Paula Puerta Reyes, se define como una coctelera en origen: gaditana nacida en El Puerto de Santa María, sevillana por elegir allí su vida y residencia y casi cien por cien malagueña de Estepona por sus recuerdos vitales y experiencia profesional como periodista. Paula representa claramente un ejemplo de que la actividad creativa de la escritura, puede tener la justa recompensa -y objetivo de todo autor/a- de ser leída tras conseguir la fórmula compleja y difícil de ser publicada su obra.

Y es ejemplo en ello porque atesora una importante experiencia en la búsqueda de ese objetivo en unos momentos que no son los más propicios -y no solo ahora por la pandemia, el problema viene de antes- para el mundo de la cultura. Lo aprendió tocando el cielo del éxito con su primera novela, Teclas rotas de marfil, una obra  que llegó a situarse en su primera edición durante más de un mes entre los ebooks más vendidos en Fnac. Un libro que parte de una singular pregunta ¿Qué pasaría si descubrieras que algo que ha condicionado tu vida no sucedió como te lo han contado?

Ahora Paula con su nueva entrega, Pieles mudadas espera llegar a ese mismo alto nivel de lectores que obtuvo con Teclas rotas de marfil. A su favor, la pasión que imprime a todo lo que hace, la experiencia acumulada y el camino recorrido en el mundo de las editoriales y plataformas, además de hallarse ya en la mente de numerosos lectores y del orbe cultural como una escritora “de calidad”.

Un triángulo sospechoso en el mundo de la alta gastronomía

El argumento de la novela vira sobre un triángulo lleno de sospechas ambientado en el mundo de la alta gastronomía. Partiendo de un hecho simple como qué sucedería en un restaurante condecorado con estrellas Michelín si un cliente devolviera un plato, Paula Puerta se adentra en un mundo sobre el ego y el éxito y cómo desde una vida en apariencia perfecta se llega al submundo de las drogas y la desestructuración familiar.

En esa pasada tarde sevillana y sabatina de ¡¿cómo no?! sol y calor, Paula nos comenta  su satisfacción por el hecho de que la larga gestación intelectual haya llegado a buen fin con la publicación en Amazon desde el pasado lunes de su segunda novela tanto en versión papel como Ebook. Y pasamos al turno de preguntas.

Juan Luis Valenzuela: ¿Qué significa  y qué representa “Pieles mudadas”?

Paula Puerta: “Es una trama compleja en este caso, cuyo título hace referencia precisamente a esas pieles mudadas que vamos dejando atrás a medida que vamos viviendo. Trozos o vivencias que conforman nuestro presente. ¿Qué pasaría si un día dejamos de recordar parte de esa vida? ¿Cómo afrontaríamos el presente? Otto Haro, un cocinero de éxito, excéntrico y politoxicómano, intentará cambiar su destino tras un grave incidente y la muerte de un ser querido. Sin embargo, ese cambio supondrá una serie de consecuencias que pasarán por una historia de amor, pero también por un grave accidente: el eje que vertebra esta historia que coquetea con el suspense y que juega con el tiempo y los espacios como sello personal.

Una joven aprendiz de cocina y una pediatra a la que su marido presuntamente ha dejado conforman el elenco de una trama que ahonda en las miserias humanas, en las paradojas de la vida, en la complejidad de las relaciones familiares y en la dicotomía destino vs elecciones. Otto se verá obligado a buscar las piezas del puzzle en el que se convierte su vida, viéndose envuelto en una historia en la que nada es lo que parece y en la que lo sorprendente pretende pillar desprevenido al lector.

Tras esta primera pregunta me comenta Paula que Pieles mudadas es una novela ágil y que entretiene: los dos aspectos esenciales para querer leer una obra de principio a fin de una sentada. No quiere hablar de géneros ni de estilos, porque cree que ha conseguido demostrar que no escribe algo que haya que encasillar.

Paula Puerta, escritora

JLV: ¿Por qué ese título?

P. PUERTA: El título en principio no era ese. Pero en la línea del caos intelectual en el que vivo instalada por voluntad propia, dejé que la historia fluyera y se fuera creando sobre la marcha. Además de perfilar de esa manera tan anárquica la dinámica, la trama o los personajes, fue la manera en la que al final se terminó llamando la obra. Es tanto ese caos el que gobierna mi escritura que dos días antes del lanzamiento decidí entre las dos opciones que había, tirando una moneda al aire. Algo que sale en la novela y que me define a mí y a parte de la trama que tiene mucho que ver con las decisiones que tomamos y las consecuencias de las mismas: Cuando no sepas qué decisión tomar, lanza una moneda. Cuando esté en el aire, repentinamente desearás que salga un lado. Esa es la decisión que tienes que tomar. Que conste que la frase no es mía.

JLV: El extenso tiempo de enclaustramiento de la pandemia y el largo confinamiento ¿te ayudaron a desarrollar o impulsar la novela?

P. PUERTA: No escribí la novela durante la pandemia, tiempo en el que tuve creatividad cero. Leí mucho y también pensé. Lancé muchas monedas al aire y una de esas decisiones importantes que tomé fue la autopublicación. Decidí que iba a reescribir la novela que tenía terminada desde hacía unos meses porque no terminaba de gustarme. No iba a llamar a ninguna editorial como tampoco iba a concursar en ningún certamen literario. Si bien son las dos vías más frecuentes, también son las menos fructíferas. Una cuestión de estadísticas.

