Pese a que las tradiciones marcan la orden del día en festividades como Nochevieja, lo cierto es que las nuevas iniciativas que le dan un giro a lo ya establecido siempre son bienvenidas. Ha sido el caso de Soria, donde el Ayuntamiento ha propuesto que en vez de seguir las clásicas campanadas con uvas se haga con el producto más popular de la zona: los torreznos.

El Ayuntamiento de Soria se ha aliado con la marca ‘Torrezno de Soria’ para impulsar este proyecto para dar las campanadas con el único objetivo de potenciar este sabroso aperitivo en otras partes del país en esta fiesta tan señalada en el calendario.

El evento ha tenido lugar este sábado 30 de diciembre, víspera de Nochevieja. A las 12.00 horas de la mañana en la Plaza Mariano Granados al ritmo de las agujas del reloj del Palacio de la Audiencia, se ha llevado a cabo una cuenta atrás que se ha proyectado en una pantalla Los torreznos se han repartido en torno a las 10.30 horas y según ha apuntado el director de la marca ‘Torrezno de Soria’ se han entregado un total de 1.500 bolsas con dos torreznos cada una de manera gratuita para disfrutar de estas atípicas -pero de lo más originales- ‘uvas’ de Fin de Año.

En palabras de la concejal de Participación Ciudadana del gobierno municipal de Soria, Teresa Valdenebro, este 2023 ha sido el año del torrezno de Soria, el cual siempre ha estado muy vinculado con la provincia y eventos clave del año, por lo que la Navidad no podía quedarse fuera.

La intención es que se corra la voz a otros territorios del país para que pueda convertirse en otra tradición a celebrar todos los últimos sábados del mes de diciembre.

Otras alternativas a las uvas de Nochevieja

No todo el mundo es fan de esta fruta, por lo que, pese a no seguir la tradición, hay personas que escogen otro tipo de dulce o aperitivo para contar las últimas doce campanadas para dar la bienvenida al año que está por entrar.

Para los más golosos, las opciones más acertadas son golosinas de distintos sabores u otro tipo de fruta de pequeño tamaño, tales como frambuesas o arándanos. A la contra, para aquellos que son más de salado, muchos se decantan por tomar doce aceitunas y, para los más atrevidos, alguna variedad de frutos secos, como avellanas, pistachos o cacahuetes, aunque con esta selección cabe tener más cuidado a la hora de masticar, puesto que la rapidez de las doce campanadas puede dar lugar a algún percance indeseado.

¿De dónde viene la tradición de las uvas en Nochevieja?

Una de las tradiciones que más nos marcan desde pequeños es tomar las doce uvas para terminar el año y dar la bienvenida al siguiente en familia, pero ¿de dónde viene esta costumbre?

La teoría más estructurada se remonta al año 1882, cuando la clase burguesa madrileña despedía el año brindando con champán y tomando uvas; una costumbre que terminó por expandirse a las clases medias y bajas. La clase alta quiso imitar así a sus homólogos franceses con las fiestas privadas, pero estas fechas se solaparon con la prohibición de celebraciones a pie de calle durante la festividad de los Reyes Magos, lo cual enfadó a las clases bajas y, en señal de protesta, los madrileños empezaron a reunirse en la Puerta del Sol para tomar las uvas durante las campanadas. Un acto reivindicativo en su momento que con el paso de los años se ha convertido en un motivo festivo.

A diferencia de España, en otros países del entorno las tradiciones son algo más distintas. En Italia, cambian las uvas por lentejas en señal de buena suerte; los franceses, por su parte, tan sólo brindan con champán en la entrada del nuevo año; mientras, en Dinamarca, con la tradición más sorprendente, suelen romper las vajillas viejas contra el suelo en la puerta de la casa donde se concentre la celebración.