Cada vez son más los consumidores que hoy en día optan por utilizar pilas recargables para los dispositivos de su hogar. Y es que estos pequeños generadores son más sostenibles y económicos que las baterías de usar y tirar, lo que al final de cuentas se nota en el bolsillo de las familias al suponer un ahorro, sobre todo con el elevado precio de la energía, así como en el medioambiente. En este artículo te traemos cinco consejos que debes conocer para ampliar la duración de tus pilas recargables.

¿Cuánto duran las pilas recargables?

Como decimos, una muy buena posibilidad es utilizar baterías de Níquel-Metal-Hidruro (NiMH). Estas pueden recargarse varias veces en tu propia casa y, por lo tanto, permiten un ahorro de residuos, de energía e incluso de transportes, lo que las convierte en una opción sostenible. Sin embargo, estas a veces duran menos de lo que nos gustaría y terminamos acudiendo a las tradicionales. Con todo, es fácil alargar su vida útil para que puedas usarlas muchas veces más.

La duración de las pilas es un asunto que puede preocupar a aquellos que las usan o quienes estén pensando en adquirirlas. Aunque no hay un dato concreto sobre su vida útil, algunos expertos apuntan a que llegan a durar incluso cerca de 2.000 ciclos, es decir, casi 2.000 cargas. Según la empresa Duracell, las pilas recargables de NiMH duran hasta cinco años y, además, pueden llegar a retener la carga hasta 12 meses, siempre y cuando no estén en uso. Otros fabricantes, por su parte, apuntan a que su vida puede extenderse hasta diez años.

Cinco trucos para ampliar su vida

Hay que tener en cuenta que la vida útil de estas baterías se puede ver afectada por diversas variables, como el tiempo de uso o la temperatura a la que esté sometida, pero hay ciertas cosas que sí puedes controlar para ampliarla. Apunta estos cinco consejos para aumentar la duración de las pilas recargables y aprovechar al máximo todas sus ventajas y beneficios:

  1. Mantener una temperatura óptima. No someter a las pilas a unas altas temperaturas o a una muy bajas es indispensable para que duren más tiempo y, sobre todo, para garantizar su buen uso. Por eso, almacenarlas correctamente es un punto a tener muy en cuenta para que no se estropeen y puedas usarlas durante más tiempo de forma eficiente. Lo recomendable es que las condiciones se mantengan entre 5°C y 25°C, con una humedad relativa que no supere el 50%. Además, algunos fabricantes apuntan a que se debe evitar guardarlas en espacios muy cálidos o bajo la luz solar directa. Esto puede dañar el interior de la batería o, en casos extremos, hacer que explote. Por eso, se recomienda que se conversen en un lugar fresco y seco, lo que también te permitirá que no se produzca una autodescarga y tengas que cargarlas con menos frecuencia.
  2. Cargarlas antes de usarlas. Como en la mayoría de los dispositivos electrónicos, los fabricantes aconsejan que las baterías se carguen antes de usarlas, sobre todo si vienen con algo de carga. Esto es así porque la energía se consume de forma automática durante su uso en el aparato en las que estén localizadas y puede ayudar a que sea mucho más eficiente. Con todo, estas pilas pueden recargarse con algo de batería aunque se desaconseja esta práctica y se recomienda realizar ciclos de carga completos.
  3. Usar un cargador inteligente. No todo vale, y es que usar un cargador adecuado para las baterías es fundamental para no estropearlas y sacarle el máximo partido. En el mercado existen distintos tipos de sistemas pero hay algunos considerados "inteligentes", es decir, aquellos que detectan cuando las pilas ya están cargadas. Esto es interesante ya que cortan el ciclo cuando justo se necesita para evitar que se sobrecargue. Algunos cuentan con temporizador y otros con detectores que activan un mecanismo de desconexión.
  4. Evitar el sobrecalentamiento. Si no tienes un cargador inteligente y cuando estás cargando tus pilas notas que este alcanza mucha temperatura, esto puede significar que se está produciendo una sobrecarga. Esto puede producirse porque se ha dejado mucho tiempo el cargador, incluso cuando ya se ha terminado el ciclo completo. Por eso, es importante estar pendiente y no dejarlo más tiempo del necesario para evitar que una acumulación de grados estropee tanto el aparato como las baterías.
  5. La cantidad de usos. Que sean recargables no quieren decir que sean infinitas. Y es que la cantidad de usos y de cargas son puntos clave para determinar la capacidad de la batería que le quedan a tus pilas. Si cada vez tardas menos entre unas cargas y las siguientes, probablemente estas hayan llegado al final de su vida y lo mejor es reemplazarlas por unas nuevas.

Según el estudio Accenture Global Consumer Sustainability Survey -elaborado por Newsroom de Accenture en 2019-, el 72% de la población compra más productos sostenibles actualmente que hace cinco años atrás. Esto responde a dos ideas: a la lucha por la ecología que se está impulsando a nivel mundial en los últimos años, y al intento de reducir gastos ya que, en pleno siglo XXI, la mayoría de los aparatos electrónicos más utilizados en el mundo necesita pilas para funcionar.

Por ello, solo cinco trucos pueden marcar la diferencia entre tener unas baterías "para toda la vida" y otras que sean casi de usar y tirar. Poner el foco en las temperaturas, al uso y al cargador es fundamental para conseguir que tus pilas duren más y puedas disfrutar de tus aparatos electrónicos durante mucho más tiempo.