Con tan solo mirar dos filas por delante de mí lo entendí todo. Una pareja saltaba y coreaba a pleno pulmón mientras que, delante de ellos, su hija, de unos 10 años, lo vivía con el mismo furor. Dani Martín celebraba este martes sus 25 años de trayectoria profesional en LOS40 Básico Santander ante unas 1200 personas que acogía el Teatro Eslava de Madrid. Más de dos décadas en las que a aquellos -ahora- padres les había dado tiempo a enseñar su legado musical, pero también a seguir coreando los cantos del mismo 'loco'

Después de dos años alejado de los escenarios, porque él mismo después destacaría la belleza e importancia de los reencuentros, del cogerse con ganas, Dani Martín pisaba fuerte el escenario. Su primera canción era toda una declaración de intenciones, porque el 'loco' volvió con Volverá, valga la redundancia. 

Se suele decir aquello de que algunos artistas han marcado a toda una generación, pero lo cierto es que solo hacía falta echar un rápido vistazo a la sala para ver que en el caso del madrileño, sus canciones se han convertido en el himno de Millennials y Z. Público que demostró no ser menos 'locos' que él, ya que se recibieron hasta 30.000 solicitudes para poder disfrutar del espectáculo.

Martín se dejó la garganta y corrió por todo el escenario, demostrando que está más en forma que nunca. Algo sobre lo que también bromeó, porque entre canción y canción, volvió a demostrar que, en definitiva, es un chaval de San Sebastián de los Reyes que lleva más de dos décadas en lo más alto.

Casi dos horas de show en las que sus seguidores no pararon de gritarle y corearle, haciendo que los cimientos del teatro parecieran temblar. Martín, su banda y el público fueron una miscelánea de emociones y energía. Quien sabe si aquella magia fue la que hizo que el sonido fallara momentáneamente. En cualquier caso, the show must go on. Y así sucedió. Junto a Paco Salazar a la guitarra acústica, el madrileño interpretó a capella una de sus canciones más célebres: Una foto en blanco y negro. Más de uno habría pagado por vivir el apagón junto a él si esta era la consecuencia. 

No faltaron himnos como Ya nada volverá a ser como antes, Puede ser, La suerte de mi vida, Son sueños u otros más recientes, como Dieciocho o Carpe Diem. Y tras el recital, Dani Martín quiso despedirse por todo lo alto de su gente, cantando y celebrando a la vida, porque quien sabe si "hoy es el último día de nuestras vidas". Y con este tema dijo adiós, por unos meses, a la noche madrileña.

Felices 25, fiera. 

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