Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real) cuenta con una joya histórica única: una plaza de toros cuadrada que es, además, la más antigua del mundo. Curiosamente, alberga también un santuario, de ahí su nombre: el Santuario de Las Virtudes. Fue construida en el 1641 y está declarada Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1981. Asimismo, forma parte desde 2001 de la Unión de Plazas de Toros históricas, asociación de la que es miembro consultivo.

Toros y romerías han convivido durante siglos en este curioso santuario. De planta cuadrada, fue concebida como una plaza urbana convertible en coso taurino, con sillería clásica. Dos de sus lados están delimitados por la ermita y una edificación anexa. El resto, de dos plantas, lo forman una galería baja con pequeñas y desproporcionadas columnas de piedra, que a su vez soportan la galería superior a modo de palcos, formada por una balaustrada de madera y pies derechos con zapatas que sostienen el tejado. Esta construcción combina, por tanto, la madera de sus galerías altas con las barreras del coso de color almagre, y la piedra de las columnas del piso inferior con el aparejo de la fachada de la ermita.

Santuario de Nuestra Señora de las Virtudes, en Santa Cruz de Mudela (Foto: Real Diego Delso CC BY SA)

La ermita fue construida en tres etapas. El templo original es del siglo XIV y la prolongación de la nave principal, con su espléndida techumbre mudéjar es de finales del siglo XV o el XVI. Ya en el XVII se construyó la Capilla Mayor y el Camarín de la Virgen, de estilo barroco. Este último está decorado con pinturas al fresco atribuidas a Antonio Palomino, consideradas como las mejores del barroco de la provincia, con clara influencia de los frescos pintados en el Palacio de los Marqueses de Santa Cruz en el Viso del Marques, hechos por pintores italianos. Las pinturas de las paredes son una copia moderna de las destruidas durante la Guerra Civil.

Santa Cruz de Mudela tiene otros monumentos históricos que ofrecer al visitante. Es el caso de la Iglesia Parroquial de la Asunción, con su fachada renacentista y una torre que domina el paisaje urbano. El templo, erigido en el siglo XVI, alberga en su interior valiosas obras de arte sacro y una impresionante nave principal.

Si lo que buscas es el contacto con la naturaleza y practicar senderismo, el municipio forma parte, por ejemplo, de la ruta de Don Quijote. Se trata de un recorrido de 47 kilómetros siguiendo las andanzas del Caballero de la Triste Figura por Sierra Morena. El itinerario recorre también Viso del Marqués y Almuradiel.

Ruta de la Batalla de las Navas de Tolosa

La Ruta de la Batalla de Las Navas de Tolosa, enmarcada en el itinerario seguido por los ejércitos cristianos que participaron en la contienda, atraviesa las localidades de Aldea del Rey, Calzada de Calatrava, Santa Cruz de Mudela, Viso del Marqués, Almuradiel, Santa Elena, Navas de Tolosa y La Carolina. Todas ellas cuentan con elementos relacionados con la lid. La ruta está jalonada de castillos, campos de batalla y museos. El recorrido sigue los pasos de quienes hace ocho siglos cambiaron el curso de la historia.

Además, hay cuatro rutas senderistas con longitudes de entre 8 y 12 kilómetros y una dificultad baja o intermedia, todas enmarcadas en el magnífico entorno natural de Las Virtudes, comenzando y terminando siempre en el pilón de agua. Las rutas aprovechan antiguos caminos y cordeles de ganado.

Las Lagunas de Ruidera constituyen un paraje de gran belleza con singularidades paisajísticas y geológicas, localizado en  Castilla La Mancha, en los límites de las provincias de Ciudad Real y Albacete. © Turismo de Castilla-La Mancha / David Blázquez
Las Lagunas de Ruidera constituyen un paraje de gran belleza, en los límites de las provincias de Ciudad Real y Albacete. © Turismo de Castilla-La Mancha / David Blázquez

En cuanto a espacios naturales, las Lagunas de Ruidera, no muy lejos de Santa Cruz de Mudela, ofrecen un oasis de biodiversidad y belleza paisajística. Es un conjunto de quince lagunas de agua dulce que se extienden en cascada, ideales para actividades acuáticas y senderismo.

La gastronomía local es otro pilar fundamental en esta localidad ciudadrealeña. Uno de sus especialidades es la perdiz roja, el pisto manchego, gachas y las migas ruleras, que se elaboran con pan rallado, ajos, chorizo y a veces con uvas o melón, ofreciendo una experiencia culinaria que mezcla lo salado y lo dulce. Y, por supuesto, no podemos olvidar el reconocido queso manchego, un producto con Denominación de Origen, elaborado con leche de oveja y que puede encontrarse en diversas curaciones.

Si hablamos de bebida, la región se enorgullece de sus vinos, en especial los que pertenecen a la Denominación de Origen La Mancha. Estos vinos, con variedades como la Tempranillo o la Airen, son el acompañamiento perfecto para los platos típicos de la zona.

Para aquellos interesados en el arte y la artesanía local, el mercado del pueblo ofrece desde cerámicas manchegas, con sus colores vivos y patrones tradicionales, hasta tejidos y bordados hechos a mano, pero el municipio es conocido, sobre todo, por sus fábricas artesanas de cuchillería y navajas.