Hace casi cincuenta años, Cipriano Martos moría solo, en una cama de hospital de Reus, con ácido en el estómago. Hoy, su familia aún no sabe si él mismo lo ingirió o si le obligaron a tomarlo durante sesiones de torturas. Roger Mateos, periodista de la Agencia Efe, escribió el libro Caso Cipriano Martos: vida y muerte de un militante antifranquista (Anagrama) en un intento por reconstruir los días de agosto de 1973 en los que a Martos lo torturaron por ser militante del Partido Comunista de España, así como las razones por las que este campesino de Granada se integró en una organización antifascista clandestina por la que se jugó –y perdió– la vida. Ahora, la historia se trasplanta al teatro en Molotov, que estará del 4 al 8 de mayo en el Teatro del Barrio. Es una obra con dirección de David Pintó, con el que hablamos.

¿Cómo conocisteis la historia de Cipriano Martos? 

Topamos por casualidad con un libro de Roger Mateos que es casi un análisis forense del caso. Vimos muchas posibilidades con la historia de Cipriano y la oportunidad de hablar sobre las migraciones, las barbaridades que se cometieron durante el franquismo y el desarrollo de los movimientos sindicales.

¿Cómo afrontar una obra con tan pocos datos como los que hay sobre la muerte de este militante antifranquista? 

Con mucha humildad y con ganas de entender y completar todos los fragmentos que faltan en esta historia de amor tan peculiar. Cuando estás en proyectos de memoria histórica es increíble la gente que conoces que te ayuda a complementar el relato. Por ejemplo la prima de Cipriano o la hija de Pascual Carrilero, uno de los compañeros de célula de Cipriano.

¿Contactasteis con la familia o seguisteis la pista del propio libro de Roger Mateos?

Tiramos tantos anzuelos como pudimos y tuvimos la suerte de encontrar muchas cosas que no teníamos previstas. Cada descubrimiento te abre un mundo infinito. Incluso la incorporación de Montse en el elenco es un descubrimiento feliz que nos ha ayudado en nuestra particular narración del caso.

¿Qué tiene que ocurrir para resarcir a la familia de Cipriano Martos? 

Es muy difícil que los verdaderos culpables de esta atrocidad pidan perdón a la familia. Muchos personajes de esta historia están ya muertos. La exhumación de la fosa donde el cuerpo de Martos fue tirado, será una buena recompensa a todos estos años de dolor y silencio.

¿Es el teatro un buen lugar para la memoria histórica?  

Sí. El hecho que la historia que contamos es real y ha sucedido es algo que conecta de una manera muy especial con el espectador. Para los creadores es maravilloso descubrir historias y encontrar nuevas maneras de contarlas.