España cuenta con muchos pueblos ideales para hacer turismo rural, con estupendos alojamientos, una amplia oferta gastronómica y mucha historia detrás de sus bonitos cascos antiguos. La web Escapada Rural ha realizado, como cada año, una encuesta para conocer cuáles son los preferidos por los viajeros, y éste es el resultado.

1. Potes, la puerta de entrada a los Picos de Europa

Es uno de los pueblos más bonitos de Cantabria, de estilo medieval, situado sobre las montañas en el Valle de Liébana, es la puerta de entrada a los Picos de Europa y desde el teleférico de Fuente Dé se puede llegar cómodamente a los 1.823 metros de altitud para disfrutar de unas vistas espectaculares.

Escenario de luchas medievales, su historia cuenta los enfrentamientos entre las familias Mendoza y Manrique, que dejaron numerosas torres y puentes, que aún se conservan, como el Puente Nuevo, el de la Cárcel y el de San Cayetano. Entre las torres destacan la de Orejón de la Lama y la del Infantado (s. XV), que conviven con las casonas indianas de aquellos que se fueron a hacer las Américas. 

Potes

En Potes, los viajeros también podrán disfrutar de una rica naturaleza: el río Deva atraviesa su casco urbano y desde cualquier parte de la villa se pueden ver las montañas. 

La villa de Potes cuenta con numerosos bares de tapas y restaurantes donde degustar el cocido lebaniego, la carne de caza, el queso picón, los quesucos de Liébana, los embutidos de ciervo y jabalí, su postre típico como el Canónigo y el té del puerto con orujo. En 2020 este pueblo fue elegido Capital del Turismo Rural. 

2. Santillana de Mar, la 'villa de las tres mentiras'

Santillana de Mar, también en Cantabria, conocida como 'la villa de las tres mentiras': no es santa, ni es llana, ni tiene mar, aunque el Cantábrico se encuentra a pocos kilómetros. Su colegiata de Santa Juliana es Patrimonio de la Humanidad y Monumento Nacional.  

El casco medieval de Santillana de Mar es uno de los más bonitos del norte de la Península, con sus calles pedregosas y sus palacios renacentistas y barrocos y sus casonas montañesas.

Santillana

Santillana de Mar está a solo dos kilómetros de la cueva de Altamira, el gran tesoro europeo de la Prehistoria declarado Patrimonio de la Humanidad.

En cuanto a su oferta gastronómica, en Santillana delMar es obligado probar el sorropotún, que es la marmita de bonito, el cocido montañés y el bizcocho con leche de la Casa Quevedo. 

3. Aínsa-Sobrarbe, cuna de parques naturales

Aínsa-Sobrarbe, en Huesca, es otro de los pueblos más votados por los viajeros y en 2018 fue elegido como el mejor pueblo para hacer turismo rural, por su belleza y su variada oferta de deportes de montaña. 

Está situado sobre un promontorio rocoso en la confluencia de los ríos Cinca y Ara y es un lugar ideal para realizar rutas de senderismo a pie o en bicicleta, esquiar o adentrarse en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, el Parque Natural Posets-Maladeta o el Parque Natural de los Cañones y la Sierra de Guara

Aínsa-Sobrarbe

El pueblo conserva su pasado medieval con su casco antiguo, en el trazado de sus calles y la muralla, su castillo (s. XI y XVII) y la colegiata de Santa María (s. XII). Son significativas las fachadas de las casas Arnal y Bielsa. 

En los alrededores de Aínsa-Sobrarbe destacan monumentos como el monasterio de San Victorián, situado a 1.800 metros de altura. Los historiadores consideran que podría datar del siglo VI, por lo que podría ser uno de los monasterios más antiguos de España. También el dolmen de Tella, de origen prehistórico. 

El viajero puede disfrutar aquí de las carnes a la brasa, típicas de las hogueras de invierno, el solomillo de ciervo, el estofado de jabalí, las mollejas crujientes, las chiretas, los caracoles, las legumbres y las trufas. Para cerrar una cocina a lo grande, los pastillos de almendras y nueces, torrijas caramelizadas y crespillos. 

4. Sigüenza, la ruta del Cid

Este pueblo de Guadalajara cuenta con las estrellas Michelín de los chefs Enrique Pérez, del restaurante El Doncel; a Samuel Moreno, del Molino de Alcuneza; y Jorge Maestro y María Viqueira, de Nöla.  

Sigüenza destaca por su belleza, su patrimonio y por su fusión de estilos arquitectónicos. Es conocida como la villa del Doncel por la escultura fúnebre del caballero Martín Vázquez de Arce, situada en la capilla de San Juan y Santa Catalina de la catedral de Sigüenza. Es uno de sus monumentos más visitados, junto con la Casa del Doncel, del siglo XIII y de estilo gótico militar. El edificio pertenece a la Universidad de Alcalá de Henares y en él se encuentra el Archivo Histórico Municipal . 

Sigüenza

El pueblo conserva sus murallas, con sus cinco puertas de entrada. Igual que su castillo de los obispos de Sigüenza, de origen árabe pero reconstruido en el siglo XII. En su interior alberga el Parador Nacional de Turismo

En el Espacio Natural del Barranco del Río Dulce es donde Félix Rodríguez de la Fuente grabó parte de la cabecera de sus documentales. El puegblo rinde tributo al divulgador con un mirador a su nombre. Por aquí pasa la Ruta del Cid, además de otros senderos como el de la Hoz de Pelegrina. 

Sigüenza fue el pueblo más votado en 2017 para realizar una escapada rural. 

5. Olvera, Capital del Turismo Rural 2021

Hemos dedicado un artículo exclusivamente a este pueblo, que ha sido galardonado con el premio Capital del Turismo rural 2021. Se trata de un lugar gaditano lleno de historia y que aún mantiene vestigios del siglo VIII, cuando sus tierras encandilaron a los musulmanes.

Olvera

Por supuesto, no se puede dejar de lado su gastronomía. Entre ella destacan nada menos que el Aceite de Oliva Virgen Extra o las “sopas pegás”, una tortilla a base de miga de pan sin huevo, con aove propio de la región y con espárragos trigueros.