Iván Ferreiro (Vigo, 1970) cantaba frases frenéticas y desesperadas a principios de los 2000 a la vanguardia de Los Piratas. Trece años sin ser indies ni comerciales del todo después, pasó al solitario, donde se abrió un camino desencantado y tierno en el que cosechó algunas de las canciones más repetidas del imaginario pop español.
Tras más de tres décadas en los escenarios, el vigués no se da mucha importancia. Ahora, vuelve con Hoy X Ayer, una gira por 35 años de frases frenéticas, canciones tiernas y de no pedir permiso.
Pregunta (P): Hay quien te llama “el inventor del indie” en España.
Respuesta (R): Tonterías. No me considero indie, me considero lo que quiera el que me pague. Soy lo que ellos quieran. Las etiquetas están para que algunas personas se aclaren, pero ni siquiera Los Piratas éramos indies, ni tampoco comerciales, no éramos nada, no estábamos en ningún sitio. Cuando empecé solo, dijeron que era indie, y me parece bien, ningún problema con que quieran llamarlo así. Pero desde luego el padre del indie no soy. En la música no existen los padres de nada, excepto los Beatles.
P: 35 años en esto, ¿cómo has vivido la evolución de la música nacional?
R: De repente me dicen cosas nuevas que vienen de otros sitios y estilos que no conocía como C. Tangana. No sabía nada de él y su disco es maravilloso. La música evoluciona igual que lo hacen el idioma o la gastronomía. Además, noto que cada vez se hace mejor música, cada vez hay gente que maneja mejor las herramientas. A la gente de mi edad a veces les parece que lo que cuenta el nuevo ya lo contó otro antes, pero es que cada generación vuelve a contar la misma historia una y otra vez. Cada generación nace, crece, se enamora, se desenamora y se flipa. Siempre va a ver un reflejo en la música y en el arte. Es ley de vida. También pienso en todos estos años de carrera y pienso en que había cosas que me encantaban y otras que me horrorizaban. Pero ya hace mucho rato que he dejado de juzgar la música, ni de ni decir si va bien o mal.
P: ¿Qué te horrorizaba cuando empezaste?
R: Tenía muchos prejuicios, además de que parte de la juventud tiene que ver con odiar ciertas cosas. Buscamos cosas que odiar para definirnos. Muchas cosas no me gustaban. Es muy curioso porque muchas de ellas no me gustaban y ahora me apasionan. Me encantaban los Smiths y odiaba a Prince, por ejemplo, que ahora es uno de mis artistas favoritos. Crecí en una época donde había más tribus urbanas. Estaban los heavys, los punkys o los góticos. Pero ahora que no existe eso, veo que la gente escucha música más diversa y que tiene muchos menos prejuicios de los que yo tenía con los artistas. Me hubiera gustado tener menos y haber escuchado más música
P: Ahora parece que está todo está más diluido, los géneros han pasado a ser una amalgama de varios. No dirías que hay un estilo de música concreto de 2010.
R: Habrá que esperar 20 años para ver si los 2020 tienen una forma clara, pero a partir de los 2010 no distingo mucho las cosas. La mezcla de estilos sí me parece positiva. Antes, como te salieras de la norma, ya te decían que eso no iban a ponerlo en ningún lado. Recuerdo tener marrones en la compañía por meter guitarras muy altas o un efecto de voz medio extraño. Nos decían que no podía ser. Ahora me encantaría poder viajar al pasado y enseñar a los que nos decían que eso no vendía, el disco número uno actual. Habrá empresas que se forren con ello, eso no sé si vamos a poder solucionarlo, pero sí va a haber artistas haciendo música.
A muchas empresas lo mismo les daría vender canciones que pistolas
P: Muchos sostienen que esa parte va a peor.
R: Sí, va a peor, aunque también es mejor en otros aspectos. Hay grandes empresas tecnológicas ganando mucho dinero con la música a las que no les importa la música, les importa el beneficio. Lo mismo les daría vender canciones que vender pistolas. se ha demostrado que es así. Pero antes también dependías de ciertas emisoras de radio, de ciertos tíos en puestos de poder, en compañías que decidían quien grababa y quien no. Por lo menos esas tecnológicas no se están cargando a nadie, simplemente se están aprovechando de eso. Lo que más me preocupa es la Inteligencia Artificial, aunque siempre va a haber un ser humano que va a hacer música mucho mejor que la IA.
