Vi a Çantamarta hace unos meses en la Sala Villanos durante su paso por las Juicy Sessions. Al igual que el resto de los músicos que conforman estas sesiones, me dejaron bastante impresionado. Varios géneros, un crisol de influencias y unas ganas locas de moverte. A veces, uno puede sentir pereza ante la etiquetada como música mestizaje, pero con Çantamarta sientes fascinación. Y un poco de frustración por no saber lo suficiente de música como para apreciarlos como merecen. Acaban de lanzar Pasarela, un disco cuya filosofía se va tejiendo a través de la letra y la producción. El vocalista colombo-venezolano Luislo y los músicos Omar (AKA White as Chocolate) y Benito (AKA I’m Married) conversan con ElPlural.com sobre su proyecto.
P: Lo primero: qué guapos los nicknames. White as Chocolate y I’m Married.
White as Chocolate (WAC): Soy muy blanco y habría quedado raro dejarlo solo en "Chocolate".
I’m Married (IM): A ver, yo me apellido Casado.
P: Luislo, es difícil competir con estos dos.
Luislo: Muy difícil.
P: Acabáis de sacar Pasarela, primer álbum de larga duración tras muchas canciones y el EP Amapola.
WAC: El proyecto estaba en un punto en el que necesitábamos un álbum que le diera una identidad formal a Çantamarta, como una especie de carta de presentación. Queríamos decir: "Esto somos y así sonamos". Por eso decidimos hacerlo sin colaboraciones, todo entre nosotros. El disco también se conecta con Amapola. Al final, somos muy románticos y nos gusta que cada cosa tenga su propio concepto. Los temas de Amapola fluyeron de manera natural, y aquí sucedió algo similar. Incluso hay temas de Pasarela que convivieron con Amapola en el tiempo. Mientras terminábamos uno, estábamos empezando otro. Muchos de los temas se influencian mutuamente.
P: Granadino, cordobés y colombo-venezolano. ¿Cuál ha sido el aprendizaje?
Luislo: El Caribe y Andalucía tienen muchos códigos culturales similares. Al principio los ignoras hasta que llegas y los percibes. Recuerdo cuando pisé Granada, me llamó la atención que tanto el deje como la jerga de los andaluces, y su forma de ser, me recordaban mucho al Caribe. Son cercanos y cálidos. Además, musicalmente hay muchas similitudes entre ambos lugares. No es casualidad que tantos flamencos estén vinculados con géneros del Caribe, como el son, la guajira, el cha cha cha o la salsa. Y al revés, muchos músicos y artistas caribeños sienten una gran curiosidad por el flamenco. Esa conexión cultural hizo que, cuando nos conocimos, hubiera un interés por saber más del otro. Con el tiempo, nos dimos cuenta de que hay muchísimas similitudes. Ritmos como la bulería pueden conectarse perfectamente con la cumbia de la costa colombiana, o la rumba, que tiene patrones rítmicos muy similares a la salsa.
IM: Además de la música, algo que también nos ha enriquecido mucho es el intercambio de expresiones y jergas. Hay muchas formas de decir las cosas que hemos aprendido unos de otros, y eso se ha reflejado en nuestras letras. Es como si estuviéramos constantemente encontrando nuevas formas de expresarnos, y eso enriquece el proyecto. En el mundo de hoy, con el acceso a las redes sociales, estas expresiones viajan sin barreras. Nos llegan palabras o dejes de diferentes lugares que se sienten naturales al incorporarlas. Además, los tres escuchamos música muy diferente. A uno le puede gustar más la electrónica, mientras que otro está en una fase más country, y otro en jazz. Esto se refleja cuando creamos música.
P: ¿Cómo se unen esos impulsos?
IM: Suele empezar con uno de nosotros compartiendo una idea y luego el resto le va añadiendo su toque. Es un proceso de capas en el que la idea inicial se va transformando hasta que es algo de los tres. Durante el proceso entre Amapola y Pasarela, también hemos tenido muchas colaboraciones y hemos seguido esa fórmula. Queríamos explorar y trabajar en proyectos de otros artistas, lo que nos ha dado una perspectiva clara de lo que queríamos para nuestro propio álbum, con un sonido que nos aportara una base sólida. Al final, lanzamos ideas, las rebotamos y, en cada intercambio, se va moldeando el sonido hasta que se convierte en común.
P: Además, esto se combina también con los temas narrados en las canciones. Existe coherencia musical y lírica, dejando claro cuál es la filosofía ideológica del proyecto.
WAC: También buscamos que la producción cuente una historia. Las letras suelen recaer al 100% en Luis, y nosotros las musicalizamos. Aportamos nuestras ideas a la música y a la narrativa, y todo se mezcla para contar una historia de la mejor manera posible. Por ejemplo, Michaló es una canción que Luis trajo inspirada en una historia personal. La letra está basada en una experiencia de su madre, que tuvo un amor interrumpido cuando se fue de Colombia a Venezuela.
