Cuenca es un tesoro cultural y natural que merece la pena visitar en cualquier momento del año. Situada a poco más de hora y media de Madrid en coche y a unas dos horas si viajas desde Valencia, es un lugar ideal para pasar un fin de semana o un puente como el próximo de la Constitución. No te pierdas la magia de las Casas Colgadas, la imagen más conocida de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad que cuenta con un pasado histórico y cultural espectacular. Puedes, además, sumergirte en las tendencias artísticas más vanguardistas visitando el Museo de Arte Abstracto o el de la Fundación Antonio Pérez, con obras de Andy Warhol, Chillada y Equipo Crónica, entre otros. Para culminar este regalo para los sentidos, dispones de una cuidada oferta culinaria que ha llevado a la ciudad a ser la Capital Española de la Gastronomía 2023. Pero si lo que buscas es la tranquilidad de la naturaleza, en los alrededores podrás disfrutar de parajes únicos.

Una de las mejores formas de conocer este monumental destino es pasear por las callejuelas del centro histórico y llegar hasta la Plaza Mayor, con forma de trapecio, en la que podemos el edificio del Ayuntamiento, con su fachada barroca, y la imponente Catedral de Santa María y San Julián, construida sobre una antigua mezquita de finales del siglo XII. Si tomas la calle Alfonso VIII, una de las más bonitas de la ciudad, podrás ver las famosas casas de colores y encontrar tiendas de productos tradicionales. Siguiendo por la misma calle desembocaremos en el puente de la Trinidad y el paseo fluvial donde se conectan los dos ríos de la ciudad. En esta época del año los chopos de la zona presentan una sugerente estampa multicolor, típica del otoño.

Cuenca se erige sobre un cerro rocoso entre las hoces del río Júcar y su afluente, el Huécar. Entre los imprescindibles de la ciudad está la panorámica desde el Parador, construido en el antiguo convento de San Pablo. De allí sale el puente del mismo nombre, que se levanta sobre el río a 60 metros de altura y conduce directo a las Casas Colgadas. El puente actual, de hierro y madera, fue construido en 1903. El original databa del siglo XVI y estaba hecho en piedra. Todavía se conservan los restos y conserva algunos de los arcos de pilares primigenios.

Vista de las Casas Colgadas de Cuenca. (Foto: Europa Press)Vista de las Casas Colgadas de Cuenca. (Foto: Europa Press)

Cuenca,  la ciudad de los museos

El icono más reconocible de la ciudad son las Casas Colgadas, del siglo XV, de las que hay testimonio gráfico en la obra de Antón van den Wijgaerde, el dibujante flamenco que recorrió todas España por orden de Felipe II y dibujó las principales ciudades. Uno de estos dibujos ilustra cuatro de las casas suspendidas en el barranco del Huécar, en 1565. A lo largo de los siglos las viviendas fueron de mano en mano hasta que en 1923 el Ayuntamiento se hizo con la propiedad y las restauró ya que estaban en una situación muy precaria. En 1966 se abrió allí el Museo de Arte Abstracto Español, ampliado en 1978. Modernidad y pasado se fusionan en este espacio mítico donde el visitante puede disfrutar de una de las colecciones más completa de artistas abstractos de los años cincuenta y sesenta, una generación continuadora de las ideas renovadoras de Picasso, Miró y Gris. Encontramos a autores como Millares, Chillida, Tápies, Sempere, Canogar, Torner, Rueda, Zóbel, Saura...

De visita obligada es el Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha, con la Colección Roberto Polo (CORPO), que cuenta con una interesantísima muestra de los movimientos de vanguardia europeos y estadounidenses de principios del siglo XX, con artistas como Eugène Delacroix, Edgar Degas, Joseph Granié, John Atkinson Grimshaw, Félicien Rops y Pablo Picasso, entre otros. Incluye además piezas de fotografía y artes aplicadas (mobiliario, lámparas...) de finales del siglo XIX y principios del XX. Este importante museo se ubica temporalmente en la iglesia de Santa Cruz (s. XVI) y se proyecta su emplazamiento definitivo en el castillo de Cuenca, que hoy ocupa el Archivo Provincial

La iglesia de Santa Cruz, declarada Bien de Interés Cultural en 2002, fue una de las primeras parroquias que hubo en Cuenca. Es de una sola nave, dividida en seis tramos por medio de contrafuertes con pilastras adosadas, y tiene ábside poligonal. La falta de espacio, ya que el edificio se asoma a la hoz del río Huécar, obligó a instalar la sacristía debajo de la capilla mayor. La portada es del siglo XVI y traza muy sencilla, con un arco de medio punto entre pilastras jónicas. En el interior se han conservado restos de pintura del siglo XVIII.