P: Ya hay artistas holográficos que dan conciertos.
R: Y grupos de IA que lo petan, y hasta una actriz de Hollywood. Pero la sensibilidad humana no se puede copiar. La IA puede calcar lo que ya existe, no va a poder adelantarse a lo que los seres humanos vamos a llegar.
P: ¿Qué escuchas ahora?
R: Últimamente escucho cosas antiguas. He hecho una lista de favoritos desde los 60 hasta ahora, y cada vez que oigo algo que me gusta lo meto ahí. De lo actual, Galerna y Veintiuno.
P: Has dicho muchas veces que no te entretienes en el pasado y tiras para delante. Después de trazar una gira en homenaje a tus 35 años de trayectoria. ¿Cómo te relacionas con la nostalgia?
R: Lo hago mal. De hecho, con esta gira, que me apetece mucho, ha habido momentos en los que he estado cerca de cancelarla. La parte que menos me gusta es la de mirar atrás, acordarme de cómo estaba en esos momentos, y especialmente eso de tragarme un poco mis palabras. Pero pienso que a los que no nos gusta mirar hacia atrás, nos toca hacerlo en algún momento. Me parecería una pena no hacer esta gira por mis propios prejuicios sobre mí mismo. Pero hubo momentos en los que he tenido dudas porque me daba pereza mirar hacia atrás, pero una vez más, me han salvado las canciones.
Tengo que acostumbrarme a ser feliz
P: Hace poco escuchaba Años 80 de Los Piratas y vi un comentario reciente de un fan en el vídeo de YouTube que decía “cuando éramos felices y no lo sabíamos”.
R: Eso suele pasar. En esa época yo no era muy feliz y sabía que no lo era. Le diría a ese oyente que de hecho Ultrasónica es un disco que habla sobre la desesperación, el desencanto y la decepción. Creo que la palabra que más se repite en ese disco es ‘muerto’.
P: Y en contraposición, ¿cómo estás ahora?
R: Muy bien, tan bien como para poder hacer esta gira. Me siento tranquilo. Llevo casi tres años de gira de Trinchera Pop y he estado un poco seco. Ahora empiezo a tener ideas otra vez y estoy bien rodeado. Tengo que acostumbrarme a ser feliz.
P: ¿Tiene que pasar algo concreto para que llegue la inspiración?
R: La verdad es que no. No he tenido muchas sequías en mi vida. Cuando las tengo, las dejo ir y siempre se soluciona. Mi cuerpo a veces sabe que no hace falta escribir nada. Además, estoy en una etapa distinta a la de antes. Antes, cuando comenzábamos una canción en el estudio, no nos íbamos que la terminábamos. La canción era un solo gesto, la idea llegaba, y desde ahí no parábamos. Ahora creo que una canción necesita, al menos, dos gestos. El primero es el musical, el de la idea. Y luego está el de completar la canción, que puede llegar mucho después. Últimamente me he dado cuenta de que para encontrar las frases que realmente valen la pena, hay que saber esperar el momento adecuado.
P: Has dicho varias veces que a Los Piratas no se os tuvo en cuenta hasta que os separasteis. ¿Cómo llevas el reconocimiento?
R: Lo llevo a ratos porque me da pudor. Me da satisfacción, por supuesto, pero no soy una persona que disfrute mucho cuando le dicen cosas buenas. Me da bastante palo. Noto como otros grupos me cuentan que mi música ha sido importante para ellos y yo quiero acabar pronto la conversación y hablar de cualquier otra cosa.
Cuando escribo un temazo me encantaría poder decirlo, pero soy un mierdas y me da vergüenza
P: En muchos géneros como el rap o el trap se da más frecuentemente el fenómeno de matar al padre y romper con todo lo anterior. Pero con el pop rock nacional no ocurre. Todos estáis muy presentes.
R: El pop tiene algo de ir amontonando experiencias y canciones que nos gustan a todos. Géneros como el rap tienen otros códigos, el ego es algo muy presente, cosa que me encanta, pero yo soy muy pudoroso. Cuando escribo algo que siento que es un temazo me encantaría poder decirlo, pero soy un mierdas y me da vergüenza hacerlo. Igual soy de una generación que se pega con el látigo más fácilmente. Aunque a medida que uno profundiza en la música, más se respeta lo anterior. En la música pasa algo muy bonito: cuanto más haces, más valoras lo que hicieron los de antes. Incluso aquellas canciones o estilos que antes rechazabas, con el tiempo les reconoces un valor, porque te das cuenta de que, para construir tu propia visión, necesitaste tanto abrazar cosas como romper con otras. Cuanto más compones, más respeto tienes por las canciones que te llevaron a querer componer.
