A lo mejor nunca te lo has planteado, pero unos pequeños cambios en tu habitación pueden suponer un gran cambio en tu vida, sobre todo en lo que a descanso se refiere. A veces pensamos que el colchón tiene toda la culpa de nuestros males en cuanto al mal descanso, pero no siempre es así.

Es cierto que este es un factor, pero influye también la iluminación, el resto de complementos y hasta la ropa de cama. A continuación te damos algunas ideas para que tu habitación ayude a tu descanso.

La cama: colores blancos, dos cojines y un nórdico

Lo ideal, no solo en la cama, sino en todo el dormitorio, es apostar por los colores suaves, ya que unos colores muy potentes pueden “mantenernos en alerta” e impedir nuestro descanso.

Es de sobra conocida la fuerza que tienen los colores en nuestro cerebro, de ahí que haya sitios como hospitales que nunca tendrán colores chillones, para ayudar a la tranquilidad de los pacientes.

Y es que no hay nada como los tonos neutros o, en todo caso pastel, para ayudar al descanso. Por eso es una buena idea que en nuestra habitación predomine el blanco, el azul, el verde o el pastel.

Esto sirve para la cama, las paredes… A propósito de la cama, también es buena idea colocar un par de cojines cómodos. Otra opción es la de utilizar un edredón nórdico en lugar de muchas mantas. Es mucho más cómodo.

La luz, siempre regulada

Al igual que unos u otros colores influyen en nuestro cerebro, también lo hace la luz. De este modo, una luz tenue o suave ayudará a nuestro descanso. Cuando hablamos de descanso no hacemos referencia únicamente a dormir, sino a estar tranquilos; por ello una luz suave de mesita o alrededor de la cama puede ser ideal para crearnos esa sensación, tan necesario como; ya has comprobado, fácil de conseguir.

Ten todo bien recogido

Parece obvio, pero tener todo recogido trae enormes beneficios para la salud y para el organismo. Tenerlo todo en orden hará que nuestra mente se relaje, influyendo en la glándula pineal al comprobar que está todo guardado. Por ello lo mejor es apostar por muebles funcionales con varias baldas o cajones, así como descartar todos los objetos que no tienen ninguna función más allá de ocupar espacio.

Con estos pequeños cambios lograrás mejorar tu descanso en pocos días.