Otro museo imprescindible es el de la Fundación Antonio Pérez, donde se puede contemplar un cuadro de Antonio Saura, una arpillera de Manolo Millares, obras de Luis Gordillo, Andy Warhol, Equipo Crónica, Javier Pagola, Isabel Muñoz, Jean Marie del Moral, Michel Herrería, Luis Gordillo, Manolo Valdés, Alfredo Alcaín, y muchos otros creadores nacionales e internacionales, todos unidos por un nexo común: la amistad o la colaboración con Antonio Pérez.

Cuenca cuenta con más de diez museos repartidos por el casco antiguo, lo que la convierte en una ciudad muy interesante para deleitarse con todo tipo de manifestaciones culturales. Además del Museo de Arte Abstracto, destacan el Museo de las Ciencias de Castilla-La Mancha, el Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha (MUPA) y el Museo de Cuenca, donde encontramos una amplia colección de objetos de la antigua ciudad romana y otros restos arqueológicos. 

El Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha, en Cuenca, ofrece, entre otras cosas, 20 maquetas de dinosaurios a tamaño real. © Turismo de Castilla-La Mancha | David BlázquezEl Museo Paleontológico de Castilla-La Mancha, en Cuenca / © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez

Por su parte, el MUPA cuenta con más de 400 piezas originales expuestas y 20 maquetas de dinosaurios a tamaño real. Asimismo, se pueden ver holotipos con ejemplares únicos como el famoso Concavenator Corcovatus, a quien han bautizado como Pepito’.

Anfiteatro de Segóbriga / © Turismo de Castilla-La Mancha | David BlázquezAnfiteatro de Segóbriga / © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez

La provincia de Cuenca cuenta con uno de los yacimientos más importantes de la Meseta, el parque arqueológico de Segóbriga. La monumentalidad de los restos excavados, donde están presentes todos los edificios públicos esenciales de la arquitectura romana, lo han convertido en un referente para estudiar las características de las urbes romanas ya que no hay ninguna otra ciudad superpuesta. Este tesoro cultural surgió a partir de un castro de la Edad del Hierro, en el cerro de Cabeza de Griego, en Saelices.

¿Qué comer en Cuenca?

La ciudad ostenta el título de Capital Española de la Gastronomía 2023, un título con el que la Federación Española de Periodistas y Escritores de Turismo ha querido reconocer una oferta basada en la tradición, en perfecta convivencia con la vanguardia. La cocina conquense cuenta con señas de identidad propia como el morteruelo pastoril, el ajoarriero, los zarajos, el gazpacho pastor y los platos de caza o pesca, con la trucha como estrella.

Cocinar en Cuenca es un privilegio

El chef Jesús Segura -premio de Gastronomía de Castilla-La Mancha, estrella Michelin y Sol Repsol por su establecimiento Trivio, cerrado temporalmente-, ofrece al visitante una experiencia inigualable en el espacio más emblemático de la ciudad, el restaurante Casas Colgadas, donde ha recuperado y reinterpretado los sabores conquenses. Para él cocinar en Cuenca es un "`privilegio". "Nuestra cocina está ligada a la temporalidad y estacionalidad por lo que nuestros menús se modifican en favor de la sostenibilidad del producto", asegura.

El comedor de Casas Colgadas ofrece unas vistas inigualables del río Huécar (Foto: restaurante Casas Colgadas)

El visitante puede disfrutar de un excelente menú basado en productos de proximidad, con vistas espectaculares al río Huécar. La propuesta incluye 15 platos que pueden variar, tal y como advierte en su página web, en función del "mejor producto disponible. El precio por comensal es de 95 euros, con maridaje de vinos por 50 euros.

El chef cuenta también con Casa de la Sirena, una propuesta más económica, pero con una calidad 10. Se ubica en un antiguo almacén anexo a las famosas Casas Colgadas. Su interior tiene aire moderno-minimalista, y plantea una cocina de mercado con servicio a la carta, un menú ejecutivo de 30 euros (mediodía, de martes a viernes) y otro más completo de degustación, con un coste de 50 euros.

 

Una de las sencillas y apetitosas propuestas del restaurante Raff San Pedro / © Turismo de Castilla-La Mancha | David BlázquezUna de las sencillas y apetitosas propuestas del restaurante Raff San Pedro / © Turismo de Castilla-La Mancha | David Blázquez

Mención especial merece Raff San Pedro, ubicado en unas antiguas caballerizas del casco antiguo y que cuenta también con 1 Sol Repsol y está recomendado por la Guía Michelin. Al frente está el chef Miguel Escutia y nos invita a recorrer la tierra a través de sus recetas, olores, sabores y texturas.

Si eres más de barra de bar, no puedes perderte La Ponderosa, considerada como una de las mejores de España para tapear. El recientemente fallecido Pepe Domingo Castaño lo definió en un artículo como “un nuevo concepto de restauración basado en la calidad, en el trato, en la sonrisa, en la charla amena y en la verdad”. Tras el mostrador encuentras todo tipo de sorpresas gastronómicas, con productos de excelente calidad entre los que destacan la perdiz escabechada, embutidos ibéricos y quesos, platos tradicionales como el morteruelo, oreja de cerdo, todo tipo de revueltos y una amplia carta de vinos.

