El pseudosindicato de extrema derecha, Manos Limpias, ha anunciado que presentará una querella contra la magistrada que instruye la DANA, Nuria Ruíz Tobarra. El enfado de Manos Limpias con la juez viene porque Ruíz Tobarra no les permitió ejercer la acusación contra la Confederación Hidrográfica del Júcar, ni contra la Agencia Española de Meteorología (AEMET), y a juicio de estos, eso conllevaría una actitud prevaricadora por parte de la juez.
Sin embargo, la Audiencia Provincial de Valencia, ya ha firmado varios autos avalando por completo la instrucción que la magistrada está realizando. Una instrucción que tiene solo dos imputados, la exconsellera de Justicia y Emergencias, Salomé Pradas, así como contra su número dos, Emilio Argüeso. La instancia superior ya ha dejado claro que ni la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé (otro objetivo a batir de la derecha), ni la CHJ deben ser investigadas.
Los periodistas valencianos, un ejemplo de profesionalidad ante los bulos
Para presentar esta querella, desde el pseudosindicato ha citado a los medios de comunicación en la Ciudad de la Justicia para presentar el documento en el juzgado de guardia, pues hoy es festivo en la Comunidad Valenciana. A la salida, Miguel Bernard se ha negado a facilitar una copia de la querella, pero no ha dudado en soltar un bulo diciendo que el Gobierno miente sobre el número total de personas fallecidas en la DANA, que es de 228. Ante semejante barbaridad, los periodistas allí congregados han cargado, a base de preguntas, contra él.
Tal ha sido la profesionalidad de los periodistas valencianos allí presentes que Bernard ha terminado diciendo que no tiene certeza, pero que "es una intuición", y que calcula que "puede haber una veintena más de desaparecidos". Pero el buen hacer de los profesionales de la información, que le han llegado a recordar "el incremento del dolor" que supone para las víctimas afirmaciones como esas, ha dejado claro que lo único que realmente pretende Manos Limpias es difundir un bulo y atacar a la juez de la DANA porque no les gusta su instrucción porque la misma no va contra el Gobierno.
Lo vivido en la puerta de la Ciudad de la Justicia de Valencia ha sido un ejemplo de la profesionalidad de unos periodistas que llevan dejándose el alma, e incluso la salud, para contar con el máximo rigor el peor desastre natural de la historia de la Comunitat Valenciana desde hace ocho meses. Un ejemplo del buen hacer diario de todos estos profesionales.