Con la llegada del buen tiempo, los jardines se llenan de vida. Las flores florecen, los pájaros cantan y muchas personas disfrutan de pasar tiempo al aire libre. Sin embargo, este entorno aparentemente idílico puede convertirse también en el hábitat ideal para un visitante no deseado: la garrapata.
Según recoge el medio polaco Kobieta, estos pequeños parásitos encuentran en los jardines sombreados y húmedos un entorno perfecto para reproducirse y sobrevivir. Por eso, la elección de las plantas y el mantenimiento del espacio exterior pueden marcar la diferencia a la hora de mantener a raya a estos insectos.
El césped alto
Una de las advertencias principales se refiere al césped alto, un lugar que las garrapatas utilizan para trepar y esperar a un huésped al que engancharse. Pero la hierba no es su único refugio. Plantas como los helechos, que retienen la humedad bajo sus hojas, y especies tapizantes como la hiedra, que crean zonas sombrías y frescas, también pueden atraerlas.
Las moras, el saúco y los avellanos
Determinados arbustos, entre ellos las moras, el saúco o los avellanos, suponen otro foco potencial de proliferación si no se podan regularmente. Cuando se dejan crecer de forma descontrolada, estas plantas ofrecen escondites perfectos. Lo mismo ocurre con los árboles de tuya, cuyas agujas densas brindan a las garrapatas la protección que necesitan frente al sol y al viento.
Evita las garrapatas con tareas de mantenimiento
Para reducir la presencia de garrapatas, los expertos recomiendan llevar a cabo tareas básicas de mantenimiento. Cortar el césped cada dos semanas durante la temporada de crecimiento y podar arbustos y árboles con frecuencia son prácticas eficaces. Además, introducir plantas que actúan como repelentes naturales —como la lavanda, la melisa o el romero— puede contribuir a que el jardín sea menos atractivo para estos parásitos.
También se aconseja el uso de repelente antes de realizar actividades al aire libre, incluso dentro del propio jardín. Aunque no existe una solución definitiva para eliminar por completo las garrapatas, sí es posible reducir considerablemente su presencia tomando ciertas precauciones.
Con medidas sencillas y un cuidado constante del entorno, es posible disfrutar del jardín sin asumir riesgos innecesarios para la salud.