Espacios naturales en los alrededores de Cuenca

Muchos visitantes buscan en estas fechas el contacto directo con la naturaleza. En los alrededores de Cuenca encontramos espacios idílicos para huir del bullicio y estrés de la ciudad. El Parque Natural de la Serranía de Cuenca ofrece, por ejemplo, el nacimiento del río Cuervo, con sus espectaculares cascadas. Es uno de los parajes más bonitos de Castilla-La Mancha y todo el entorno ha sido declarado Monumento Natural. Es espectacular a lo largo de todo el año, pero en los días más fríos del invierno presenta una singular estampa, cuando las chorreras quedan congeladas por las bajas temperaturas.

Las cascadas del Río Cuervo, en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, ofrecen en invierno un espectáculo único. © Turismo de Castilla-La Mancha / David BlázquezLas cascadas del Río Cuervo, en el Parque Natural de la Serranía de Cuenca, ofrecen en invierno un espectáculo único. © Turismo de Castilla-La Mancha / David Blázquez

El municipio serrano de Vega del Codorno ofrece otro de los espacios más singulares del parque. Se trata de ‘La Cueva’, una impresionante gruta natural en la que cada año se hace un belén viviente el sábado previo a la Nochebuena y que fue declarado en 2012 Fiesta de Interés Turístico Regional. Los vecinos de la localidad acuden allí ataviados con los oficios artesanales de la época: herreros, pastores y pastoras, lavanderas, castañeras, panaderos, agricultores... Junto a los Reyes Magos se dirigen a hacer sus ofrendas al Niño Jesús, que les espera en la cueva escoltado por la Virgen María y San José. 

Siguiendo la Hoz del Júcar, a lo largo de la Serranía de Cuenca, encontramos la Ciudad Encantada, un parque geológico de incalculable valor, cuyo origen se remonta a 90 millones de años. El viento y el agua han esculpido de forma caprichosa estas esculturas naturales entre las que destacan el Tormo Alto, un monolito de 20 metros, el Puente Romano, la Foca y la Cara del Hombre.

Ventano del Diablo, Villalba de la Sierra (Cuenca)Ventano del Diablo, Villalba de la Sierra (Cuenca)

Muy cerca de allí está el mirador Ventano del Diablo, en el Poblado del Salto de Villalba, con una de las mejores vistas sobre el cañón del río Júcar. Todo el entorno de este balcón natural es un paraíso para los amantes de la aventura y el turismo activo. La zona es ideal para practicar barranquismo.

El Parque Natural de la Serranía de Cuenca es, además, un destino perfecto para el turismo astronómico, con actividades guiadas en contacto directo con la naturaleza.  Cuenta con certificación Starlight, un sello que acredita que sus cielos reúnen las mejores condiciones para la observación del firmamento (ausencia de contaminación lumínica).

Esta joya natural abarca hasta 11 municipios y cuenta con tres Centros de Interpretación, en las localidades de Tragacete, Uña y Valdemeca, que no están permanentemente abiertos al público, por lo que es conveniente consultar los horarios y épocas de apertura de los mismos. Cualquier época del año es buena para visitar este espacio protegido, pero durante el invierno se alcanzan bajas temperaturas, por lo que conviene ir correctamente equipado. En cualquier época del año es recomendable llevar calzado adecuado.

El Hosquillo, una reserva cinegética muy especial

Todo el parque es lugar de refugio de especies protegidas como el águila calzada o el águila real. Las especies naturales protegidas se miman y cuidan especialmente en la reserva cinegética de 'El Hosquillo'. Actúa como granja cinegética para repoblar acotados de caza con especies como el ciervo, gamo, cabra montes, corzo, muflón y jabalí. Alberga un gran número de especies de la fauna española y diferentes ecosistemas. Desde los altos riscos que cierran el valle y donde anidan importantes especies de aves rapaces protegidas (águila real, halcón peregrino, buitre leonado, búho real), hasta el abundante pinar tan frecuente de la Serranía de Cuenca, o los ríos Escabas y de las Truchas donde habita una variada fauna ripícola entre la que se puede destacar la trucha común y la nutria..

Desde hace cuarenta años los osos componen una de las estampas más características de El Hosquillo, y en El Rincón del Buitre pueden observarse los osos que allí habitan, ya que se trata de un espacio cercado de forma natural por impresionantes paredes calizas donde habitan un macho y tres hembras (Mateo, Sabina, Silvia y Ginebra).

Para poder visitar el Parque de El Hosquillo, es imprescindible realizar una reserva previa puesto que es una zona protegida, y las visitas se realizan en grupos reducidos. La reserva puede hacerse vía on-line en su web.

Espacio patrocinado por Raíz Culinaria, Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y Turismo CLM