Javier Puebla ha publicado recientemente en la editorial Algaida, del grupo Anaya, su nueva novela, de gran ambición técnica y narrativa: 'Es extraña la amistad', un thriller singular que llama la atención en el mercado editorial español, donde su autor es uno de los personajes más extraordinarios que pululan actualmente por él. La entrevista telefónica es tan singular como cualquiera de las charlas que hemos mantenido Javier y yo, a lo largo de los últimos años, en las más diversas circunstancias.  

"La amistad es la relación más libre que existe, es una elección del alma"

-La primera pregunta ya te imaginas cuál es. ¿Es extraña la amistad?
-Siempre lo es, la más extraña de las relaciones humanas, la única que no está reglada por ningún tipo de ley o norma. La relación con los compañeros de trabajo o de estudios está controlada por los jefes o profesores, la relación entre un hombre y una mujer, o cualquier tipo de pareja, está regulada por completo a través del sistema jurídico, y lo mismo sucede en la relación padres e hijos, y hasta con los vecinos. Mientras que en la amistad nadie tiene derecho a esperar nada, ni obligación de dar nada; excepto, quizá, de un modo moral. La amistad es la relación más libre que existe, es una elección del alma.

-¿Sigue siendo la amistad un valor en este momento en el que la palabra se degrada hasta niveles esperpénticos a través de las redes sociales?
-Los amigos de las redes sociales por supuesto no son amigos, es un juego de mercado buscando vendernos cosas y controlar. Aunque por supuesto sí se puede llegar a conocer a un verdadero amigo a través de las redes sociales. También en el supermercado yendo a comprar mandarinas.

"Lo más interesante y raro es que alguien oscuro busque la amistad de otra persona"

-¿Y que tienen de realmente extraño los protagonistas de 'Es extraña la amistad'?
-Fundamentalmente que ellos ya de por sí son extraños, pero lo más interesante y raro, desde mi punto de vista, es que alguien oscuro busque la amistad de otra persona.

-¿Quizás estás buscando la luz para lograr abandonar la obscuridad?
-Interesante reflexión, y creo que acertada, aunque probablemente el personaje más oscuro de los dos que protagonizan la novela, no es consciente de que le gustaría escapar de su oscuridad. Y tampoco yo era consciente de ese posible deseo o necesidad mientras escribía la historia.

-Una curiosidad que siempre he tenido al leerte. ¿Escribes sin tener planificada la narración?
-Absolutamente. Sé, eso sí, adonde voy o quiero ir, aunque en este libro ni eso lo tenía demasiado claro. Para mí el desafío era que a Samuel López Sañudo, el primer protagonista, se le apareciese un individuo, para hacerle creer que él era su mejor amigo de siempre. Y quizá lo era y se había vuelto un poco, o un mucho, loco y había cambiado tanto y necesitaba el respaldo de la mirada de su amigo, o quizá era simplemente un impostor.

"Soy un escritor muy rápido, y como todo escritor rápido sufro lo que podría llamarse la lentitud de las liebres"

-Según tengo entendido, han sido muchos años de escritura...
-Dieciséis, pero naturalmente no he estado trabajando todo el tiempo. He dejado dormir el texto largos periodos. Suelo hacerlo así casi siempre. Soy un escritor muy rápido, y como todo escritor rápido sufro lo que podría llamarse "la lentitud de las liebres". El primer borrador está listo en un abrir y cerrar de ojos, y luego voy cambiando como persona y como creador, y desde los nuevos puntos de vista lo voy modificando. En el cine siempre me ha interesado la suma de inteligencias, en la literatura es mucho más complicada, y la que tenemos más a mano es sumar los puntos de vista de las diferentes pesonas que vamos siendo. Ya no soy el hombre que era cuando escribí el primer borrador hace dieciséis años, veo las cosas de modo muy distinto. Y tampoco soy el de hace ocho que dio la vuelta por completo a la novela, y volví a dejarla en el cajón.

-Un thriller normalmente busca ante todo entretener, no parece el formato más adecuado para una obra que también invita a la reflexión.
-Igual que en 'Sonríe Delgado' o en 'Tigre Manjatan' la idea no era escribir un thriller, sino simplemente escribir una novela. El Jugador de Dostoyevski no está escrito como un thiller, pero sin embargo lo es. Y hay muchos thrillers que sin perder su función de entretener también hacen reflexionar, como El Largo Adiós o El Talento de Ripley. Aunque, por supuesto, para mí que el lector disfrute y se entretenga es también fundamental. Quiero que el lector lo pase bien.

"Sin la amistad entre Sancho y don Quijote la novela no habría sobrevivido como lo ha hecho"

-¿A la literatura moderna le interesa la amistad?
-La primera gran narración literaria, el Gilgamesh, es una historia de amistad. Y El Quijote también lo es. Sin la amistad entre Sancho y el ingenioso hidalgo la novela habría sido nada, pienso que no habría sobrevivido como lo ha hecho.

"Desde niño siempre he estado convencido de que me leerían después de muerto"

-Sé sincero. ¿Se busca la inmortalidad al escribir?
Podría decir que yo sí, o más exactamente que, de un modo ingenuo y hasta infantil, la doy por hecha. Desde niño siempre he estado convencido de que me leerían después de muerto.

-Por el momento te están leyendo vivo. Las críticas y los comentarios de los lectores de este nuevo libro rebosan satisfacción y entusiasmo.
-Lo agradezco muchísimo, y de corazón. Intentar vivir de escribir es cada día más heroíco, pero sólo se puede lograr si se cuenta con el apoyo de editores y lectores. Lo único que puede decidir un escritor es que él va a vivir para escribir, y luego que sea lo que los dioses, y los lectores: en su faceta de dioses, decidan y quieran.

-Amén.