JLV: En ocasiones te he oído hablar de la tribu de los “apátridas editoriales”. Explícame esa categoría de aspirante a ver sus libros entre los lectores

P. PUERTA: No tenía editorial. Esto es importante porque cuando me erijo como defensora de los apátridas editoriales, no significa que yo esté en contra. Nada más lejos de la realidad. No hay duda de que publicar con una gran editorial es siempre lo mejor para una obra, pero es una opción que es improbable en un mercado sometido a una gran crisis en la que la mayoría de sellos ni siquiera admiten manuscritos.
Es increíble e intolerable que ya ni siquiera te contesten los mails personalmente. Correos automáticos te anuncian que no admiten manuscritos lo que genera en los autores una impaciencia que conozco muy bien. Una situación que en un momento dado me hizo llegar a la conclusión de que ni yo ni nadie debía permitir que una editorial determinara la calidad de mi obra o fuera la que dijera si tengo o no talento.

Los datos de las ventas lo dicen. Los consumidores de libros han cambiado su manera de pensar y de actuar. Su manera de consumir, siendo Amazon uno de los mejores y más rentables escaparates

Así es que a modo de protesta precisamente por esta circunstancia me decidí por autopublicar pero también por hacer llegar este mensaje a los escritores: un mail no puede ser el que determine si debes estar o no. Be iconic. ¿Por qué no? Seamos nosotros los que vayamos a por nuestros sueños, cuando además el panorama ha cambiado. Los datos de las ventas lo dicen. Los consumidores de libros han cambiado su manera de pensar y de actuar. Su manera de consumir, siendo Amazon uno de los mejores y más rentables escaparates. 

JLV: Desde tu experiencia y tus largos y duros desvelos por hacer posible la publicación ¿Qué le aconsejarías a quienes escriben y desean ver como un día sus libros llegan al público? 

P. PUERTA: Pues le digo que es mucho más rentable económicamente y con respecto a la repercusión estar en Amazon y conseguir escalar a los primeros puestos que dejarse la piel y las ganas llamando a puertas en las que no se toman la molestia siquiera de mirar más allá de la mirilla. Los tiempos han cambiado y yo apuesto por convertir esta incertidumbre y esta crisis en una oportunidad. Yo lo voy a intentar y tiendo la mano a todos los escritores que quieran autopublicar a compartir todo lo que sé y lo que he aprendido en este camino. 

A fin de cuentas, las editoriales no hacen ya tampoco grandes promociones a menos que seas una pluma de primera. Es una realidad de la que hay que ser consciente en esa carrera por conseguir sello para una obra. La soledad del escritor es un daño colateral que existe en cualquiera de las vías por las que se opte.

Ahora son las editoriales las que cazan los talentos en esas listas de los más vendidos. La realidad es otra y la diferenciación es la única manera de subsistir en un mercado en el que nunca ha sido más fácil publicar, pero en el que también nunca antes ha sido tan sencillo fracasar

Creo que hay muchas herramientas hoy en día, que tenemos muchas posibilidades a nuestro alcance, que el 50% de lo que se compra en Amazon son voces nuevas y que eso es todo un porcentaje o una brecha que hay que conocer y tener en cuenta. Tanto han cambiado las cosas que ahora son las editoriales las que cazan los talentos en esas listas de los más vendidos. La realidad es otra y la diferenciación es la única manera de subsistir en un mercado en el que nunca ha sido más fácil publicar, pero en el que también nunca antes ha sido tan sencillo fracasar. 

JLV: Tras tu largo periplo como periodista y escritora, con decisiones complejas y decisivas en determinados momentos de tu vida ¿Cómo se siente Paula Puerta en estos momentos de su vida?

P. PUERTA: Estoy muy contenta con este nuevo trabajo y bastante satisfecha. Cuenta a favor de ello la ausencia de expectativas y pretensiones, y, en cualquier caso, genera una libertad creativa a la que yo en este momento de mi vida no quiero renunciar. Nunca he sido tan libre, porque nunca he sido tan feliz. He llegado a la conclusión de que una editorial no va a decidir si soy o no una buena escritora. La opinión de los lectores es el único criterio que vale.

Los libros han demostrado durante el confinamiento que son los únicos vehículos capaces de llevarnos hasta lugares donde no podremos ir, cuando esa prohibición afecta a lo que hay incluso detrás de la puerta

No tengo metas porque voy a seguir viajando a mi planeta siempre. A ese lugar donde solo hay soñadores. Donde todo es posible y donde nada es improbable porque todo en la vida tiene algo de probabilidad y ese algo a veces es más que suficiente. 

EL PLURAL: ¿Alguna reflexión sobre la situación que ha creado la pandemia desde el punto de vista de alguien que lee y escribe?

PAULA PUERTA: Los libros han demostrado durante el confinamiento que son los únicos vehículos capaces de llevarnos hasta lugares donde no podremos ir, cuando esa prohibición afecta a lo que hay incluso detrás de la puerta. Yo quiero formar parte, por lo tanto, de algo que es tan mágico. 

Terminamos. Salimos. El calor de los coletazos septembrinos de Sevilla se ha amortiguado algo, solo algo. La calle Betis, esa vía que discurre paralela al cauce histórico del río Guadalquivir, en el barrio de Triana, sigue siendo refugio de quienes buscan el utópico pero imaginable y virtual fresco del estío hispalense. Una conversación a metro y medio de distancia, con mascarilla fija discontinua, un tinto de verano, una caña y unos pepinillos. Seguimos hablando… Paula y esa alegría permanente fundida con energía telúrica muda su piel de novelista y toca otros palos colindantes y limítrofes a la literatura. Pedimos otra ración pero ahora de periodismo, fake news, política y Estepona ¡Siempre nos quedará Estepona!