P: Precisamente contaste hace poco que una de las canciones que más te ha impactado es Hentai de Rosalía.
R: Soy muy fan de Rosalía, me parece espectacular y la disfruto mucho. Cuando analizas lo que hay en esas pistas, es realmente alucinante, hay mucha sabiduría. Hace poco oí a alguien que decía que la mejor música se hizo en el siglo XX. Los cojones, no es verdad. Claro que se hizo música maravillosa, pero estoy seguro de que a John Lennon le encantaría un montón de cosas que hay ahora. Otra cosa es que la música que escuchas antes de los 30 años te marca mucho más, y la gente tiende a pensar que por ello es mejor. Lo que ocurre es que acumula los recuerdos.
P: Eso le pasa a mucha gente con Turnedo.
R: Cuando mi hermano Amaro la escribió y vino a casa para grabarla juntos, me di cuenta de que era una canción flipante. Lo es porque en el fondo es una ranchera. Él supo captar en tres minutos y medio esas ganas de mandarlo todo a la mierda. Pienso que uno está sano cuando se ve reflejado en las canciones, porque todos nos hemos reflejado en las canciones y las canciones nos igualan y nos normalizan. A todos nos une el pop.
P: Ya has dejado claro que como artista vas a tu bola.
R: La vida es ir a la bola de cada uno.
P: ¿Es complicado tener esa libertad en la industria?
R: El problema de la libertad es que tienes que tomar las decisiones y hacerte cargo tú de ella. Es mucho más difícil la libertad que seguir una pauta. Es complicado, pero la industria acepta todo lo que funciona. Al principio, Los Piratas nos peleamos mucho con Warner. Tuvimos muchos problemas porque para vender discos había que hacer unas fórmulas a las que nosotros nos negábamos. Me peleé con la industria un rato hasta que dejé de hacerlo porque dijeron ‘este tío sabe lo que hace’.
P: ¿Te has negado a muchas cosas?
R: Algunas sí. Me he negado a hacer playback o a hacerme fotos. Es parte de marcar tu estilo. Los Piratas fuimos portada de la Rolling Stone con nuestro último álbum, que ganó el Disco del año, y nos negamos a hacer una foto. Al final hicieron un dibujo de cómic y la gente nos decía que con esa actitud no nos lo iban a reconocer. Pero es que no éramos modelos y no queríamos hacernos ninguna foto ni ponernos la ropa de nadie. Puedo entender perfectamente que una chica no quiera salir escotada al escenario porque simplemente no le dé la gana.
P: También hay censura social y política a los artistas.
R: Sí es cierto que hay un escrutinio general sobre el trabajo de todo el mundo y todos hacemos de policía de los demás. Las redes nos han traído una desinformación muy grande y cualquier cosa se saca de contexto. Tenemos una sociedad muy enfadada en la que nos gusta vernos reflejados en todo, en lo que nos gusta y en lo que odiamos.
P: ¿En qué te ves reflejado ahora mismo?
R: En los vídeos de gatitos y perros con bebés de las redes. Me veo más ahí que en cosas serias. Cada vez siento que mi opinión importa menos, de la misma manera que me importa cada vez menos la opinión del resto. Últimamente no doy muchas opiniones en ciertas cosas, aunque todo el mundo sepa lo que pienso. Trato de decir lo menos posible para no meter más ruido. Vivimos en un mundo complicado y polarizado en que todos estamos medio solos, nadie se encuentra en una ideología concreta al 100%. Lo que más me molesta es que te digan lo que tienes que decir, porque así se pierden aliados.
P: ¿Qué expectativas tienes para la gira de Hoy X Ayer?
R: Espero disfrutar mucho, darle placer a la gente y que haya muchas lágrimas de felicidad. Por el feedback que recibo la gente está contenta y tiene muchas ganas. Aún no se sabe la lista de canciones pero creo que voy bien encaminado. Mi labor como artista es hacer una setlist que tú no sabes que quieres.
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