El Gobierno está preparando un plan de ahorro para reducir el consumo de energía y hacer frente con mayor facilidad a la crisis que puede provocar una interrupción del suministro de petróleo y gas desde Rusia a toda Europa. 

La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha anunciado que el Ejecutivo pondrá en marcha un plan de ahorro y eficiencia energética en el ámbito de la Administración General del Estado (AGE), que, previsiblemente, será aprobado esta semana, además de una serie de “recomendaciones” para la ciudadanía y las empresas, con el fin de reducir el consumo de energía y las importaciones de los combustibles fósiles. 

Entre las medidas que se barajan están impulsar el teletrabajo, de modo que pueda facilitar el cierre de oficinas que no sean necesarias para la atención al público, modificar los horarios de las mismas, impulsar el uso de vehículos compartidos y el transporte público. 

Otras propuesta es regular los termostatos de los edificios oficiales con unos grados menos de calefacción y unos más de aire acondicionado, una medida que puede suponer, según Ribera, un ahorro de entre el 20% y 25% en la factura energética. Del mismo modo, se estudia volver a implantar, como en 2011, un límite de velocidad más bajo en las autopistas. 

Las propuestas de la AIE

La Agencia Internacional de la Energía ya ha lanzado un plan de respuesta para que los países de Occidente recorten el consumo de hidrocarburos y evitar que la Unión Europa siga financiando a Rusia con las compras de gas y petróleo. 

Una de las medidas que propone este órgano adscrito a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), mencionada anteriormente, es, precisamente, reducir los límites de velocidad en carreteras en 10 kilómetros por hora, tres días de teletrabajo, establecer los domingos como día libre de automóviles y subsidiar el transporte público.