Hay libros que nos reafirman el poder de la literatura, siempre trastocador, nunca reflejo de nada. En un mercado editorial saturado de réplicas, es de celebrar la aparición de 'Decir los márgenes. Chantal Maillard. Conversaciones con Muriel Chazalon'.
"Al margen de mí, ya sabes, balbuceo. La voz poética a veces intuye y dice más de lo que yo alcanzo a saber" (Chantal Maillard)
'Deja todo y corre a leer el libro de Chantal Maillard'. Eso le dije a mi amiga Mamen Camacho. 'No, mejor no corras', le acoté; 'anda despacio, toma el libro y ve a leerlo a un lugar en donde sea posible el silencio'.
Como dice la poeta y filósofa Maillard: “Crear silencio es ahora más importante que nunca..." Aunque quizá, cada vez más, el silencio sólo sea posible hallarlo en los márgenes. "El silencio de fuera, por supuesto -silenciar los estímulos de todo tipo, no solamente los auditivos- pero, sobre todo, el silencio interior. Crear silencio no significa inventar algo nuevo, significa eliminar, despejar, vaciar. Al contrario de lo que solemos pensar, la acumulación no es riqueza, sino empobrecimiento, y mayor riqueza hay en un espacio vacío que en uno lleno. La quietud es inconmensurable como lo es el estado de paz, un bien que siempre fue escaso entre los humanos", puntualiza la poeta y filósofa.
Este hilo de intensas conversaciones nos invita a entrar en muchas formas de márgenes. Más allá del absolutismo del centro, el margen abre, como la idea literaria de Chantal Maillard, una multiplicidad de caminos. Si se aguza la mirada, probablemente, un margen llevará a otro margen. Y esta idea, hasta tipográficamente, la ofrece este libro. Su estructura misma es un mapa de bordes. Entre los temas que propone Muriel, nos encontramos fragmentos de la obra de Maillard e ilustraciones de la propia Chazalon. La cuidada edición de Galaxia Gutenberg permite que el lector se acerque a este conversatorio, dándole la sensación de que el curso de las palabras acontece en directo.
Maillard observa a Maillard a través de la intermediación de Chazalon
La obra contiene nueve capítulos (o posibilidades): Márgenes, El hambre, El semejante, Monstruos, Ficciones, In-significar, Enmudecer, El método y El animal-en-mí. En el preámbulo, titulado ‘Prestar oídos de murciélago’, Muriel Chazalon afirma: "Una de las estrategias de Chantal Maillard ha sido hacer de los márgenes el centro mismo de su escritura, transformándolos en un lugar de narración posible. Quiero pensar que estas conversaciones apuntan al blanco de su obra”. En estas páginas Maillard observa a Maillard a través de la intermediación de Chazalon, logrando que el lector descubra o revise aspectos claves en la literatura de una de las más importantes poetas y filósofas de este tiempo.
A lo largo de las conversaciones ambas artistas reafirman la importancia de oír. Oído y mirada, la noción contemplativa en la obra de Chantal Maillard. "Ojalá usted, lector/a, se atreva a entrar en este libro como quien entra en una tormenta, oyendo algo que no se deja atrapar -saisir- con y en los conceptos, algo que, aun quedándose al margen -en retrait – del lenguaje, le incite a pensar en compañía, a urdir ficciones o entonar algunos de los destellos sonoros entreoídos en estos márgenes de lo audible", propone Muriel Chazalon.
Con intención o no de las autoras (a veces la literatura asume una respiración propia), este es un libro que intenta recuperar los sentidos, volver al punto en donde enfermamos la mirada. La realización de esta obra es un tributo a la inteligencia y a la belleza, ambas complementándose en un equilibrio vital para el lector.