Sabido es que Steinbeck escribió Viajes con Charley para describir el viaje que hizo con su perro Charley en un recorrido por Estados Unidos. Ir acompañado de Charley le abrió el camino para entablar conversación con los paisanos que iba encontrando a su paso.

Pero hay más mascotas que se han hecho famosas por pertenecer a grandes escritores. A quien le apetezca profundizar en este tema de la fauna literaria, le recomendamos un libro publicado por la editorial Errata Naturae, que se titula Perros, gatos y lémures, y recoge historias de las mascotas de escritores famosos, por ejemplo: nos habla del conocido gato de Cortázar, que era un gato callejero que el autor argentino se encontró por ahí, al que adoptó y llamó Theodoro Adorno. También habla del bulldog absolutamente obeso que tenía Truman Capote, el autor de A sangre fría, al que le escribía postales cuando estaba fuera de casa.

Y no cuenta la entrañable relación de Lord Byron y su perro Boatswain, un terranova al que el célebre quiso mucho, y para quien escribió un epitafio precioso:

"Cerca de este lugar reposan
los restos de quien poseyó
belleza sin vanidad,
fuerza sin insolencia,
valentía sin ferocidad,
y todas las virtudes del hombre sin sus vicios.
Este elogio sería un halago sin sentido
si fuera grabado sobre cenizas humanas.
Pero es un justo tributo a la memoria de Boatswain, un perro."