Un grave conflicto para la corona
Precisamente porque el señor Urdangarín no es Julián Muñoz ni los monárquicos más entusiastas van a tolerar que la Infanta Cristina se vea inmiscuida en un brete como el que le amarga la vida a la tonadillera Isabel Pantoja, el caso Urdangarin se hace especialmente delicado por el menoscabo y descrédito que le supone a la Corona cuyo prestigio y subsistencia se sustentan en la imagen que transmite y que decide el grado de aceptación que el pueblo le dispensará en cada momento.

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