La imagen es, por suerte o por desgracia, es un aspecto importante –y nunca mejor dicho—que influye en muchos ámbitos de la vida, y en el caso de los profesionales de la industria del entretenimiento lo es más aún. Por eso mismo, las transformaciones físicas de los actores, músicos y bailarines suelen atraer la atención de los medios de comunicación, generando muchos titulares, tuits y vídeos. Y recientemente uno de los actores que se ha sumado a esta lista de personalidades que han llamado la atención de sus fans por un increíble cambio físico ha sido John Goodman. Y es que el actor de Los Picapiedra ha sorprendido en su última aparición ante los medios, que ha tenido lugar en el Festival de Televisión de Montecarlo, en Mónaco, donde los allí presentes pudieron constatar que el intérprete ha logrado una notable pérdida de peso.

¿Qué hay detrás de este cambio físico?

No hay duda de que el físico es muy importante para un actor, ya que es su herramienta de trabajo, y precisamente su cuerpo ha permitido a Goodman interpretar algunos de sus papeles más importantes. En todo caso, según confesó el propio actor, el hecho de que tuviera que ser ingresado en un centro de rehabilitación en el año 2007, tal y como confesó en una entrevista a The Guardian, le hizo cambiar el chip y tener unos hábitos más saludables: ““Llevaba 30 años con una enfermedad que estaba pasando factura a todas las personas a mi alrededor, y había llegado a un punto en que, cada vez que bebía, me sentía más débil. Era una cuestión de vida o muerte. Tenía que parar”.

Desde entonces ha logrado perder 90 kilos, pero lo ha hecho de la mano de profesionales. Para ello contrató a Mackie Shilstone, que es el entrenador personal de la célebre Serena Williams, que obviamente le dio instrucciones para que hiciera más deporte pero también le asesoró para que pueda llevar una buena forma de alimentación. Y es que el actor explicó a ABC News que aunque había probado distintos tipos de dieta, aunque lograba quitarse unos kilos siempre acababa volviendo a “las viejas prácticas”.

Sin embargo, gracias a Shilstone ha logrado ir mucho más allá haciendo ejercicio y llevando una alimentación saludable. En concreto, tal y como reveló a la revista People, el actor eliminó totalmente el azúcar de su dieta y se dedica hacer deporte seis días a la semana: “Estoy sudando pero no volviéndome loco”, aseguró intérprete.

Y es que es un aspecto crucial, señalan los expertos, en “no volverse loco”. De hecho, especialistas en nutrición aseguraron a ElPlural.com que “perder peso de forma rápida lleva inequívocamente a la disminución de la masa muscular y a un efecto rebote a expensas de la masa grasa, logrando así un cambio de la composición corporal hacia un fenotipo más obeso por porcentaje de grasa corporal”.

Pero es que, además, la práctica del ejercicio físico también resulta crucial para la perder peso. Y es que, tal y como asegura la doctora Montoya, “permite aumentar el gasto calórico a la vez que incrementa la masa muscular y, por tanto, el metabolismo basal (el gasto calórico de una persona en absoluto reposo)”.

En todo caso, por supuesto, no se puede olvidar la “ingesta emocional”, tal y como asegura Leticia López Escudero; es decir, que lo que es importante es evitar que la persona coma por ansiedad.

Quién es John Goodman

Nacido en 1952 en Misuri, es uno de los actores más destacados de su generación, especialmente gracias a su trabajo en Barton Fink, El gran Lebowski y The Artist, además de poner la voz a Sulley en “Mounstruos, S.A.” en su versión en inglés. Y pese a su éxito en el séptimo arte, lo cierto es que en un principio el cine no fue la primera opción de Goodman. Y es que mientras estudiaba en la Affton High School, recibió una beca deportiva por jugar al fútbol americano; sin embargo, una lesión lo dejó fuera de juego y fue entonces cuando decidió dedicarse al mundo de la actuación. Sus inicios en el mundo del cine tuvieron lugar en los años 70 pero su carrera no despegó hasta finales la década siguiente y principios de los 90: ahí llegó Arizona Baby (1987), de los hermanos Coen, así como Barton Fink (1991) y El gran Lebowski (1998), tres de sus mayores éxitos. Últimamente le hemos podido ver en Argo y Trumbo.