Luislo: Esa historia de amor truncado fue una gran inspiración, y es curioso porque es un tipo de historia que se repite en otras generaciones, en diferentes contextos, pero con los mismos sentimientos. Esa historia de amor truncado, la hemos vivido sus hijos 25 años después. Tienes que irte del país por situaciones que no están bajo tu control y dejas atrás a la persona que amas.
P: ¿Cómo es el proceso desde que llega esa letra hasta que está terminada?
WAC: A veces empieza con una letra o una nota de voz, porque Luis improvisa mucho. Se pone el móvil y empieza a soltar ideas. Alguna vez, nos ha llegado un audio de siete minutos. Ahí es donde empezamos a trabajar y vamos recortando: esto es el verso, esto podría ser el estribillo, y lo vamos armando como un puzle o un rompecabezas. A partir de ahí le damos musicalidad.
P: ¿Utilizáis un sonido concreto de un país si la letra lo pide?
IM: En algunos casos, sí. La visión del tema Pasarela era más macro. Pero, por ejemplo, en Michaló fue más concreto. Buscamos una referencia de sonido específica para ese género. Que se sepa que hemos estudiado e indagado.
Luislo: Ese tema, que transcurre en el Caribe colombiano, usamos la champeta, un sonido específico de allí. No siempre es el género o el ritmo, a veces es el ambiente lo que ayuda a contar la historia. Puedes añadir sonidos que te lleven a otro lugar. Son detalles pequeños, como en Motorizado, donde usamos el sonido de una moto típica de Caracas. Un caraqueño escucha ese sonido y enseguida se siente en su ciudad. No es música, es un ambiente que te transporta.
P: Me dejas impresionado. Tremendo easter egg.
WAC: Es ese azuquítar extra que añades para que la gente siga pendiente.
IM: A lo largo de los años hemos creado una base de seguidores que son muy analíticos. Les encanta desentrañar las referencias en las letras y los vídeos, y eso añade riqueza a todo el proyecto.
P: Habéis viajado por Latinoamérica. ¿Qué habéis aprendido?
WAC: Fuimos a Caracas en diciembre de 2022, y en enero estuvimos en México. Fue increíble. Habíamos trabajado con mucha gente de allá a distancia, pero fue la primera vez que pudimos abrazarlos en persona, y eso fue muy enriquecedor. Nos hemos hecho parte de esa escena sin llegar a pertenecer del todo. También sirvió para personalizar las letras de Luis. Su casa, su colegio, la velocidad de la ciudad… todo eso nos ayudó a entender los códigos y las historias desde otro ángulo.
P: ¿Tenéis más mercado allí?
Luislo: Siempre ha sido al 50%, y cuando crece, lo hace por ambas partes.
IM: Por eso el álbum se llama Pasarela, porque es un punto de unión entre dos mundos. Hay temas en los que empezamos con un género y terminamos con otro radicalmente diferente. Es algo que no se ve mucho, ese juego de géneros, y hace que la gente no sepa si somos europeos o latinoamericanos.
P: Me parece un halago brutal.
WAC: Es muy bonito jugar con ese misterio.
Luislo: España ha sido difícil porque, aunque la escena nos entendiera como uno más, los medios no lo han hecho. Al final, Çantamarta es un grupo malagueño, y ninguno somos de ahí. Ahora estamos en paz, pero el hecho de que nos dejaran de ver como ajenos ha sido un reto. Con tanto inmigrante que hay, un proyecto como el nuestro no es tan loco. España está cada vez más conectada con personas del extranjero. Pienso en otros artistas, como Vatocholo. Él es como un hermano para nosotros y tiene esa misma conexión entre culturas.
P: Me sale Dano como otro ejemplo.
IM: El rap en España siempre ha tenido ese vínculo con América Latina, han fortalecido los lazos y es algo que otros géneros aún no han desarrollado tanto.
P: Luego, a ver, imagínate esas grandes figuras tipo Julio Iglesias, Joaquín Sabina o Rocío Dúrcal.
Luislo: Yo siempre pensé que Rocío Dúrcal era mexicana.
P: Quizás tengáis más en común con ella que con muchos otros grupos actuales.
IM: Vamos a hacer camisetas que digan: "Rocío Dúrcal es Çantamarta".
P: Recientemente hicisteis un sold out en Madrid. ¿Qué otros directos tenéis en el futuro?
WAC: Vamos a tocar en el BIME el 29 de octubre, y luegoviajamos a México. Tocamos en Ciudad de México y Guadalajara, y después iremos a Colombia, a Bogotá y Santa Elena, Antioquia. Estamos muy emocionados de hacer este tour.
P: Luislo, me imagino que volver a Colombia te haga mucha ilusión.
Luislo: Hace años que no voy, conozco bien Medellín y tengo muchas ganas de estar en casa.