En una contundente carta publicada en el diario francés Libération, más de 380 profesionales del cine, entre ellos Pedro Almodóvar, Susan Sarandon, Viggo Mortensen y Javier Bardem, han denunciado el "genocidio" en Gaza y la "pasividad" de la industria cultural ante esta crisis humanitaria. Aprovechando el inicio del Festival de Cannes, los firmantes instan al mundo del cine a no ser cómplice del horror y a utilizar su plataforma para visibilizar la opresión y defender los derechos humanos.
Un grito desde la gran pantalla
Aprovechando la visibilidad del Festival de Cannes, más de 380 personalidades del cine mundial han firmado una carta abierta publicada en el diario francés Libération, en la que denuncian el “genocidio” perpetrado por Israel contra la población palestina en Gaza. El texto, impulsado por el colectivo Artists Against Apartheid, reúne a nombres como Pedro Almodóvar, Susan Sarandon, Viggo Mortensen, Richard Gere, Mark Ruffalo, Alfonso Cuarón, Isabel Coixet, David Cronenberg y el propio Javier Bardem.
El mensaje es claro: el cine no puede mantenerse neutral ni indiferente ante las atrocidades que se están cometiendo. “¿De qué sirve nuestro trabajo si no estamos dispuestos a proteger las voces oprimidas?”, se preguntan los firmantes.
La carta se hace pública justo cuando el mundo del cine celebra su cita más glamurosa: el Festival de Cannes, símbolo del poder cultural y económico de una industria que, según denuncian los firmantes, prefiere el silencio a arriesgar su comodidad.
“Nos avergüenza tanta pasividad”, escriben. Y añaden: “Mientras nosotros subimos escaleras en Cannes, los palestinos bajan escaleras para refugiarse de las bombas”.
Este contraste brutal entre la celebración y la tragedia ha sido el detonante para que cineastas de todo el mundo unan sus voces en un grito común: no mirar hacia otro lado.
El caso de Fatma Hassouna: la muerte silenciada
La misiva pone el foco en casos concretos, como el de Fatma Hassouna, una joven fotógrafa palestina que fue asesinada junto a diez miembros de su familia en un ataque israelí. Hassouna había colaborado en el filme Put Your Soul on Your Hand and Come, una producción palestina que había sido seleccionada precisamente para proyectarse en Cannes.
El director de la cinta, Sepideh Farsi, denunció la hipocresía de una industria que “aplaude películas sobre la libertad mientras calla ante los crímenes reales”.
La represión a la cultura palestina: el caso de Hamdan Ballal
Otro nombre citado en la carta es el de Hamdan Ballal, joven cineasta y codirector del documental No Other Land, premiado en la Berlinale. Ballal fue golpeado por colonos israelíes, detenido y posteriormente liberado tras la presión internacional. Ni la Academia de Hollywood ni ningún organismo cinematográfico importante se pronunció al respecto.
La carta denuncia la falta de solidaridad institucional y exige un compromiso real con los derechos humanos. “Nombramos la realidad. Atrevámonos colectivamente a decir: no en nuestro nombre”, concluyen.
Activismo sin miedo
Es el primer gran movimiento colectivo dentro del mundo del cine que, con nombres de primera línea, señala de forma directa a un conflicto geopolítico de altísima sensibilidad. Y lo hace sin matices: habla de genocidio, de apartheid, y de complicidad cultural.
Puede que no todos en Cannes aplaudan este gesto. Pero lo cierto es que, mientras en las salas se proyectan historias ficticias, fuera de ellas se está escribiendo una tragedia real que exige acción, no solo arte.