El Gobierno ha aprobado este viernes el tope al precio del gas para la generación eléctrica en un Consejo de Ministros extraordinario. Más allá de tratarse una medida histórica y pionera -se trata de una excepción ibérica para España y Portugal acordada con Bruselas- hay una serie de claves y otras todavía incógnitas sobre la iniciativa que permitirá rebajar la factura de la electricidad a todos los consumidores, sea cuál sea su tarifa.

¿Cómo se rebajará la factura de la electricidad?

La rebaja total en la factura de la electricidad es una de las grandes incógnitas tras la presentación de la medida pero se pueden anticipar algunas cifras de ahorro. Para empezar, el precio del gas arrancará en los 40 euros/MWh tras la entrada en vigor de la medida y se mantendrá en este nivel durante los primeros seis meses, incluyendo parte del próximo invierno.

A partir de aquí, y hasta completar el año de vigencia, irá subiendo paulatinamente 5 euros/MWh al mes hasta alcanzar los 70 euros/MWh al final del plazo. Esto supondrá que el precio medio anual quede en los 48,8 euros/MWh.

El tope del precio del gas en los 40 euros/MWh iniciales permite que el precio mayorista de la electricidad quede en los 130 euros/MWh, lejos de los 210 euros/MWh del último trimestre y de los máximos en los 600 euros/MWh. Estos 130 euros/MWh suponen que la única electricidad que los consumidores pagarán a coste de gas será la producida con centrales de gas.

Estos 130 euros/MWh marcan el precio de la electricidad en el mercado mayorista pero la factura eléctrica tiene otros componentes. Tal y como ha matizado la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, a los 130 euros/MWh del precio medio habrá que sumar otros factores como los impuestos, reducidos en el plan del Gobierno desde hace meses, y los costes fijos de la factura.

¿Cuándo comenzarán a notarse los efectos del tope al gas?

La medida para topar el precio del gas natural se publicará este sábado en el Boletín Oficial del Estado (BOE), según ha anunciado Ribera, y entrará en vigor un día después, como viene siendo habitual. Es decir, la medida entrará en vigor este domingo, pero no pasará a la práctica como tal.

Esto no ocurrirá hasta que se cumplan los plazos correspondientes con las comercializadoras de energía y, lo más importante, hasta que la Comisión Europea, ratifique finalmente la validez de esta excepción ibérica para España y Portugal. Y es que el país vecino también ha aprobado esta mañana su tope al precio del gas en su correspondiente Consejo de Ministros extraordinario.

“No se puede empezar a aplicar esta medida hasta la autorización formal de comisarios”, aseguran desde el Ministerio para la Transición Ecológica, ni tampoco “hasta que una orden de la ministra publique e indique la entrada en vigor”. “Los operadores deben saber a qué hora y qué día concreto entra en vigor”, aseguran fuentes del equipo de Ribera.

¿Pagarán finalmente los consumidores el impacto?

, aunque será un coste marginal y solo serán algunos, según la vicepresidencia para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Tal y como han explicado en una conferencia con medios de comunicación, los consumidores del mercado libre pagarán una parte del ajuste a las centrales generadoras de gas, mientras en paralelo se benefician también de la rebaja del precio de la electricidad.

En otras palabras, los consumidores del mercado libre pagarán “formalmente” un pequeño coste que se compensará previsiblemente con la rebaja, correspondiendo la mayor parte a las eléctricas. No obstante, el tope al precio del gas beneficiará a todos los consumidores, tanto los que están en contratos indexados en el pool como los de PVPC. Es decir, tanto los del mercado libre como los del mercado regulado van a tener siempre un beneficio positivo con la entrada en vigor de esta medida.

En concreto, los consumidores acogidos al PVPC se beneficiarán inmediatamente de la reducción, siendo el 37% de los hogares según los cálculos oficiales, mientras que los del mercado libre, con contratos a precios fijos, lo harán paulatinamente, según se revisen sus contratos con las eléctricas.

¿Qué impacto tiene el tope al precio del gas sobre las energéticas?

El tope al precio del gas para la generación eléctrica supone también una minoración de los beneficios de las eléctricas, uno de los objetivos del plan de Ribera, además de frenar los altos precios energéticos y proteger a los consumidores.

La propia ministra ha denunciado la actuación de las energéticas, asegurando que muchas de ellas no han bajado el precio de sus tarifas o incluso están por encima del precio del mercado regulado. A pesar de las críticas, el Gobierno ha asegurado que trabajará con las comercializadoras para avanzar en el tope al precio del gas.

Desde Transición Ecológica avanzan que las centrales de ciclo combinadas de gas, las centrales de carbón y las cogeneraciones que estén en merchant tendrán derecho a la compensación por topar el precio del gas. Unas compensaciones que se detallarán este sábado en el BOE.

¿Quién va a controlar que se cumpla el tope al gas y la rebaja de la luz?

Los organismos habituales como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Este será el encargado de “evitar sanciones contrarias”. Por otro lado, será OMIE, el Operador del Mercado Ibérico de la Energía, el encargado de llevar a cabo la liquidación del ajuste, según han detallado fuentes del departamento de Ribera.

¿Qué piensa Europa?

Además del impacto interno, desde Bruselas están estudiando esta medida a nivel comunitario para reducir la dependencia del gas ruso y frenar el impacto de la guerra de Ucrania. “España seguirá apoyando que necesitamos defender una reforma de cara al futuro” -aseguran fuentes de la vicepresidencia energética- “Esperamos que sirva para el debate de medio y largo plazo en Europa”.

Desde el Ministerio para la Transición Ecológica han matizado que la excepción ibérica es una medida “temporal, excepcional y razonable” que da tiempo al Gobierno a aprobar dos reformas clave. Por un lado, reformar la tarifa PVPC, es decir, el mercado regulado. Por otro lado, dar mayor liquidez el mercado energético español, “muy poco líquido”, según los expertos.

¿Qué supone la medida de cara al exterior?

La excepción ibérica a España y Portugal supone un “cortafuegos”, en palabras de Ribera, que permite que ambos países puedan reducir sus precios energéticos, así como reducir la dependencia externa. Fuentes de su equipo han justificado la medida por “falta de interconexión”, lo que ha permitido denominar a la Península Ibérica como isla energética.

De hecho, una de las previsiones del Ejecutivo es que crezca el número de exportaciones a Francia por contar con un precio más barato de la energía en el mercado mayorista de la Península Ibérica. Aunque reconocen que es muy difícil estimar el hueco térmico, aseguran que el efecto será positivo para España.

Estas fuentes defienden que la medida beneficia principalmente a España y Portugal y a la energía que fluye entre ellos. Es decir, niegan que se esté “subvencionando” la energía de otros países vecinos como Francia. Sin embargo, sí avanzan que genera rentas de cogestión y que la medida podría ayudar a los vecinos franceses, concretamente mejorando la competencia de mix eléctrico y, posiblemente, reduciendo los precios de la energía en Francia.