Nuestro país vecino esconde auténticas joyas con paisajes increíbles tanto en el interior como en la costa. Son destinos desconocidos para los españoles, pero muy apreciados por todo aquel que los ha visitado.

Estos pueblos ocultan tradiciones, monumentos y el encanto tan peculiar que caracteriza a Portugal. Son perfectos para hacer una escapada a pocos kilómetros de España y disfrutar del ambiente y la gastronomía portuguesa.

Castelo de Vide

Castelo de Vide (Portugal)

En la zona norte de Alentejo se localiza esta bella villa con todos los detalles perfectos para perderse. En ella se encuentra una de las juderías mejores conservadas de toda Portugal e incluso mantiene una sinagoga convertida en museo.

Castelo es un pueblo muy tranquilo, con laberínticas y empinadas calles en las que se puede descubrir la presencia judía en las puertas de granito de las viviendas que conducen hasta el castillo a lo alto del monte.

La plaza principal está repleta de restaurantes con comida tradicional y la Iglesia principal de Santa María, donde se celebran las ceremonias de Semana Santa en las que se mezclan las dos creencias, la cristiana y la judía. 

El bonito contraste de las angostas calles con casas blancas y el increíble manto verde del Parque Natural de São Mamede que envuelve a este lugar se queda grabado en la retina.

Ericeira

Ericeira (Portugal)

Muy cerca de Lisboa, y al lado de otro de los pueblos desconocidos de Portugal, Azenhas do Mar, está este pequeño pueblo de cuento muy visitado por los apasionados del surf, de hecho, entre sus calles, se encuentran multitud de tiendas especializadas en este deporte.

Es muy recomendable hacer una parada en el mercado municipal, que se encuentra en el epicentro del pueblo, y probar algunos de sus productos tradicionales. Por ejemplo, la queijada, un pequeño pastel hecho a base de huevos, leche y azúcar que está delicioso.

Ericeira (Portugal)

En Ereicera encontrarás bonitas playas, buena comida, al ser un auténtico pueblo pesquero, cuidadas casas pintadas con mucho mimo de blanco, azul y amarillo y un gran remanso de paz para cargar las energías.

Lamego

Lamego (Portugal)

En el norte del país a tan solo 130 km de Oporto y en el Alto Duero está Lamego. Un pueblo con una clara tradición vitivinícola, por ello está incluido en las rutas enológicas más importantes que recorren el valle del Duero.

Su principal punto de interés es el increíble Santuario de Nossa Senhora dos Remédios. Para llegar hasta él hay que subir nada menos que 686 peldaños, pero el paisaje y la bonita decoración diseñada por Nicolau Nasoni con bonitas escenas en los típicos azulejos blancos y azules portugueses, fuentes y estatuas te harán olvidar la prolongada escalinata.

Lamego (Portugal)

El Santuario es un centro importante de peregrinación y es considerado uno de los más bellos de estilo barroco de todo Portugal. En su interior se esconde retablos dorados y el alicatado típico portugués narrando la historia de la Virgen.

Mértola

Mértola (Portugal)

Mértola es conocido también como pueblo-museo y es uno de los mejores conservados de Portugal con herencia árabe, custodia una iglesia que en su día fue una mezquita. Además también preserva vestigios de otras grandes civilizaciones como la romana, visigoda y cristiana.

Se halla en el sur de Portugal, en el bajo Alentejo, bajo los pies del río Guadiana. Mantiene un castillo que corona el pueblo con muy buenas vistas al entorno. Se edificó sobre fortificaciones romanas y musulmanas y sufrió múltiples transformaciones a lo largo de la historia.

Entre algunos de los monumentos más importantes destaca la casa romana, las calzadas romanas y la torre Couraça, que les permitió defenderse en tiempos de guerra.

No obstante, el inigualable encanto de Mértola es el que se descubre sin querer, paseando entre sus pasadizos y admirando la belleza y tranquilidad de la naturaleza que reina en el Parque Natural del Valle del Guadiana.