Albert Pla no responde entrevistas, las sabotea con lucidez. Un ser mágico que, en tono pausado, afirma no estar informado, pero al mismo tiempo, reflexiona de forma brillante sobre el mundo que le rodea. Dice que se parece a Franco y que Antonio Escohotado era "un pobre imbécil redomado, pedante y pesado de cojones". Afirma también que en las entrevistas suelta "la primera tontería" que se le ocurre. Sin embargo, al transcribir la conversación, uno no percibe ni una. Además, con su primera respuesta, persuade al entrevistador para que la entrevista no este encabezada por un titular mal intencionado, a pesar de haber tantas posibilidades para hacerlo. Como periodista, eso te hace ser menos leído, pero quizás, más íntegro.

P: Repasando entrevistas tuyas, he percibido que los periodistas buscan hacerte preguntas solemnes las cuales te importan bastante poco.

R: Es que la mitad de las preguntas que me hacen son sobre temas que me sorprenden y de los que no estoy informado. Suelto la primera tontería que se me ocurre y eso que lo aviso. Se me pregunta sobre el rey, el Gobierno y no se qué.

P: ¿Por qué crees que sucede?

R: Supongo que hay muchos periodistas que tienen ganas de que diga ciertas cosas, les hace ilusión que saques un disco y que titular sea me cago en… Shakira, por ejemplo. O en Felipe González. O que diga Visca Cataluña o que España es una mierda. 

Me importan una mierda las inquietudes de la gente de ciudad

P: También he visto que se utiliza como ejemplo para legitimar ciertos pensamientos políticos.

R: Y artísticos. A todo el mundo le gusta que digas lo que él piensa y legitimes su pregunta. 

P: ¿Te sientes parte de alguna ideología?

R: Yo soy yo, tengo mis ideas y las cambio cada dos por tres. 

P: En una entrevista dijiste que tu droga favorita era “pensar”. 

R: En momentos de soledad, pienso en cosas que son interesantes para mí. Es un hobby. Cómo hacer canciones, espectáculos o llevar a cabo ideas que tengo. Me gusta hacerlo. Acabar una canción me provoca tristeza porque dejo de pensar en ella.

P: Una especie de luto.

R: Es un momento de disfrute. Pienso en la canció, puedo ir haciéndola durante años y la tengo siempre dentro junto a otras mil cosas. Cuando se va, no llega a ser un luto, pero dices: "jolines, ya nunca voy a volver a estar ahí". 

P: En el Gallo Eduardo Montenegro te preguntas si fue antes el huevo o la gallina. ¿Has llegado a alguna conclusión?

R: Esa pregunta es el resumen de las cuestiones que se hace la humanidad. No son ni buenas ni malas, son tontas. Pero es ahí donde comienzan las fantasías humanas, donde se crean las mentiras y convicciones por las que llegamos hasta el punto de matar a quien piense lo contrario. 

P: ¿De qué manera te ha forjado vivir alejado de la ciudad?

R: A la gente no la divido entre catalanes/castellanos, pobres/ricos, o negros/blancos. Lo hago entre urbanitas o de campo. Cuando vas a un pueblo del país que sea, la gente es igual. Y si vas a una ciudad, también. Preguntas qué tal y te contestan que tienen mucha prisa, mucho curro. Siempre están igual. Me he vuelto un poco racista porque las inquietudes de la gente dentro de la ciudad me importan una mierda. Es un mundo muy extraño que transmite infelicidad.

P: Hace poco volví a ver el programa Carta Blanca junto con Escohotado y Bebe en el que analizáis las drogas. ¿Qué recuerdas de aquel momento?

R: Recuerdo tener la sensación de que Escohotado era un pobre imbécil redomado, pedante y pesado de cojones. Es una raza española muy común. Comunistas que te dan la barrila cuando son comunistas y luego cuando se hacen fachas siguen haciéndolo. Enfocan los temas mal y regañan a los demás por no hacerlo como ellos. Léase Escohotado o Jiménez Losantos.

P: ¿Cuál es tu visión actual sobre las drogas?

R: No las puedes generalizar ni recomendar. Tampoco prohibir porque cada uno hace con su cuerpo lo que quiere. Hay gente a la que le sientan bien y a otros muy mal. Hay quien no las prueba y otros las necesitan. También hay gente que abusa y gente que no. Todo son contextos. 

P: ¿Legalizarlas es una solución?

R: Como mucho despenalizar. Además, ya hay muchas drogas legales. Los derivados de los opiáceos son medicinas comunes cuyo control recae en los médicos y el Estado. 

P: Acabas de lanzar Todo me va bien con Kaseo. ¿Qué significa eso?

R: Es lo que dice todo mundo. No me he inventado nada. Te encuentras a alguien y le preguntas cómo está. Se le ha muerto el padre y ha perdido el curro, pero quiere hacer gimnasia y todo le va bien.

P: Afirmas haber sido “Influenciado por José Luis Perales y Bad Bunny”.

R: Siempre he dicho que la música en general no me gusta demasiado. Los artistas que más me influyen son los que menos me gustan. Los que me hacen pensar que yo no haría una cosa de determinada manera. Cuando voy al cine o al teatro, lo mismo. 

Nunca he tenido que gritar porque la gente me ha escuchado

P: Me gustaría repasar la historia de Joaquín el Necio, la rumba en la que analizas la figura de un hombre que cree que su mujer le ha puesto los cuernos con un negro porque la tiene más grande que él.

R: En Joaquín el Necio o en Enterrador de Cementerios me reía de personajes que, por lo visto, siguen existiendo. Cuando hice esa canción, no había visto a un negro en mi vida. Se hablaba de ellos mucho peor que ahora y su punto de vista no estaba al alcance de la gente. Me gustaba reírme de los putos machistas y racistas que había antes. Era graciosamente cruel. 

P: El susurro es un aspecto bastante recurrente en tu obra. Y más aún en las canciones más brutales.

R: Empecé por necesidad y luego no vi la razón de tiener que gritar ni hacer mucho ruido porque lo que dices pierde fuerza. Es una cuestión de simple supervivencia. En el teatro todo el mundo está callado y si empiezo a darle caña, se empiezan a despistar. Nunca he tenido que gritar porque la gente me ha escuchado. 

P: Y hay veces que haces canciones muy muy largas. La Colilla, por ejemplo.

R: Las canciones son casi un ejercicio de autocensura. De explicar con poco y de forma precisa lo que quieres contar. La Colilla está muy acortada teniendo en cuenta todo lo que quería decir. 

P: ¿Qué te despierta las ganas de escribir?

R: Hacer canciones es inevitable. Es algo que no me propongo. Me imagino que a todo el mundo le pase y nadie sabe de dónde sale el primer input.

P: La niñez también está muy presente en tu carrera.

R: Si me concentro, lo  primero que me va a salir siempre es una canción en catalán para niños. No sé por qué me salen. Intenté hacerlo en castellano y me salió miedo, canciones terroríficas para niños. Aquí en España si haces algo en catalán es como si no lo hubieras hecho, pero mis canciones más populares son para niños. Hay tres o cuatro que las cantan todos los niños en Cataluña y eso es lo que más me gusta. Soy como Franco, me conocen todas las abuelas catalanas y los niños.

P: Me parece muy bonito ser la banda sonora entre una madre y su bebé.mus

R: Hay gente que te viene diciendo que se pone tu música para follar. Pero también madres que te explican lo que sucedía cuando le ponía mis nanas a sus bebes. Ahí ya… 

Súmate a El Plural

Apoya nuestro trabajo. Navega sin publicidad. Entra a todos los contenidos.

hazte socio