Si no está Usted muy metido en temas de ONG´s ambientales quizá no le suene tanto esta asociación a primera vista, Seo/BirdLife, un nombre algo raro. Si le digo es que es la Sociedad Española de Ornitología, estoy seguro que ya le comienza a venir a la cabeza. La parte de BirdLife es porque son la representación en España de la entidad que lleva ese nombre, de origen británico y que cuenta con dos millones y medio de socios y más de diez millones de colaboradores en todo el mundo. Sus orígenes son de 1922, mientras que SEO es la ONG ambiental decana en nuestro país, ni más ni menos que desde 1954. 

Se dedican desde hace tanto tiempo a algo muy sencillo y a la vez muy importante, observar, preservar y cuidar a las aves a través de la participación ciudadana y la preservación de sus hábitats. A esto le debemos sumar una gran variedad de acciones educativas, investigadoras, de concienciación…

Los primeros ingleses, principalmente, que vimos en España eran unos “raritos” que venían hasta nuestras tierras para ver pájaros. Enseguida comenzamos a ver a biólogos, investigadores y gente de la universidad que les seguían los pasos. Recuerdo cuando formaba parte de una ONG juvenil, hace bastantes años, uno de los monitores era un estudiante de biología, muy aficionado a pasarse las horas muertas viendo pájaros y que, por razones obvias, le llamábamos “el bichólogo”. Gente rara, amable, con ganas de compartir pero que no molestaban.

Hoy, con unos niveles muy altos de concienciación ciudadana, una mayor y mejor organización de esta entidad, al igual que otras ambientales y proteccionistas en España; la situación ha cambiado. En dos líneas:

Lo que eran unos ingleses que venían a ver pájaros, hoy es una floreciente actividad turística de calidad y respetuosa que llamamos turismo de observación o turismo de aves. Extremadura ha logrado posicionarse, por sus aves en lugares como Monfregüe y por un buen modelo de turismo, como un referente mundial.

Por otra, la antaño Sociedad Española de Ornitología, hoy SEO/BirdLife, ha evolucionado hacia una entidad que estudia, conoce, actúa, ayuda y nos conciencia sobre la importancia de mantener los hábitats naturales en las mejores condiciones para las aves, no solo porque esto en si es un motivo suficiente, sino porque son un indicador de calidad natural y biodiversidad. Las aves son uno más de lo que podemos denominar como bioindicadores. Sise encuentran aves y viven con calidad, el territorio se encuentra bien y nuestra salud también. Si por el contrario hay pocas aves y poca variedad de estas, la situación no está bien.

Hace unos días han presentado un muy interesante estudio: programa de Seguimiento y estudio de las aves comunes en primavera (Sacre). 25 años estudiando con criterio y que han permitido sacar conclusiones muy interesantes. Desde 1996, y gracias a la colaboración de un millar de voluntarias y voluntarios, SEO/BirdLife ha realizado el seguimiento de las aves comunes en España. Este trabajo ha permitido conocer el estado de las poblaciones de más de 100 especies de aves, así como el estado en el que se encuentran los hábitats de los que dependen. Para llevar a cabo este programa de ciencia ciudadana ha resultado imprescindible la aportación de personas voluntarias que han recogido los datos de las especies en todo el territorio.

¿Qué nos dicen estos estudios? En grandes líneas, porque para verlo en detalle le invito a visitar su pagina web, nos dice qué especies tienen estado de conservación favorable, estable o desfavorable. Aunque el 44% de las especies presenten tendencia poblacional positiva y otro 19% reflejen una situación estable en sus poblaciones, no significa que la situación sea buena. Estos datos también indican que el 37% de las especies se encuentran en situación desfavorable, una cifra elevada, sobre todo si se tiene en cuenta que para 26 de ellas (el 62% de las que tienen declive) su porcentaje de descenso poblacional desde 1998 es superior al 30%. Algunas de estas especies en declive están presentes en gran parte del territorio: alcaudón real, alondra común, calandria común, codorniz común, collalba gris, collalba rubia, curruca rabilarga, escribano cerillo, escribano montesino, golondrina común, grajilla occidental y erdiz roja.

De momento, se consideran bien establecidas las tendencias poblacionales de 114 especies de aves comunes con distinta abundancia y distribución por el territorio. Algunas son muy comunes como el mirlo común, el gorrión común y el serín verdecillo que han sido registradas en más del 90% de las unidades muestrales consideradas, y otras están más localizadas y/o presentes en menor número: tarabilla norteña, pájaro moscón europeo y picamaderos negro, que lo han sido en menos del 5%.

El listado de las aves en peor situación lo encabeza el roquero rojo, con un descenso del 95,3% en sus poblaciones desde 1998, el cual podría entrar en peligro crítico en base al análisis preliminar de la evolución de su población. Es una especie ligada a la alta montaña y la disminución de sus efectivos es de las más altas registradas entre las aves comunes. El cambio climático podría ser uno de los causantes de ese declive, pues es en la alta montaña donde este fenómeno está originando cambios en la fauna y flora a mayor velocidad.

Por ejemplos de este tipo, personas como el “bichólogo” de mi juventud tienen el mérito que tienen, no miraban las aves, aprendían de ellas la importancia de cuidar el entorno y el planeta. Son esas personas que hoy vemos como imprescindibles.