En el corazón del Pirineo catalán, a 1.419 metros de altura, se halla Bagergue, un pueblo que parece haber sido diseñado por el mismísimo espíritu de la Navidad. Este rincón de Lleida no solo ha enamorado a sus visitantes, sino que también llamó la atención de la revista Times, que lo ha proclamado como uno de los pueblos más hermosos de España. Este encanto no es fortuito, pues Bagergue pertenece al selecto grupo de los 111 Pueblos más Bonitos de España y fue galardonado en 2019 con el título absoluto de 'Pueblo más bonito de España', siendo el primer pueblo catalán en recibir este premio.

La mágica atmósfera de Bagergue, un pueblo que forma parte del Inventario del Patrimonio Arquitectónico de Cataluña, se acentúa durante el invierno, cuando las casas de piedra adornadas con arquitectura aranesa se cubren con un manto blanco de nieve, ofreciendo un escenario de cuento para las festividades navideñas. Esta joya de la Valle de Arán, con su aire puro y sus paisajes alpinos, invita a ser descubierta despacio, a paso lento, a través de sus estrechas calles empedradas adornadas con unos preciosos tejados de pizarra a dos aguas que recuerdan al norte de Europa.

El origen del pueblo

Con apenas 110 habitantes, se posa la villa de Bagergue sobre la vertiente izquierda del río Unhòla, a 1419 metros sobre el nivel del mar. Este bello lugar, anclado en el tiempo, forma parte del terçon de Pujòlo, siendo uno de los seis terçons de la región. Así, Bagergue es un eslabón clave en la cadena de la tradición y la historia catalana.

Las primeras referencias escritas de este lugar nos llegan desde los documentos de inicios del siglo XIV, que revelan no solo su existencia sino también la lealtad de sus gentes a la corona de Aragón. A pesar de que los registros escritos lo mencionan en aquel entonces, las piedras de Bagergue nos indican que cuentan con un pasado aún más remoto. La Iglesia de San Félix, con su robusta arquitectura románica, data del siglo XII, cuando se construyeron sus primeros muros, posiblemente sobre cimientos que ya se asentaban en el siglo anterior.

Aunque de su historia no conocemos mucho más, parece que Bagergue ha resistido el paso del tiempo con una inmutabilidad admirable, sufriendo pocas transformaciones y conservando su encanto antiguo que atrae como un imán al viajero que se anima a conocerlo.

¿Qué ver en Bagergue?

Para comenzar el viaje en este enclave idílico nada mejor que una visita a la ermita de Santa Margalida, un remanso de paz ubicado a unos diez minutos a pie del pueblo, donde las vistas son espectaculares. En invierno se cubre bajo un blanco manto de nieve, aunque también recomendamos visitar el lugar en verano, coincidiendo con la Fiesta Mayor de Bagergue que se celebra el 15 de julio en los alrededores de la ermita.

La ermita de Santa Margalida de Bagergue, Lleida. Facebook

La ermita de Santa Margalida de Bagergue, Lleida. Facebook

Bagergue, además, forma parte de la red de 'Villas Floridas' del Valle de Arán, un conjunto de pueblos que se caracterizan por sus cientos de detalles florales y sus jardines perfectamente cuidados que decoran el lugar brindándole una luz especial y tiñiéndolo de todos los colores imaginables. Estas plantas y flores se dejan ver, sobre todo, en primavera y verano, dos épocas del año en las que Bagergue es una maravilla para los amantes de la fotografía.
Bagergue forma parte de la red de 'Villas Floridas' del Valle de Arán. Facebook

Bagergue forma parte de la red de 'Villas Floridas' del Valle de Arán. Facebook

La siguiente parada obligatoria es el Museo Etnográfico Eth Corrau, un tesoro dentro del pueblo. Este espacio es una cápsula del tiempo que alberga una colección privada de más de 2500 objetos cotidianos de la región, que van desde aperos de labranza hasta muebles antiguos. Para las familias, es un lugar entretenido donde tanto niños como adultos pueden maravillarse con la historia local más rural.

Por otro lado, encontramos la Iglesia Parroquial de San Félix de Bagergue, que se erige como una joya del románico catalán originaria del siglo XII. Este templo, aunque rebosa antigüedad, no ha permanecido anclado en su diseño original, pues una reconstrucción significativa en el siglo XVI moldeó su silueta hasta conferirle su aspecto actual. Lo más destacable de este tesoro arquitectónico es, sin duda, la cruz del año 1200 que alberga y que se ha convertido en una pieza espectacular de la herencia religiosa y cultural del Valle de Arán.

 Iglesia Parroquial de San Félix de Bagergue, Lleida, decorada para las fiestas navideñas. Facebook

Iglesia Parroquial de San Félix de Bagergue, Lleida, decorada para las fiestas navideñas. Facebook

El recorrido por este pueblo no estaría completo sin una parada en la Casa Menginat, que con su arquitectura y ambiente transporta a los visitantes a la vida cotidiana del Valle de Arán, reflejando las tradiciones y costumbres que han sido el alma de la región durante siglos. Asimismo, la Casa es de Pansart se erige como otro tesoro del lugar, que captura la esencia de la cultura aranesa. Ambas casas, emblemáticas y cargadas de historia, son fundamentales para comprender la identidad de Bagergue y su gente.

Además, existe en esta villa un lugar imprescindible para los amantes del buen queso: la Quesería más alta del Pirineo, Hormatges Tarrau, donde ofrecen una experiencia singular a través de su método de 'affinage', donde los quesos son curados con armagnac, aceite de oliva y vinagre. Aquí, no solo se puede aprender sobre el proceso artesanal de elaboración del queso sino también deleitarse con una degustación que revela el sabor del esfuerzo y la pasión de los queseros artesanos.

Pau Donés eligió Bagergue como su refugio

En la actualidad, además de conocerse por su impresionante estampa navideña y su bello festival de flores durante la primavera, Bagergue fue noticia en 2020 al ser elegido como un refugio donde pasaría sus últimos días el carismático vocalista de Jarabe de Palo, Pau Donés, quien fallecía de cáncer ese mismo año. La huella que ha dejado Donés en la villa, al igual que las melodías de Jarabe de Palo, resonarán para siempre entre las montañas y valles, sumándose al legado cultural de este pintoresco pueblo pirenaico.

Gastronomía autóctona e innovadora

Bagergue se destaca también por su oferta gastronómica, siendo un verdadero paraíso para los aficionados del buen comer. Además, de la Quesería Hormatges Tarrau, el pueblo alberga restaurantes de gran renombre como Casa Perú, Sierra Lodge y Borda de Lana, que proponen una fusión exquisita entre lo local y lo internacional, mientras que Casa Rosa, El Jardí Dels Pomers y Restaurant Unhola, se especializan en platos tradicionales araneses, garantizando una experiencia culinaria que satisface tanto a los paladares que buscan la innovación como a los que se inclinan por los sabores autóctonos.

¿Cómo llegar a Bagergue?

Para llegar a este refugio montañoso, se parte desde Vielha por la carretera C-28, pasando por Salardú y Unha que se encuentra a 15 minutos. Después tomaremos la carretera a Bagergue, el último municipio que corona el valle. Es importante destacar que este pueblo se encuentra a 12 kilómetros de Vielha, la capital del Valle de Arán, y a 5 minutos en coche de la famosa estación de esquí Baqueira Beret.