El pueblo que se menciona en estas líneas es un viejo conocido en ElPlural, ya que se ha hablado de él por varias cuestiones, a veces positivas que tienen que ver, por ejemplo, con un proyecto micológico de cultivo de trufas pionero en España, y otras no tanto, como una en la que el Consistorio se personó como acusación particular por un caso de maltrato animal (en la que la localidad nada tuvo que ver, sino que lo denunció) o el incendio de Pujerra, ocurrido el año pasado y que llegó a afectar a este municipio. Pero si hay algo que destaca entre todo esto, es su color azul, más allá de la simpatía que derrocha su población.

Nos estamos refiriendo a Júzcar, un pueblecito andaluz de la provincia de Málaga que despuntó en el mapa a partir de la película Los Pitufos 3D. Situado en la Serranía de Ronda y de apenas 250 habitantes, en 2022 llegó a recibir a 47.000 personas que se acercaron a visualizar las casas de la localidad del Alto Valle del Genal. Y es que prácticamente el conjunto del pueblo está decorado con motivo del famoso filme, prueba de ello es que incluso su punto de información es una enorme seta gigante o las estatuas pitufas varias que se levantan en varios puntos de la localidad.

Júzcar, un atractivo turístico desde 2011

El pueblo ha experimentado un enorme crecimiento a todos los niveles desde 2011, siendo el mejor en cifras 2013, cuando acudieron al lugar casi 60.000 personas coincidiendo con la promoción mundial de la segunda parte. Concretamente, ese año llegaron 59.815 visitantes a raíz de la segunda parte del largometraje de dibujos animados. Los vecinos celebran que hay fines de semana que hasta cinco autobuses fletados aparcan en la localidad para dejar turistas.

En otro orden de cosas, la mayoría de las personas que llegan a Júzcar son, además de andaluzas, catalanas y vascas, según el registro de la propia población, mientras que los extranjeros proceden de Portugal, Francia, Bélgica y Reino Unido, pero también de otros sitios que llama más la atención, como Turquía y Eslovaquia.

9.000 kilos de pintura

Hay muchas curiosidades que se pueden desprender de Júzcar y que tienen que ver con la película de Los Pitufos. Por ejemplo, que se utilizaron 9.000 kilos de pintura para dotar a todas las casas de este lugar del color que domina entre sus calles. Asimismo, tampoco deja de llamar la atención que se pintaron absolutamente todas las casas del pueblo, un total de 175 inmuebles a los que hay que añadir lugares siempre claves de cualquier localidad de este tipo como son el Ayuntamiento, la iglesia y el cementerio.

Así las cosas, la cuestión del color es, sin duda, el gran atractivo del lugar, y así seguirá siendo -al menos hasta nueva orden- por decisión propia de los vecinos, ya que lo votaron en un referéndum que se saldó con 141 votos favorables y tan solo 33 en contra, un número que ascendió cuando se dieron a conocer los votos por correo.

El pueblo ha contado además con rostros conocidos en sus calles, como el del que fuera futbolista de F.C Barcelona y uno de los más importantes de nuestro país (o el más si se tiene en cuenta su gol en la final del mundial de 2010) Andrés Iniesta, quien apadrinó Júzcar en 2013.

Más allá de los pitufos

Pero el pueblo pitufo, el primero de España considerado como tal, cuenta con muchas otras actividades y atractivos más allá del color, y así lo quiere remarcar Alfredo Oballe, responsable de la oficina de turismo del Consistorio, quien destaca que su ubicación es perfecta no solo por sí misma, sino por también por la distancia con los pueblos de alrededor. Así, Júzcar se convierte en un remanso de paz y en un sitio ideal para hacer senderismo, tirolinas o barranquismo, entre otros deportes.

Además, quienes simplemente quieran dar un paseo por las calles del pueblo se encontrarán con grafitis o podrán participar de talleres de confección de gorros, pintauñas o pintacaras. Por último, destacar que aunque Júzcar fue  el primer pueblo pitufo, lo suyo es referirse a él como la aldea azul por derechos de autor.