soy el mismo en todas mis facetas. Me comunico con el público de la misma manera y lo disfruto por igual. Te mentiría si te dijese que disfruto más la creación de contenido que la música, pero es más rentable ser creador de contenido que músico. Me conformo con que puedo vivir en torno a mis pasiones, algo que nunca hubiera esperado viniendo de dónde vengo.
P: ¿No se hace duro tener que sentarte muchas horas delante del ordenador cuando igual ni te apetece?
R: A veces cuesta. Hay días que no tienes ánimos, vas con los huevos revueltos, te esfuerzas y te sale mal. Te calientas y acabas contestando mal a alguien. Eso también va con mi personaje porque no me asusto. A la gente le gusta que hable mal y vacile. Por otro lado, pasa todo lo contrario. Llegas jodido y tu gente te saca de un mood negativo. En vez de quedarte mal en el sofá, te pones a trabajar y sales renovado. Es difícil por la sobreexposición más que por otra cosa. Al final es un trabajo en el que tú decides cuánto tiempo quieres pasar.
A veces, la violencia es el camino porque te enseña
P: Hay mucha toxicidad, también.
R: Sobre todo en el freestyle. Cierro los directos, me voy con mi mujer al salón y no me llevó esos problemas. O si me han bajado las visitas. Me conformo con que genero lo suficiente para vivir. La frustración viene de que hay gente que cree que puede hacer lo que quiera por internet y no afronta la realidad. Yo me puedo mover por todos los camerinos y lugares del mundo de la música y no me va a pasar nada porque no le meto la pierna a nadie. Luego hay gente que crea contenido tóxico, mete la pata todo el rato y no afronta la realidad. Yo vengo de una época y una generación en la que si le decía algo a alguien más grande que tú, te daban en la oreja. Y aprendías en el acto. Sin debates ni discursos. A veces, la violencia es el camino porque te enseña.
P: Estar a ambos lados también te enseña ya que habrá muchos artistas que no lo entiendan.
R: Es cierto que no soy un perfil que la gente se esperara que pudiera meterme a crear contenido debido a la música que hago. Si te digo 10 raperos que van a acabar stremeando, nadie me elegiría a mí. Y creo que he conseguido acercar a varios artistas a mi rollo.
P: Kase.O, por ejemplo.
R: Y vino porque él quiso, no porque le buscase. Me escribió Doble Cero y me dijo que Kase.O quería venirse a mi canal a ver batallas contigo. Y yo: ¿qué? Llegué un domingo con una resaca increíble de una FMS y ahí estaba. Ni le conozco en persona.
P: Un día te leí una cosa que me pareció muy emocionante. La historia de tu abuelo y la represión que sufrió por el franquismo.
R: Ojalá hubiera podido alargarle la vida. Murió cuando tenía ocho años. Fue teniente del Ejército de la República y luchó contra el fascismo. Le encarcelaron unos cuantos años y me llegó toda la documentación. Al leerla veía todas las injusticias y cómo se le denegaban cosas constantemente. Además, al declarar, nunca delató a nadie. Finalmente, salió de la cárcel cuando ya le daban por muerto y por un error. Se quedó muy delgado, perdió los dientes, con la mano inútil por un tiro y esa degradación física, conllevó a que no le reconocieran. Al salir, tuvo varios hijos, entre ellos mi madre. Así que se puede decir que estoy aquí gracias al error de un fascista. Imagínate de dónde viene mi vinculación política. Mi abuelo estuvo en primera línea de fuego y luchando por libertades.
P: Antes de termina, me gustaría preguntarte por el potencial artístico de Murcia.
R: Eso es el paparojate y el bando de la huerta. Murcia es la tierra prometida del talento. Somos grandes olvidados, pero hay un gran abanico de artistas en todos los registros musicales. A la vista está. Es una pena porque muchos no tienen el impacto que se merecen pero también es bonito reivindicares. Aunque sea del Real Madrid, en la vida mola mucho ser del equipo pequeño.