Sus idas y venidas siempre han estado plagadas de controversia. La historia de José Antonio Sánchez ha estado ligada indiscutiblemente a los distintos gobiernos del PP, ya sea a nivel nacional o regional. En la actualidad, el periodista es el Director General de Telemadrid gracias al paraguas de Isabel Díaz Ayuso, que lo trajo de vuelta al ente madrileño, en 2021, para convertirlo en el capo de su televisión. De mirada retadora y tono chulesco, Sánchez lleva a sus espaldas multitud de polémicas, como la de los papeles de Bárcenas, que no han impedido que sea el protegido de la lideresa.
En el año 2024, el Ejecutivo de Ayuso inyectó el triple de dinero en publicidad institucional en la cadena, de manera que Telemadrid recibió 2.400.735 millones de euros, tal y como la portavocía del PSOE en la Comisión de Telemadrid de la Asamblea de Madrid ha afirmado a este medio. Esta cuantía no solo es importante porque gracias a ella Radio Televisión Madrid (RTVM) logró sanear sus cuentas y acabar en números verdes por primera vez desde 2017 -es decir, es una "forma encubierta de que los números cuadren"-, sino porque es un capote a José Antonio Sánchez.
"Si el balance no es bueno, el Director General debe ser cesado", explican desde la formación. Y es que, la norma que rige el funcionamiento de RTVM señala la salida del Director General en caso de resultados negativos atribuibles a su gestión o desviación presupuestaria.
José Antonio Sánchez, la sombra del PP en las televisiones públicas
Tras comenzar su carrera periodística en medios como la Agencia EFE, el Diario ABC o el Canal 7 TV, el de Isla Cristina arrancó su carrera en la cúpula de las televisiones públicas. Entre 2002 y 2004, José Antonio Sánchez fue Director General de Radiotelevisión Española (RTVE) a propuesta del Gobierno de José María Aznar.
En aquella primera etapa ya fue objeto de duras críticas por parte de la oposición. De hecho, cuando tan solo llevaba nueve meses en el cargo, el PSOE presentó una Proposición no de Ley en el Congreso con la que exigían su cese por no “garantizar el derecho a la información”, tal y como marca la Constitución. En aquel debate, se afirmó que durante sus comparecencias en la Comisión Mixta de Control de RTVE se comportaba “más como un exaltado miembro del Grupo Popular que como el responsable de un servicio público, confundiendo su papel institucional con el meramente partidista”.
Tras las elecciones generales de 2004 tuvo que decir adiós a este trono, pero, años después, el PP le concedería otro. También en una televisión pública; en ese caso, la madrileña Telemadrid. En 2011, Sánchez se convirtió en el fichaje de Esperanza Aguirre, que lo nombró Director General hasta 2014. En aquella etapa, fue el responsable del ERE que afectó a 829 de los aproximadamente 1.200 trabajadores de Telemadrid y supuso el despido del 74% de la plantilla en 2013.
En 2014 cambiaría de casa después de que Leopoldo González-Echenique presentara su dimisión como presidente de RTVE. El nombramiento de Sánchez tampoco estuvo exento de polémica, ya que fue designado en el Parlamento únicamente con los votos del PP. Esto fue posible gracias a que los populares, tras su llegada a La Moncloa en 2012, modificaron el método de elección de la cúpula de la Corporación a través de un decreto que establecía que una mayoría absoluta en segunda vuelta era suficiente para nombrar al presidente.
Sánchez se mantuvo en este cargo hasta la moción de censura de Mariano Rajoy en 2018. Ese mismo año, durante una de las comisiones de control a RTVE, protagonizó una de sus polémicas más recordadas. El onubense era preguntado por su vinculación con los pápeles de Bárcenas, en los que figura como perceptor de un millón de pesetas por dos presuntos pagos del PP en 1994 y 1995. "Yo no estoy ni en los papeles de Irán, ahí donde se cuelga en grúas a los homosexuales o se mata a pedradas a las niñas por darse un revolcón con el novio, ni donde se asesina a 150 personas por manifestarse en una calle como en Caracas... Yo estoy en los papeles de Bárcenas, en los papeles manchados de sangre nunca estaré", declaró aquella jornada.
Por otro lado, en este mismo periodo, Sánchez escondió aún menos su afinidad con Génova: “Voto al PP y seguiré votando al PP. A quién no he votado nunca ni voy a votar en mi vida es a Izquierda Unida”, afirmó en junio de 2015 durante una de sus comparecencias en el Congreso.
Su mandato expiraba en junio de 2018, pero antes de marcharse, no dudó en tirar de chulería y sacó pecho por su paso por RTVE: "Por imperativo legal tengo que dejar la presidencia. Dejo una casa mejor de la que encontré". Sin embargo, lo cierto es que el desencuentro entre la cúpula y los trabajadores fue notorio hasta el final, traduciéndose en paros parciales o viernes negros.
Tres años después, en 2021, era 'rescatado' de nuevo por Génova. Isabel Díaz Ayuso lo nombraba administrador provisional de RTVM en sustitución de José Pablo López, actual presidente de RTVE, después de que el pleno de la Asamblea aprobase la modificación de la ley que regula Telemadrid, impulsada por el PP y que salió adelante gracias a la abstención de Vox. Su aterrizaje supuso la fulminación de importantes cargos de la radiotelevisión madrileña, como Jon Ariztimuño, director de Informativos; Ángel Rubio, director de Onda Madrid; Jaime García Treceño; el director general de Contenidos, Paco Díaz Ujados; el director de la web, Juan Varela; el director de Nuevos formatos, Juan Adrián; o el director de Comunicación y Márketing, Daniel Forcada.
Desde entonces, Sánchez se ha convertido en el protegido de Ayuso. Tanto es así que, en junio de 2024, la presidenta de la Comunidad de Madrid decidió ascenderlo, nombrándolo Director General por un plazo de cuatro años.