Corría el 14 de septiembre de 1954, en plena lucha entre los bloques capitalista y comunista. Ese día los militares soviéticos hicieron explosionar una bomba sobre unos 45.000 soldados del Ejército Rojo y civiles evidenciando así los experimentos a los que la URSS sometía a las personas durante la Guerra Fría. Este hecho tuvo lugar en los montes Urales, situados a algo más de 900 kilómetros de Moscú, la capital rusa.

En noviembre de 1993, The New York Times arrojaba claridad sobre este y otros acontecimientos a partir de una película del ensayo nuclear obtenida de archivos secretos de los militares soviéticos. Esto mismo lo rescata en España el diario El País en un artículo en el que aborda este y otros temas, todos ellos ligados al modus operandi que en ocasiones llevaba a cabo la URSS sobre sus ciudadanos. 

Ensayos nucleares de la URSS

Las consecuencias en muertes y desapariciones de aquella bomba aún se desconocen. Lo que sí se sabe es que la URSS realizó más ensayos nucleares. Según cuenta la película, proyectada parcialmente en París el mismo año en que sale esta información, la soviéticos expusieron con solo este ensayo a sus tropas a niveles de radiación diez veces superiores al máximo permitido para las tropas de Estados Unidos en el periodo de un año. 

Tras esclarecerse los hechos, varios veteranos de guerra exigieron indeminizaciones y atención especial médica al Gobierno. La intención soviética, por su parte, era comprobar si los soldados podían participar en una batalla de manera inmediata después de ser alcanzados por una bomba de estas dimensiones. 

La URSS no fue la única potencia que llevó a cabo experimentos nucleares con su población. Según informa el medio mencionado, EEUU y Francia habrían hecho lo propio, el primero en el desierto de Nevada y en el Sur del Pacífico y la segunda en el desierto argelino.